El economista Juan Torres, miembro del consejo científico de la organización ATTAC, autor, junto a Vicenç Navarro, de publicaciones como 'Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero' y de la primera propuesta económica de Podemos, da algunas claves sobre el impacto del brexit.
¿Cómo valora el triunfo del brexit en el referéndum en Reino Unido, qué puede pasar ahora?
Reino Unido siempre ha establecido sus especificidades, ha sido el no saber gestionarlas lo que ha llevado a esta situación. Ahora hay tres posibilidades. Puede que haya un intento rápido de revertir la situación, como ha sucedido en otros casos, incluso con la convocatoria de otro referéndum, o que en las próximas elecciones haya quien se presente con la idea de hacer una nueva consulta. También puede que al final, después de estos dos años, todo quede en nada. Y hay una tercera posibilidad, que es que se produzca la salida y se abra un proceso de reflexión en la Unión Europea.
¿Qué efectos puede tener el resultado del referéndum en términos económicos?
Hay aún un proceso de dos años, queda tiempo. Va a haber unos primeros momentos de perturbación, de lío en las bolsas, que creo que se suavizarán. Volveremos a la normalidad en cuanto se consolide una vía de acción. Pero yo no veo que sea razonable pensar que se vayan a producir unos efectos tan dramáticos como se decía. Es normal que antes del referéndum se haya querido echar toda la leña al fuego pero francamente creo que no va a ser así. Hay que recomponer posiciones, pero esto no es de hoy para mañana, ahora hay dos años en los que hay que negociar. En función de eso veremos como termina. Es un proceso, no un trauma.
Dice que esto puede derivar en un proceso de reflexión en la Unión Europea, ¿en qué sentido?, ¿hasta qué punto las políticas de austeridad de los últimos años han influido en lo que ha sucedido?
Esta es una decisión muy compleja, ha habido muchas razones por las cuales se ha votado en contra. Decir que se ha querido salir de Europa por la austeridad no es así, también hay a quien le hubiera gustado que esa austeridad hubiera sido mayor. Otra cosa es que eso ha sido algo que también se haya tenido en cuenta. Es una suma de razones. Ahora, quien tiene un problema ahora, además del Gobierno de Reino Unido que se metió en un berenjenal, es Europa porque ha perdido un socio. Era una china en el zapato, pero Reino Unido era una potencia importante y que deje de ser tu socio es como para que Europa se mire en el espejo y reflexione. Es verdad también que desaparece una de las bridas más importantes que probablemente estaban frenando cambios más sociales en Europa.
Mi deseo es que Europa deje de ser el proyecto desagradable y poco atractivo que es. Conociendo un poco cómo está siendo gobernada y la falta de inteligencia y la servidumbre de los poderes europeos frente a las grandes corporaciones y a la burocracia uno tienen que escarbar mucho para encontrar esperanza. La torpeza y la insensatez y el fundamentalismo reaccionario de los dirigentes europeos es épico, no hay en el mundo un caso igual de empecinamiento.
Entonces dice que las consecuencias en términos económicos no son tan tremendas. ¿El desplome de las bolsas y especialmente de algunas empresas se debe solo a esos primeros momentos de perturbación de los que habla?
Son movimientos especulativos. Hoy día sabemos que las bolsas son los que son, casinos. Ahora están respondiendo a las apuestas y eso se va a notar durante un tiempo. Como va a haber incertidumbre, va a haber más inestabilidad, eso está claro. Pero en cuanto se vayan consolidando las líneas de desarrollo las cosas se irán encauzando. He oído a analistas decir que si Reino Unido salía iba a devaluar la libra y eso nos afectaría. Pero si a Reino Unido le interesara hacer eso ya puede hacerlo porque tiene soberanía monetaria. Le puede interesar dejar Europa pero ni a él ni a Europa les va a interesar dejarse de comprar y vender, por tanto llegarán a cuerdos que faciliten ese comercio. Ni los defensores ni los contrarios a la permanencia quieren acabar con el turismo británico en Europa o con el comercio bilateral, luego en estos dos años establecerán un mecanismo para que las cosas sigan siendo más o menos igual.