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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El número de sicavs cae a mínimos de 17 años tras los anuncios para endurecer la regulación

El número de sociedades de inversión de capital variable (sicavs) se redujo en agosto a mínimos de 17 años tras la sucesión de anuncios (no concretados hasta ahora) para endurecer la regulación de estos instrumentos, muy utilizados por los grandes patrimonios.

El último boletín trimestral de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), publicado el martes, refleja que “en 2019 continuó disminuyendo el número de sicav registradas en la CNMV a causa de varios procesos de liquidación, fusión y transformación de entidades. En consecuencia, el número de sociedades se redujo en 86, hasta situarse en 2.627 en agosto”.

Es la cifra más baja desde noviembre de 2002 y supone una caída del 22% respecto al máximo de diciembre de 2015. Entonces, había registradas 3.372 sicavs (ahora hay 745 menos), y fue en ese momento (coincidiendo con las elecciones generales celebradas ese mes) cuando todas las grandes formaciones políticas plantearon diversas iniciativas en sus programas electorales para reforzar de una u otra forma el control sobre estos vehículos.

Esas promesas, posteriormente no materializadas, propiciaron un descenso drástico del número de sicavs y un parón en los nuevos registros. Según datos de la CNMV, el año con un mayor retroceso en el número de sicavs inscritas fue 2017, cuando desaparecieron más de 400.

En su frustrado acuerdo presupuestario, el PSOE y Podemos pactaron devolver el control sobre las sicavs a la Agencia Tributaria, en lugar de a la CNMV; y este martes, Más País planteaba en su programa electoral abordar “los privilegios tributarios” de estos vehículos, “estableciéndose un tipo efectivo del 15% para los beneficios no distribuidos y reforzando el cumplimiento de la normativa”, una propuesta que recuerda a las planteadas en el pasado por Podemos.

Entretanto, el número de sicavs acumula casi cuatro años a la baja, en paralelo a la caída del número de partícipes. La CNMV explica que entre enero y agosto, el número de accionistas de las sicavs se redujo en 14.126, lo que implicaría un descenso acumulado del 18,1% (unos 90.000 accionistas) desde el máximo del segundo trimestre de 2016, hasta los cerca de 402.000 actuales.

El boletín indica que “el volumen de los reembolsos netos (recompra de acciones) en el mismo periodo ascendió a 788 millones de euros, debido principalmente a las bajas registradas en el periodo”. “A pesar de las reducciones de patrimonio originadas por las bajas y los reembolsos derivados en gran parte de estas, el patrimonio del conjunto de las sicav aumentó moderadamente en el primer semestre de 2019 hasta situarse en 29.105 millones de euros, un 4,6% superior al del cierre de 2018”, según la CNMV.

La explicación está en “el buen comportamiento de los mercados en la primera mitad del año, que generó rendimientos netos de 2.076 millones de euros, lo que representa el 7,5% del patrimonio al finalizar 2018”.

Más de 500 millones

Entre las bajas más relevantes de los últimos meses destacan varias sicavs ligadas a algunos de los mayores patrimonios de España. Sobresalen los hermanos Gallardo, propietarios de los laboratorios Almirall y acogidos a la amnistía fiscal de 2012, que han retirado del régimen sicav sociedades con un patrimonio superior a los 500 millones.

En julio, dejaron de acogerse a ese régimen tres sicavs de los Gallardo: Elitia Invest, una de las mayores de España (con un patrimonio de 411 millones en el tercer trimestre), Red Rock Invest (unos 14,5 millones) y Locker Invest (73,9 millones). También por esas fechas hizo otro tanto una cuarta administrada por directivos de la máxima confianza de la familia, Napa Invest (89,6 millones).

Entre las bajas recientes hay también varios grandes patrimonios relacionados con la nobleza. Una de las últimas sicavs extinguidas (el pasado 16 de octubre) ha sido Uleila Santa María Inversiones, que tenía un patrimonio de 2,921 millones a 30 de junio y estaba presidida por Carlos Martínez Campos Carulla, conde de San Antonio, duque de la Torre, Grande de España, actual presidente de Andbank España e histórico de Barclays en España; y el 13 de septiembre se dio de baja Lizárraga de Inversiones, que presidía Javier de Solís Martínez Campos, conde de Casa Alegre.

También se han caído del registro de sicavs recientemente Impact Inversiones (de los hijos del fallecido Jesús Samper, expresidente del Real Murcia CF); Almagro Capital (de la familia Ybarra) o Gardama de Inversiones, que presidía un de hijo de Alfonso Fierro Viña, uno de los principales banqueros de la dictadura franquista. Esta sicav sentaba en su consejo a Juan María Aguirre, ex director general de Torreal (firma de inversiones del multimillonario Juan Abelló) y consejero de Merlin Properties y Sacyr, entre otras sociedades.

Las sicav tributan al 1% en el Impuesto sobre Sociedades, pero sus accionistas (personas físicas) tributan al 19%, 21% ó 23% en el IRPF, o al 25% en el Impuesto sobre Sociedades (si son personas jurídicas) en el momento en el que venden sus acciones. La Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco) defiende que por eso “no sólo no tienen fiscalidad privilegiada, sino una doble imposición”.