La plantilla de la Agencia Tributaria cuenta en la actualidad con 25.400 efectivos, 2.000 menos que a finales de 2008, según datos del organismo. Con estas cifras, para igualar la media de la Unión Europea este conjunto de trabajadores debería crecer un 57%, a tenor de los datos que la AEAT recoge en el plan estratégico 2020-2023, recientemente publicado.
El organismo explica no obstante que esta es una cifra que “no es realista trasladar” al caso español debido a varios factores. El análisis de la AEAT indica que en esta gran diferencia influye muy directamente el hecho de que los países pequeños no puedan aplicar economías de escala en la misma medida que los grandes. Esto significa que creada la organización básica de Hacienda y si actúa sobre una estructura económica y social similar, el aumento del número de contribuyentes no tiene por qué exigir un aumento proporcional de funcionarios de Hacienda, ya que es posible aprovechar la organización básica y reducir el coste de cada unidad producida (ratio funcionario/contribuyente) a medida que aumenta el volumen de producción (número de contribuyentes a atender).
Por otra parte, el sistema de provisión de puestos de trabajo español, que atiende a los principios de mérito y capacidad, impide grandes incrementos de plantilla en el corto o medio plazo, añade el informe.
Más comparable resultaría la media de los cinco grandes países de la UE (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España), de los que nos separa individualmente un porcentaje del 21%. De hecho, dado que en el cálculo se incluye a la propia España, que probablemente baja la media, el crecimiento debería ser aún mayor para alcanzar a los países similares.
Para eliminar estos diferenciales con grandes países (incluida España en el cálculo), la plantilla de la Agencia Tributaria tendría que incrementarse un 21% respecto de la existente en 2017, fecha a la que se refieren los datos comparables de la OCDE, y el número de empleados debería pasar de 25.152 a 30.434. Si se intentase igualar la media de la UE, habría que elevar un 57% el dato de partida llegando a 39.489 empleados.
Los objetivos planteados por la AEAT son más modestos, y cuenta con avanzar “de manera decidida y en la media en que lo permitan las circunstancias” para recuperar una plantilla de dimensiones más próximas a las que han sido habituales durante toda su historia, en la que casi siempre ha contado con más de 27.000 empleados alcanzando máximos en el entorno de los 28.000 (esto es, entre un 6 y un 10% más que ahora).
En su informe, la AEAT recuerda la elevada edad media de la plantilla (52,16 años en 2018) y el previsible escenario de jubilaciones en los próximos años “que van a alcanzar los niveles más altos de la historia”, así como las dificultades para la incorporación de nuevos efectivos de determinados colectivos después de años con ofertas de empleo públicas reducidas.
Oposiciones pero también otros sistemas
Como ya ha señalado en otras ocasiones, la Agencia Tributaria quiere avanzar hacia un equilibrio entre el sistema actual de oposiciones como vía de entrada y la captación de profesionales por otras vías, por ejemplo expertos informáticos y tecnológicos, aunque creen que los exámenes tradicionales deben seguir siendo “el sistema objetivo y primario de acceso” a los cuerpos adscritos.
“Se requiere una reflexión sobre la configuración actual de los procesos selectivos con el fin de hacerlos más atractivos, en particular analizando sus desventajas en términos de duración e incertidumbre de éxito y promoviendo fórmulas para ayudar al acceso a la función pública desde posiciones económicas o sociales menos favorecidas para conseguir una estructura futura de personal alineada con sus necesidades”, afirman.