Óscar Puente: “Lo razonable es que el liderazgo en una catástrofe lo asuma quien tiene las competencias”
En las últimas dos semanas, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha estado al frente de los trabajos de recuperación de las infraestructuras destrozadas por la DANA. Días marcados por un cambio de perfil, en el que no ha entrado en la contienda política, sino que ha estado enfocado en la necesidad de afrontar, cuanto antes, el ingente trabajo en carreteras y trenes, con el servicio de Cercanías en la provincia de València seriamente golpeado.
Precisamente, la vuelta a la circulación de los trenes de Alta Velocidad entre València y Madrid ha impedido a Puente estar presente en la IV Jornada de Movilidad Sostenible, organizada por elDiario.es. Horas antes, ha concedido esta entrevista con Ignacio Escolar, en la que valora cómo están desarrollándose los trabajos de recuperación y cómo está afrontando España la modernización de unas infraestructuras que tienen que ser resilientes al impacto del cambio climático.
Sobre la gestión de la DANA, Puente defiende el reparto competencial. “Es indispensable entender cómo está configurado el Estado español para ser consciente de que las operaciones ‘manu militari’, en las que una administración se impone a otra, no funcionan ni pueden funcionar”, argumenta. También, que la gestión correspondía a la administración autonómica. “Lo razonable es que el liderazgo de una recuperación, de una catástrofe como es esta, lo asuma quien tiene las competencias y quien tiene el mayor conocimiento y la mayor proximidad con el territorio”. En paralelo, “lo que tiene que hacer la Administración central es poner todos los recursos a disposición de quien debe ejercer ese liderazgo. Y creo que eso se ha hecho y se ha hecho bien”.
Durante estas dos semanas, Puente no ha buscado el choque político, ni entrar “en las valoraciones, en la asignación de responsabilidades” o “en el puñetazo en la mesa”. “Creo que eso no es operativo, ni es propio de un Estado moderno descentralizado como es el nuestro. Creo que la colaboración es mejor”, sentencia.
Lo prioritario ha sido la recuperación del sistema ferroviario y de la red de carreteras. Lo que antes se ha recuperado ha sido la Alta Velocidad, pero no porque se haya considerado más importante que el Cercanías, sino porque estaba menos dañada. “Hay gente que dice por qué priorizáis la Alta Velocidad”, asume Puente. “No se prioriza nada. Es una cuestión de dimensión, de magnitud del daño. La Alta Velocidad tuvo 1,2 kilómetros dañados en el túnel de Chiva y 2,9 kilómetros del túnel de Torrent, que estaba anegado y lleno de barro. Es decir, la tarea era limpiar el túnel de Torrent completamente, que no ha sido fácil. Hemos sustituido 1,2 kilómetros de vía en el túnel de Chiva, que no es poco. Han sido dos semanas trabajando mañana, tarde y noche en tres turnos. Pero no tiene nada que ver con la magnitud de Cercanías. Estamos hablando de más de 90 kilómetros de red destruida”, resume.
Recuperar por completo la red de Cercanías llevará más tiempo. Las líneas C1 y C2 se prevé que estén operativas, sin tener que recurrir a autobuses sustitutivos, el 22 de diciembre. En cambio, la “C3 está muy destruida”, asume el ministro. “Son 90 kilómetros de trazado y más de la mitad han desaparecido. Ahí nos conformamos, que no es poco, con conectar Valencia con Aldaia también el 22 de diciembre. Aunque no es mucha distancia, sí es mucha población. Hablamos de más de 100.000 personas que se pueden beneficiar de tener el Cercanías rehabilitado”.
En la red de carreteras, las del Estado se han ido rehabilitando en estas dos semanas, con alguna solución provisional y aún no es posible calcular el impacto económico de la DANA en todas las infraestructuras. “Van a hacer falta meses. La red de comunicación a y desde Valencia y todo lo que permite rodear Valencia, las circunvalaciones, grandes vías, las de alta capacidad, de Alta Velocidad. Todo eso está restablecido prácticamente ya, en su totalidad. El problema va a ser la movilidad interior”, señala.
Pese a todo el trabajo, “Valencia, ahora mismo es un queso de Gruyer, y las carreteras de carácter autonómico, provincial o local tienen un nivel de destrucción muy grande y todavía no se está actuando”, apunta. Por tanto, eso va a llevar mucho tiempo. “Quiero reiterar la disposición del Ministerio de Transporte para cooperar en todo lo que sea necesario en vías que no son de nuestra competencia. Nos hemos puesto a disposición del Gobierno de València, de la Diputación y de los ayuntamientos para que, si nos dicen 'encargaros vosotros de estas carreteras', inmediatamente nosotros procedamos a ello”, recalca Puente.
Una petición de participación para la que el Estado está preparado. “En este momento, tengo nueve equipos que estaban dedicados a las obras de carácter ordinario” que pueden “empezar ya si fuera necesario, mañana, pero necesito esa comanda. Necesito que me digan esta obra, esta otra, esta otra. Hazte cargo como Ministerio y arréglalas tú”.
Cambio de perfil
Puente ha cambiado de perfil de comunicación, de entrar al debate a solo hablar de gestión porque “tocaba”. “Me he encargado fundamentalmente de comunicar las cosas que está haciendo mi Ministerio, pero también he salido puntualmente al paso de algunos bulos, como el del parking de Bonaire, como el del número de muertos, el número de desaparecidos. Me parecía terrible que eso se estuviera instalando en la opinión pública sin ninguna base real ni fáctica ni probatoria. Eso, sinceramente, me ha parecido muy preocupante y en algún momento me he metido en un territorio que no era el mío, pero fundamentalmente me he dedicado al transporte”, resume. “En este momento creo que no procede ninguna otra cosa que no sea informar y trabajar. Y yo creo que los ciudadanos tampoco entenderían, ni creo que les guste nada, cómo alguno sigue en esta crisis más dedicado a agredir, a justificarse, a culpar a otros que a trabajar”.
Sin embargo, defiende claramente el papel del Estado y la importancia de los impuestos para poder actuar en cualquier crisis. “Cuando se cuestiona el Estado, cuando se cuestiona la utilidad de los impuestos, creo que la mejor manera de combatir eso es poner encima de la mesa el inmenso trabajo que hace el Estado y el enorme valor que tienen los impuestos que uno paga”, argumenta el responsable de Transportes. “Los impuestos no son para las paguitas, los impuestos son para fortalecer los servicios públicos”, recalca. “Y por eso es tan importante comunicarle a la ciudadanía lo que se está haciendo”.
Y habrá tiempo para hacer balance. “Esta desgracia, pues lamentablemente no está para unos días ni para unas semanas. Veremos a ver por cuántos meses. Por lo tanto, va a haber tiempo, sin duda, para echar la vista atrás, hacer un balance de lo que cada uno hizo, de lo que cada uno aportó y atribuir y exigir responsabilidades”.
Replantear las infraestructuras
La DANA de hace 15 días y la de esta semana, ponen de relieve la importancia de la inversión en infraestructuras, no solo en trenes, también en carreteras y aeropuertos. Sobre estas últimas, está en foco la ampliación de El Prat, en Barcelona, sobre un terreno que podría ser inundable. Puente no cree que “ese sea el mayor problema”. “La ampliación del aeropuerto de El Prat es una buena oportunidad para hacer un buen planteamiento medioambiental de conjunto que mejore la situación del aeropuerto”, plantea.
En los últimos días, también se ha vivido el desprendimiento en la autopista AP-66, que une Asturias con León y donde Puente no ve una falta de mantenimiento o de inversión. “En el caso de la AP-66 estamos hablando de un colapso de un muro que estaba apuntalado, que estaba reforzado. Estamos hablando de una orografía extremadamente compleja y en la que este tipo de eventos se producen con cierta frecuencia”, asume.
“Yo no extrapolaría ese caso al conjunto de la conservación de la red de carreteras”, argumenta. “Estamos destinando casi 1.400 millones de euros a la conservación de carreteras al año y estamos, por tanto, cerca de la cifra que se consideraría el mínimo indispensable para una conservación adecuada que está en torno a los 1.500 millones de euros. Lo ideal sería elevar esa cifra hasta los 2.000 millones”, reconoce. “Es más, como consecuencia del cambio climático y de los fenómenos meteorológicos extremos que se van a ir produciendo cada año, lo vamos a tener que hacer queramos o no, porque va a haber unos costes extraordinarios que se van a ir convirtiendo en ordinarios”.
Los problemas en la red ferroviaria
En los últimos meses también se han multiplicado los problemas y las incidencias en la red ferroviaria. Una de las últimas, el descarrilamiento de un tren en el túnel que une las estaciones madrileñas de Chamartín y Atocha, que ha dejado una vía inutilizada. “Sabemos lo que pasó. No sabemos muy bien por qué”, admite el ministro. “Era un tren que se remolcaba de un taller a otro por un modelo idéntico que llevaba, que iba en doble composición con un sistema de anclaje” que es “prácticamente inexpugnable”. “En un momento determinado parece que uno de los dos trenes, el que remolcaba, pierde tracción”, explica Puente. “Decide hacer una maniobra que está por esclarecer qué pasa, en primer lugar, por aislar los frenos del tren que se estaba remolcando”. Y, en segundo lugar, “soltar el tren con el resultado de que el tren se deslizó pendiente abajo y acabó contra un muro”. Un tren que, finalmente, irá retirándose por piezas.
Puente asume los problemas de estos últimos meses que coinciden con la renovación de estaciones como la de Chamartín o Sants, en Barcelona. Obras que coinciden por “necesidad y la disponibilidad de recursos”. “En estos últimos cinco años España ha incorporado 750 kilómetros de red de alta velocidad de vías de alta velocidad, más que los que tienen todos los países de la Unión Europea juntos si exceptuamos a Francia, Alemania e Italia”. Un crecimiento de la red que ha superado las expectativas de varias infraestructuras, como la citada de Chamartín.
“El año pasado ya hicimos récord de inversión en tren convencional, 1.400 millones. Este año nos vamos a ir a los 2.000 millones”, enumera Puente. “Adif está batiendo todos los récords de licitación de obra. Casi 4.000 millones. No hay ningún país de Europa que haga una inversión semejante. Solo China está invirtiendo ese tipo de cantidad”, añade. “España tiene un sistema ferroviario sobresaliente” aunque tiene problemas. “Sí, indudablemente, pero no por desidia, por lo contrario”, concluye el responsable de Transportes.
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