El jefe de la patronal bancaria ve a la banca como una solución a la crisis y no un problema

Este miércoles ha sido el turno para que compareciera José María Roldán, exdirector General de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, en la Comisión para la investigación de la crisis financiera. Roldán es actualmente el presidente de la patronal bancaria (conocida por sus siglas como AEB). El directivo ha hecho poca autocrítica en su comparecencia al analizar el papel de la banca en la crisis financiera destacando que el modelo comercial de los grandes bancos era el “adecuado”. Roldán ha añadido que sin ellos la crisis habría sido “más intensa y dolorosa y probablemente aún no la habríamos superado”.

“A diferencia de otros países”, ha continuado Roldán en una intervención, “los grandes bancos han sido elementos de estabilidad que han servido para salir de la crisis”. Roldán ha señala que durante algunos momentos de la crisis “el rating de algunos grandes bancos españoles estuvo por encima de la del país”.

El que fuera directivo del Banco de España ha apuntado que “no tuvieron que ser rescatados con dinero público”. Poniendo el foco en que fueron las cajas de ahorro las entidades que más problemas tuvieron durante la crisis. En este sentido, ha señalado que la Troika pidió que las cajas se transformaran en bancos para, entre otros puntos, “mejorar sus sistemas de gobernanza”.

Respecto al rescate, ha añadido que los bancos pusieron más de 20.000 millones de euros. Algo que hicieron a través del Fondo de Garantías de Depósitos.

En su opinión, el modelo de banca comercial del sector en España, centrado en acompañar al cliente y ayudar a conseguir sus objetivos, es el “adecuado”, aunque ello no haya evitado que algunas entidades cayeran. Roldán ha aceptado que este modelo comercial “no blinda al sector ante algunos comportamientos”, entre los que ha destacado el “monocultivo” inmobiliario o las hipotecas.

Sobre este periodo de turbulencias ha recordado de que “ni las mentes más privilegiadas, ni las instituciones más prestigiosas, fueron capaces de ver, pocos meses antes, la magnitud de lo que se nos venía encima”.

“Ni en 2008, antes de la caída de Lehman Brothers, ni en 2011, antes de la crisis del euro”, ha añadido.

Y aunque ha explicado que desde entonces se ha avanzado mucho en la regulación y supervisión bancaria, cree que no ha sido así con el sistema financiero en la sombra, que sigue siendo un “trabajo pendiente de culminar”.