El socialdemócrata alemán Bernd Lange (Odemburgo, 1955) ha sido el ponente del informe de opinión del Parlamento Europeo sobre el Acuerdo de Libre Comercio entre EEUU y Europa (conocido por sus siglas en inglés TTIP) que levantó tanta polvareda al necesitar varias votaciones para lograr el visto bueno que permitiera seguir con las negociaciones. Aquel rifirrafe se saldó con una revisión del mecanismo de arbitraje propuesto por Bruselas que ahora está estudiando Washington.
Lange recibe a eldiario.es en su despacho de Estrasburgo el miércoles 7 de octubre, justo al terminar la comparecencia de Angela Merkel y François Hollande en la Eurocámara. Con la voz algo ronca y en ocasiones lacónico al referirse al tratado -sensación que él mismo corrige instintivamente- , el eurodiputado defiende el TTIP pero contempla asimismo la opción de que el acuerdo no prospere, bien por la demora de Estados Unidos a la hora de negociar, bien por el rechazo del Parlamento Europeo.
¿Cuál es la situación actual del TTIP en las negociaciones con Estados Unidos?
Bueno, no hay mucho nuevo creo. La posición del Parlamento Europeo quedó clara el 8 de julio. La posición del Consejo es clara. La de la Comisión, también. Tan solo discutimos los detalles del nuevo sistema de arbitraje inversor-Estado. Al otro lado no está tan claro.
¿A qué se refiere? ¿EEUU no es tan favorable al tratado como la UE?
Eso es. Mientras de nuestro lado todo está claro, del otro lado no hay propuestas sobre la mesa.
¿Está la negociación en su momento más difícil?
Una de las razones por las que el lado norteamericano está, digamos, más tranquilo es que en algunas cuestiones importantes las posiciones son muy diferentes.
¿Cómo cuáles?
Está la contratación pública, los derechos intelectuales de propiedad, los datos personales, la protección de derechos laborales… vamos, un montón de puntos calientes que no se están abordando aún como debieran. El primer intento de conseguir un acuerdo parece que se ha ido.
¿Cree que el TTIP puede fracasar?
Pues por supuesto que no tengo ninguna garantía. A pesar de los obstáculos, nosotros queremos negociar y vamos a ver qué se consigue. Pero claro que la situación puede ser menos favorable o menos clara. El secretario de Estado francés manifestó que quería ver progresos.
Francia se queja de que, aunque Europa ha transigido y está negociando el nuevo tribunal para conflictos empresa-Estado, no hay garantías sobre la protección a las denominaciones de origen.
Sí, ese es otro de los principales problemas porque en el capítulo de las indicaciones protegidas Estados Unidos no tiene mucha voluntad de querer negociar. Así que iremos viendo. Parece que no se va a decidir ahora, pero es que también queremos alcanzar un buen acuerdo con estándares elevados y reglas claras para la economía globalizada. Y si es alcanzable, pues muy bien; y si no, pues ya veremos.
¿Francia puede ser un obstáculo importante para sacar adelante el tratado?
Hasta ahora no ha habido apenas diferencias entre los estados miembros. Y al final recuerdo que es el Parlamento Europeo el que decide. La pasada legislatura adoptamos muchos acuerdos comerciales pero rechazamos dos: un pequeño acuerdo comercial y uno grande, el ACTA. Y este último contra la opinión de la Comisión, contra 27 estados miembros y contra otros países que estaban en el acuerdo, entre ellos Estados Unidos. ¡Esperemos a ver!
¿Podría suceder que el Parlamento lo tumbe?
La Eurocámara adoptó una resolución el 8 de julio y tenemos que estar orgullosos de ello. Ya hemos dejado las líneas maestras en defensa de nuestros intereses. Y creo que esa resolución ha tenido bastante impacto en la negociación, como ha ocurrido con el mecanismo de arbitraje. Hace un año la Comisión estaba convencida del viejo sistema de ISDS [compuesto por árbitros procedentes del sector privado] y ahora ha tenido que encontrar una nueva fórmula [jueces de carrera] Si el acuerdo final no está en línea con nuestras posiciones, supongo que será rechazado.
¿EEUU aceptará este nuevo mecanismo de arbitraje con jueces públicos?
Centrémonos en nuestra propia posición. ¡No en lo que Estados Unidos haga o deje de hacer! Queremos negociar, no aceptar totalmente su posición.
El Parlamento también parece más dividido sobre el TTIP…
No estoy de acuerdo.
En concreto en la bancada progresista con los socialistas franceses y belgas
En el grupo tenemos algunas diferencias procedentes de, por decirlo de alguna manera, nuestro propio bagaje. Pero más allá de eso dentro no se da el debate de a favor o en contra del TTIP. Todos queremos negociar, pero basándonos en una posición realista europea. Y esas divisiones entre los socialdemócratas serán determinantes a la hora de votar sí o no. Por eso apelo también a la responsabilidad.