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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El supermercado Aldi se pone a hacer miles de pisos en Alemania para “solucionar el problema de la vivienda”

Aldi es una de esas compañías familiares alemanas de éxito internacional. Sus fundadores, los hermanos Karl y Theo Albrech, hicieron fortuna, al igual que sus herederos, a base de ofrecer productos de alimentación a precios reducidos. El suyo no es un sector donde resulte fácil triunfar. Alemania es el país de Lidl – el líder de la alimentación con precios de descuento –, pero también el de Penny o Netto. Todas estas compañías ofrecen mayormente productos de alimentación a precios reducidos. Satisfacen a un país de “cazadores de ofertas”. Así define a sus compatriotas alemanes Markus Wotruba, director de la asesora comercial BBE, en Múnich.

En esa red de supermercados de descuento sólo Aldi quiere apostar por crear soluciones para los problemas de vivienda que experimenta Alemania. El mercado inmobiliario alemán se caracteriza por la carestía del suelo destinado a la construcción de viviendas y presentar, en general, precios al alza. Según las cuentas del sector, desde 1995, el precio del suelo destinado a la construcción se ha encarecido un 170%.

En los últimos cuatro años, se construyeron un millón de viviendas en Alemania, un registro insuficiente. De ahí que Lukas Siebenkotten, presidente de la Asociación Alemana de Inquilinos, hable de la necesidad de una “ofensiva nacional” en el área de vivienda, a nivel federal, estatal y municipal. En Berlín, por ejemplo, no se construye lo suficiente para abastecer la demanda. De acuerdo con estimaciones del Gobierno de la capital germana, esta metrópolis del este alemán gana, por año, entre 50.000 y 60.000 nuevos habitantes. Con el actual ritmo con el que se construye en Berlín, apenas salen cada año al mercado unas 16.000 viviendas nuevas.

En este contexto, Aldi se muestra dispuesto a ofrecer una “solución orientada hacia el futuro”, según Jörg Michalek. Él es el responsable de la rama inmobiliaria de Aldi. Michalek está detrás de la idea de Aldi de crear espacio para 2.000 viviendas en Berlín sobre una treintena de lugares ocupados por filiales de esta cadena de supermercados. Su proyecto, según explicaba recientemente en un comunicado de su empresa, consiste en una “combinación de supermercado Aldi y un espacio habitable asegurado”. Para visualizarlo, basta imaginarse un supermercado sobre el que se levanta un edificio de varias plantas destinado a la vivienda.

“Con nuestros planes en Berlín estamos respondiendo principalmente al deseo de nuestros clientes, conectándolo con las condiciones de planificación urbana de Berlín”, explican a eldiario.es desde Aldi, cuya sede central se encuentra en Essen (oeste germano). Allí aseguran que la prioridad de la empresa sigue siendo el comercio de alimentos, pero apuntan que trabajan también en lo que llaman la “red de filiales del futuro” de la empresa, que aunaría supermercados y viviendas.

Precios de alquiler reducidos

En concreto, hay dos proyectos pilotos en marcha en Berlín, uno en el distrito de Lichtenberg y otro en el de Neukölln, situados respectivamente al este y al sur de la capital. La intención de Aldi es que de aquí a 2019 se puedan ofrecer allí hasta 200 viviendas. Se trata de apartamentos de tamaño variable, de entre una y tres habitaciones. “Ofreceremos voluntariamente un tercio a la vivienda social”, comentan en Aldi.

En esos apartamentos “sociales” el precio del metro cuadrado en alquiler será de 6,50 euros. En el resto, podría alcanzar un máximo de 10 euros por metro cuadrado, “por debajo del precio de alquiler en esos distritos”, aseguran en Aldi. No es raro encontrar en barrios como Neukölln alquileres de entre 14 y 17 euros por metro cuadrado. La gran mayoría de los propietarios allí y en buena parte de Alemania ponen precios a sus rentas superiores a lo establecido por las legislación en materia de vivienda.

“El concepto de Aldi siempre ha sido ofrecer precios reducidos, algo a considerar en el actual contexto, en el que está claro que los precios del mercado inmobiliario se han disparado”, apunta Volker Eichener, profesor de Ciencias Políticas y Política Social en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Düsseldorf. Sin embargo, Eichener es escéptico con la aventura inmobiliaria de Aldi. “No es la primera vez que actores de un sector diferente al de la construcción llegan al mercado inmobiliario con la idea de utilizar sus principios para construir apartamentos”, apunta Eichener, citando, por ejemplo al gigante sueco del mobiliario Ikea.

¿Una jugada de marketing?

La empresa sueca se lanzó hace unos años en algunos proyectos inmobiliarios que prometían alojamiento barato en Londres. La idea – como toda buena oferta – despertó especial interés en Alemania. Pero aquí acabó decepcionando a más de uno. “La construcción de apartamentos de Ikea: ¿Todavía planeando o ya estás construyendo?”, titulaba allá por 2012 el diario Hamburger Abendblatt. “Las ideas de Ikea aparentemente no han tenido éxito”, comenta al respecto Eichener.

“No sé si Aldi podrá ofrecer algo al mercado inmobiliario. Tengo tendencia a pensar que estamos ante un golpe de mercadotecnia”, asegura Eichener, aludiendo a las intenciones inmobiliarias de Aldi. Para este experto en el mercado inmobiliario alemán, “lo interesante para Aldi es que se hable de la empresa con este tipo de proyectos, más allá o de que logre o no sus objetivos”, abunda.

Ésto es precisamente lo que han hecho los medios de comunicación alemanes, especialmente en Berlín. Diarios como el Tagesspiegel o el Berliner Morgenpost cubrieron con solvencia la presentación de los planes de Aldi. El interés, sin embargo, también ha alcanzado a la política de la ciudad-estado.

“Por fin un supermercado se pone serio. Desde hace años, en Los Verdes hemos hecho esta demanda”, ha señalado, por ejemplo, Andreas Otto, diputado regional de la formación ecologista. Los Verdes, junto con la formación izquierdista Die Linke y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) tienen las riendas del Gobierno berlinés desde 2016.

Sin duda, construir casas no es lo mismo que vender alimentos a precios low-cost. Según la ministra de Economía de Berlín, la también ecologista Ramona Pop, aún no hay una “salida estructurada” ante la escasez de vivienda en la capital alemana. Este problema es uno de los grandes desafíos de la ciudad, de acuerdo con Pop. El tiempo dirá si Aldi arrima ahora el hombro o sólo busca conseguir publicidad a costa de los problemas de espacio habitable de Berlín.