El sector exterior gana tracción: las empresas que exportan regularmente crecen a un récord de 44.000
El sector exterior aportó la mitad del crecimiento de la economía de España en 2022 (2,9 puntos del 5,8% que avanzó el PIB) y una tercera parte del de 2023 (0,8 puntos del 2,5%), incluso pese a la debilidad de nuestros principales socios comerciales (la Unión Europea y, sobre todo, Alemania) y a la crisis de inflación. Los “datos nos cuentan la historia de una transformación a una economía exportadora, que nos permite ser optimistas también para 2024”, apuntó Manuel Hidalgo, investigador de EsadeEcPol, en la presentación de este martes del Informe económico y financiero de este centro de análisis.
Algunos de los datos a los que hace referencia este experto son los que muestran que el sector exterior de nuestro país (que incluye el turismo) no ha parado de ganar tracción en los últimos años, y especialmente desde la pandemia. Las empresas que venden fuera regularmente (lo que se conoce técnicamente como base exportadora) se han incrementado un 33% desde el suelo de 2011, hasta alcanzar un récord de casi 44.000 compañías.
Desde ese mismo año, en plena crisis financiera, “el superávit en el comercio de bienes y servicios ha sido ininterrumpido, llegando a niveles máximos en 2023”, según recordaron este lunes desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Es decir, sin incluir la energía en el balance, España vende más de lo que compra fuera: “un motor” para un crecimiento sólido y equilibrado, según recalcan las mismas fuentes.
Este superávit se consigue gracias a los servicios, entre los que destaca el turismo y (la gran novedad para nuestra economía) otros servicios relacionados con la consultoría, la ingeniería, la innovación... En concreto, la exportación de servicios no turísticos ha crecido un 57% en los últimos cinco años.
De fondo, en esta positiva evolución subyace la devaluación interna por las políticas de austeridad que sufrió nuestro país desde 2008, y que nos permitió ganar competitividad a costa de los salarios de los trabajadores. Por otro lado, más recientemente, ha sido clave la moderación más rápida de la inflación en general y de las subidas de precios de la energía, que empezaron a escalar desde 2021.
El motor del sector exterior
Los caballos del “motor” del sector exterior son las empresas que exportan. Se incluye en la base exportadora (las que lo hacen regularmente) a “las que han exportado en el año de referencia y en cada uno de los tres inmediatamente precedentes por un importe mínimo de 1.000 euros”. En 2011, se llegó al mínimo con 32.923 compañías. En 2019, se incrementaron a 42.669 empresas. En 2023, a 43.918.
El año pasado, todas ellas vendieron más allá de nuestras fronteras bienes y servicios por más de 357.754,4 millones de euros, el 93,2% del total (383.700 millones). “Este continuo crecimiento de la base exportadora refleja un cambio cultural en las empresas españolas, que cada vez perciben más los mercados exteriores como un objetivo natural de sus negocios para seguir creciendo y perdurar”, explican desde la Secretaría de Estado de Comercio.
“Gracias a la internacionalización, las empresas españolas están viendo cómo aumenta su competitividad, cómo resisten mejor a los ciclos de crisis, al diversificar su mercado, y cómo consiguen nuevas oportunidades de negocio”, continúan.
El detalle de esta base exportadora explica el dominio de los grupos grandes y con músculo financiero en el sector exterior. Apenas las 605 empresas que exportan más de 50 millones (un 1% del total) concentran el 58% de todo lo que se vende desde España. Si se eleva el corte a las empresas que exportan más de 5 millones, el número crece a 4.782 empresas (casi un 9% del total), las cuales concentran un 86,3% de las exportaciones totales, con las cifras de 2023.
Con esta base exportadora, España ha conseguido ser la economía entre las grandes de la UE que más ha incrementado lo que vende fuera desde 2019, un 32,3%, frente al 17,6% de Alemania o al 20% de Francia.
“Las exportaciones de bienes y servicios llegaron a crecer cerca de un 10% en el primer trimestre de 2023. Pero se fueron desacelerando a medida que los principales socios comerciales se debilitaban y cerraron el año con un avance del 1,2% interanual”, observa Oriol Aspachs, economista de Caixabank Research. “En 2024 se espera que vayan de menos a más, pero en el conjunto del ejercicio probablemente mantendrán un crecimiento similar al de 2023. Así, es poco probable que las exportaciones recuperen el vigor que mostraron a principios del pasado año”, añade.
Los sectores que contribuyeron positivamente a la tasa de variación anual de las exportaciones de 2023 fueron el sector del automóvil, bienes de equipo y alimentación, bebidas y tabaco. “Estos son los sectores más dinámicos, que ganaron más peso y alcanzan máximos anuales con claros superávits”, inciden en la la Secretaría de Estado de Comercio.
La Unión Europea sigue siendo el destino más relevante de las exportaciones españolas, ya que fueron el 62,7% del total. El 37,3% de las exportaciones correspondieron a terceros destinos, resaltaron los incrementos de las exportaciones españolas a Oceanía (8,7%), América Latina (8,1%) y resto de Europa (4,6%). “En el último año las exportaciones a muchos de nuestros principales mercados europeos, como Alemania, Italia o Polonia, han alcanzado cifras récord. También lo han hecho las exportaciones a otros mercados como el Reino Unido, Marruecos o Turquía”, señala la Secretaría de Estado de Comercio.
Precisamente, el profesor Manuel Hidalgo insiste en que, en 2024, el sector exterior va a estar “muy condicionado por la debilidad del resto de la UE y del resto de principales destinos de las exportaciones”. Aunque se detiene en la fortaleza de las ventas de servicios no turísticos, que “en parte se explican por la localización [en nuestro país] de multinacionales relacionadas con las TIC, la informática...”
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