El presidente brasileño, Michel Temer, viajó hoy hacia la ciudad suiza de Davos para participar en el Foro Económico Mundial, en el que presentará los planes de privatización y concesiones al sector privado que promueve su Gobierno.
Esos planes, que abarcan casi todas las áreas de infraestructura, en las que Brasil tiene unas graves deficiencias, serán expuestos por Temer el próximo miércoles ante cientos de hombres de negocios congregados en esa ciudad al pie de los Alpes suizos.
La carpeta de proyectos abiertos a la inversión privada nacional y extranjera que presentará Temer incluye unas 75 iniciativas que, según los cálculos del Gobierno, demandarán capitales por el orden de los 130.000 millones de reales (40.625 millones de dólares) para este año.
Uno de los principales planes pasa por la apertura del capital de la empresa Eletrobras, un gigante del sector eléctrico en el que el Estado brasileño aspira a reducir sensiblemente su participación, a fin de llevarla incluso a menos del 50 %.
Esa operación depende de la aprobación del Congreso, al que el Gobierno remitió la semana pasada el proyecto correspondiente, en el cual plantea una oferta de nuevas acciones en bolsa que pudiera ser acompañada con la venta de parte de los papeles que posee el Estado.
Las acciones de la empresa, de capital mixto aunque controlada por el Estado brasileño, cotizan en las bolsas de Sao Paulo, Madrid y Nueva York, en las que serían ejecutadas las operaciones al mismo tiempo.
Según cálculos oficiales, el Gobierno obtendría con ese negocio unos 12.200 millones de reales (3.812 millones de dólares), aunque todo el proceso dependerá de la Justicia, que en forma cautelar ha paralizado el trámite y pedido explicaciones sobre el carácter de “urgencia” que se le ha atribuido a la privatización de la empresa.
En el plan que será presentado por Temer en Davos también han sido incluidas decenas de proyectos para la construcción u operación de aeropuertos, puertos, carreteras, ferrocarriles, líneas de transmisión eléctrica y otras infraestructuras.
El portavoz de la Presidencia brasileña, Alexandre Parola, ha anticipado que también Temer intentará convencer a los inversores globales del empeño de su Gobierno en la aprobación de una reforma del régimen de jubilaciones, con la que busca contener el crónico déficit en esa área, que repercute en las cuentas públicas.
Según un informe oficial divulgado hoy, ese déficit alcanzó un nuevo récord el año pasado, cuando se situó en 268.700 millones de reales (unos 83.968,7 millones de dólares), equivalentes al 2,8 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país.
De acuerdo a su portavoz, Temer “llevará a Davos el mensaje de que Brasil retomó su rumbo de crecimiento y prosperidad, y que está cada vez más preparado para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Un mensaje de un Brasil más moderno, competitivo y abierto, y que hoy ofrece excelentes oportunidades de inversión”.