La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha afirmado este jueves que los gobiernos de España y Portugal tienen previsto presentar una propuesta conjunta al resto de socios europeos para limitar el precio del megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista a 180 euros.
Este precio máximo era una referencia que existía en la regulación española y portuguesa hasta que en 2019 una directiva europea prohibió mantener topes a las ofertas de las empresas eléctricas en el mercado mayorista.
En declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, la ministra ha considerado que, si hace apenas dos años ese precio “parecía una locura a la que nunca se llegaría y hoy está ampliamente superada”, es “poco discutible que debe ser el tope máximo que debemos aceptar en nuestro mercado”.
En este escenario, ha insistido en que el Gobierno está esperando a tomar medidas hasta que tenga la respuesta de la Comisión Europea, algo que puede ser visto como “una oportunidad para construir más Europa”, si bien ha señalado que dará una “respuesta nacional” para desacoplar el gas del mercado eléctrico si la Unión Europea se retrasa.
“Nosotros creemos que es una decisión europea porque la regulación es europea, lo que pasa es que el análisis de la situación económica y de la necesidad de proteger a nuestros ciudadanos e industria nos lleva a plantearnos como Gobierno a tomar decisiones para proteger el interés nacional en el supuesto de que Europa no esté a la altura en el tipo de medidas que se adopten”, ha asegurado.
Ribera ha afirmado que ese análisis político está hecho. “Creemos que es capital construir Europea también en el ámbito de la energía, pero si la Unión Europea se retrasa tendremos que dar un respuesta, aunque sea sobre una base estrictamente nacional, porque la sociedad no puede esperar”, ha señalado la ministra, quien ha precisado que dicha respuesta tendría que ser concertada con Portugal porque ambos países tienen integrados sus mercados eléctricos.
La vicepresidenta tercera ha insistido, no obstante, en que el Gobierno está trabajando en una respuesta europea, por lo que ha considerado “capital” que en el Consejo Europeo del 24 y 25 de marzo haya no solamente una orientación, sino también unas decisiones “lo más operativas, inmediatas y eficaces posibles”.
“Si es más audaz o conservadora nos da la pauta de cuánto más tenemos que hacer y en qué campos energéticos en la respuesta nacional”, ha señalado.