“Cada día 267.000 personas no acudieron a su puesto de trabajo pese a no estar de baja médica”. Es uno de los datos sobre absentismo laboral que destacó esta semana la empresa de recursos humanos Randstad, cuyo servicio de estudios presentó su informe referido al primer trimestre del año. Es lo que la compañía denomina “absentismo no justificado” por baja médica. Randstad incluye dentro de este concepto desde las bajas por maternidad, el tiempo de descanso como compensación por hacer horas extra hasta los permisos reconocidos por la muerte de un familiar, entre otros conceptos.
“Cuando uno habla a nivel de la calle, lo que la gente entiende por absentismo es que ayer fui a cenar, me tomé cuatro copas y hoy he llamado al trabajo y no voy. A esa definición popular le están metiendo cosas que no son eso. Están generando una opinión en contra de derechos”, critica Raül Segarra, estadístico del departamento de Trabajo y Asuntos Sociales de la Generalitat de Catalunya. El tradicional informe de absentismo de Adecco, que va por su octava edición, también incluye bajo el paraguas del “absentismo laboral” este tipo de ausencias.
Segarra alertó en su perfil de Twitter sobre esta construcción del concepto “absentismo laboral” tras analizar los últimos datos difundidos por Randstad Research. “En la metodología no queda demasiado claro cómo sacan los datos, solo dicen que son del INE de la Encuesta de Coste Laboral”, explica el estadístico a eldiario.es.
El INE ofrece datos sobre las horas pactadas de trabajo, las efectivamente trabajadas y las no trabajadas. Dentro de estas últimas –que recogen solo las horas remuneradas no trabajadas, según explican desde el organismo–, se contemplan una gran variedad de ausencias: las vacaciones y días festivos, las bajas por enfermedad (Incapacidad Temporal, IT), los días de permiso por maternidad y otros motivos personales (como el entierro de tu madre, por ejemplo), los descansos por haber hecho horas extraordinarias, las visitas médicas y los ceses provocados desde la empresa “por razones técnicas, organizativas o de producción”, entre otras.
El estudio de Randstad recoge que “los datos correspondientes al primer trimestre del 2019 ponen de manifiesto que en España el nivel de absentismo ha provocado la pérdida de un 5,2% de las horas pactadas, mientras que el absentismo no justificado ha supuesto la pérdida de un 1,4% de las horas pactadas en el período referido”.
Raül Segarra contrastó las cifras de Randstad y comprobó que los datos de “absentismo” o “absentismo en sentido amplio” se refieren a todas las horas pactadas y no trabajadas, excepto las vacaciones y los días festivos. Y lo que llaman “absentismo no justificado por IT” o “absentismo injustificado” se refiere a todo ese absentismo total menos las bajas médicas (IT).
Es decir, que el “absentismo laboral” incluye toda una serie de permisos reconocidos y pactados por la legislación laboral y los convenios colectivos, ceses motivados incluso desde la propia empresa, horas sindicales y faltas ocasionadas por fuerzas ajenas al trabajador y la compañía, como puede ser la rotura de una máquina o accidentes atmosféricos.
Randstad: “Quizá la terminología es un poco engañosa”
El director de Randstad Research, Valentín Bote, confirma a eldiario.es que todos estos conceptos están incluidos dentro de la definición de absentismo que maneja la empresa. “Quizá eso es una aclaración importante. Hablamos de absentismo total y absentismo no justificado por baja médica. Pero no decimos que sea no justificado por otros motivos”, afirma.
Sin embargo, en el informe aparece en varias ocasiones el “absentismo injustificado” o “no justificado” sin referencia a las bajas por incapacidad temporal. Tampoco explica los otros motivos que pueden justificar estas ausencias.
“Quizá la terminología es un poco engañosa. Nos referimos a que no está justificado por una baja médica”, insiste Bote, que reflexiona sobre que “quizás deberíamos retocar la terminología para evitar esa confusión. Porque lo que queremos decir es que a lo mejor está plenamente justificado, no quiere decir que sea malo”.
Dentro de ese absentismo no justificado por bajas médicas, el director de Randstad Research argumenta que “hay factores que son totalmente normales y que no generan ningún problema y también esos casos que realmente todo el mundo identifica en su mente de absentismo no justificado. Es el que el fin de semana lo ha dado todo y el lunes no está en condiciones de ir a trabajar o el jeta busca la manera de no ir a trabajar diciendo cualquier cosa”. El informe no desglosa los datos de esas ausencias realmente injustificadas, sobre las que no hay datos.
Tanto Randstad como Adecco construyen en sus informes el concepto de absentismo y reconocen que no hay una definición común u oficial sobre el término. Fuentes del Ministerio de Trabajo explican que no hace “ningún tipo de explotación de datos sobre absentismo”, ya que “de hecho ni siquiera hay una definición legal porque existen distintas interpretaciones sobre si la ausencia por enfermedad justificada debería considerarse o no absentismo”.
En Adecco sostienen que “es verdad que la palabra absentismo tiene un contenido peyorativo vinculado a un supuesto incumplimiento del trabajador, pero nuestro objetivo fue medir toda ausencia”. Javier Blasco, director de Adecco Group Institute, explica que “yo siempre hablo del ejemplo del colesterol, lo hay bueno y malo, y ambos se miden. Pues hay ausencias que hay que medir, aunque sean buenas (maternidades, permisos de lactancia, etc.), precisamente para dimensionar las coberturas, y hay ausencias más 'patológicas' que son las que hay que tratar de gestionar para minimizarlas”.
“Culpar” al trabajador del ejercicio de un derecho
Cada vez que se publica alguna de estas estadísticas sobre absentismo laboral, los sindicatos rechazan las cifras. “No compartimos que se llame absentismo a la enfermedad, o se alimente el fantasma del fraude entre la población laboral”, ha defendido UGT.
Pedro J. Linares, secretario de Salud Laboral de CCOO, considera que la construcción de estos indicadores y los términos que utilizan sus responsables para hablar del absentismo no son inocuos. “Se lleva al terreno de culpabilizar a las personas por ejercer sus derechos. Por ejemplo, cuando escuchamos que una persona se ha tomado 'todos los días, cuatro días', por la muerte de su madre. Pues, claro, es que son para eso”, argumenta el sindicalista sobre los discursos que se reproducen en el seno de las empresas.
Y no solo se escuchan en la privacidad de los centros de trabajo. Estos relatos han encontrado altavoz también en la propia patronal, como cuando José de la Cavada, en su momento responsable de relaciones laborales de CEOE, criticó los cuatro días de permiso por defunción de un familiar “porque los viajes no se hacen en diligencia”.
“El lenguaje no es neutro, está encaminado a generar una opinión. Seguramente cumplen con una función de lobby, para que no mejoren algunos derechos o que no se tenga ciertas ventajas”, considera Raül Segarra sobre la labor de los informes de empresas de recursos humanos. El estadístico subraya que hay “formas y formas de actuar” en las políticas de recursos humanos y algunas “intentan mejorar las condiciones de los trabajadores y que las empresas sean más productivas, en las que todo el mundo sale ganando”.
El director de Randstad Research dice que en realidad el organismo pretende “quitarle ese aspecto como negativo a todo componente de lo que podemos llamar absentismo”. Sobre por qué entonces aseguran en su estudio que el absentismo es “un problema grave para las empresas españolas”, Valentín Bote explica que la falta del trabajador, aunque esté justificada, “supone una reducción de productividad para la empresa. Está el problema de los recursos que tienes que destinar a sustituir al trabajador, la producción que no se genera, a veces el mal ambiente que se crea con el resto de trabajadores que sí son cumplidores y hacen el trabajo de otros...”.
Desde CCOO animan a poner luz sobre estos datos y advierten del riesgo de que estas cifras de absentismo laboral sin matices circulen cada cierto tiempo. “Genera presión sobre los trabajadores para que no ejerzan sus derechos. Para tomarse solo unos días de permiso y no todos, para quedarse en casa cuando están enfermos o pedir antes el alta para incorporarse al trabajo”, destaca Pedro J. Linares.