“Estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas, si se requieren, para cumplir los objetivos”. Así se expresa Mariano Rajoy en una carta dirigida al jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a la que ha tenido acceso El País. En la misiva, el presidente del Gobierno en funciones no especifica en qué consistirían esos ajustes, pero sí que se producirían “en la segunda mitad de año, una vez que haya nuevo Gobierno”.
El escrito está fechado a 5 de mayo, pocos días antes de que Bruselas anunciase que posponía hasta julio el procedimiento que podría desembocar en una multa por incumplir los objetivos fiscales interpuestos por la Unión Europea. También es anterior a la publicación de la entrevista con el Financial Times en la que Mariano Rajoy auguró nuevas bajadas de impuestos si salía ganador de las elecciones del 26-J (tal y como también prometió en la campaña electoral para el 20D).
España cerró 2015 con un déficit del 5% del PIB (muy por encima de lo comprometido) y la Comisión Europea ha pospuesto la posible sanción económica por este desvío para julio, de forma que no afecte a las elecciones generales. Visto el contenido de la carta, parece que el lobby que hizo el Gobierno en funciones a Bruselas ha surtido efecto.
En la carta dirigida a Juncker, el presidente del Gobierno en funciones explica el incumplimiento del déficit con lo que él llama un “contexto político complejo” y, además, echa la culpa de él a las autonomías. Afirma que el calendario electoral, con autonómicas y municipales celebradas el pasado mayo, llevó a “desvíos presupuestarios en las Administraciones regionales muy notables”, mientras que la Administración central sí cumple sus metas “compatibilizando además con rebajas de impuestos”.
Asimismo, el líder del PP insiste en el esfuerzo realizado durante la última legislatura y señala su “compromiso personal y el de mi gobierno con el cumplimiento de las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”. Asegura que ya se están llevando a cabo medidas que “contribuirán a aumentar el crecimiento esperado y la creación de empleo y que, por tanto, permitirán situar el déficit por debajo del 3% en 2017”, y concluye con su promesa de “nuevas medidas” para la segunda mitad del año.
Un programa que no contemplaba recortes
Mariano Rajoy ha dicho en público durante semanas que no harían falta más recortes, más allá del acuerdo de no disponibilidad de gasto para 2016 que supone un ahorro entre la Administración Central y las autonomías de unos 4.000 millones y que podría ampliarse en 2017. En el programa electoral del 26J de su partido no se contemplaban más recortes, como tampoco figuraban en el que presentó para el 20D. El ministro de Economía, Luis de Guindos, también afirmó el mes pasado que descartaba medidas tan duras como las ejecutadas en 2012 para lograr el objetivo de este año: “Es perfectamente alcanzable”.
El pasado jueves en Palma de Mallorca, Mariano Rajoy rechazó la idea de que la Unión Europea haya impuesto una multa a España o la vaya a imponer en el futuro: “No ha habido ningún procedimiento de sanción”. Además, según informaba El País, aseguró que una teórica multa se computaría, llegado el caso, como deuda pública y no afectaría a los objetivos de déficit.