El Salón Internacional Inmobiliario de Madrid (SIMA) es el sitio donde, en un mismo pabellón, se puede comprar un piso en el centro de la capital, un apartamento en la costa, un condominio en el Caribe o apostar por el camping con glamour. También es el espacio en el que firmar una hipoteca, conocer cómo se hacen los muebles de Ikea, comprar la tarima para el suelo de una terraza o el alicatado del baño y la cocina. Y es el espacio para conocer qué se respira en el sector inmobiliario, que este año apunta al optimismo y las expectativas de inversión.
En este tipo de eventos, la vivienda es, principalmente, un activo sobre el que obtener rentabilidad, a pesar de que la aprobación de la Ley de Vivienda, la haya protegido por primera vez en la legislación española como un derecho de la ciudadanía. De hecho, la Ley es uno de los temas de los que se habla en esta feria, pero también de la evolución de los tipos de interés, del papel de inversores y promotores y de cómo sacar liquidez al ladrillo para completar la pensión.
La vivienda se ve como inversión y como un bien sobre el que se aplican las leyes del mercado. “La oferta está muy por debajo de la demanda”, aseguró Asís Colomina, director de Promoción Inmobiliaria de Acciona en una conferencia paralela a SIMA. Un apetito inversor que convive con la necesidad de más terrenos donde construir. “No hay suelo”, apuntó. “Salen noticias de que el sector está sufriendo”, pero “sobrevive, se siguen haciendo operaciones”.
En esa misma charla se habló de hacer un “akelarre” para adivinar cómo será el sector inmobiliario de aquí a 10 años. En ella, Javier Román, director de activos inmobiliarios de Diglo, puso el foco en el problema de los jóvenes para encontrar casa. Diglo es el servicer del Banco Santander, es decir, de la firma del banco que se dedica a la gestión de carteras inmobiliarias, tanto inmuebles como préstamos. Román aseguró que la demanda de pisos por parte de personas de entre 25 y 35 años alcanza el millón y que hay un problema de vivienda asequible, porque, en cinco años solo se han construido 40.000 inmuebles que cumplen esa condición de estar por debajo del precio de mercado. Por eso, apuntó la necesidad de volver al modelo de Vivienda de Protección Oficial (VPO).
“Ahora hay activos de living de larga estancia, media, corta, para mayores, mayores con necesidades, residencias para jóvenes estudiantes o para jóvenes profesionales”, enumeró Esther Escapa, responsable para la región Iberia de Axa Investment Managers, al hablar de cómo la oferta está cada vez más enfocada a tipos concretos de personas. “Para que los activos generen el dinero que tienen que generar hay que meter más inversión”, reconoció.
En una conferencia anterior sí se habló de cierta ralentización en el mercado, pero no porque la Ley de Vivienda esté espantando a los inversores, sino por la inflación y los tipos de interés. “En las inversiones nuevas, en los últimos seis meses, hemos visto ralentización. Los acuerdos que estaban [firmados] han continuado, pero los nuevos se han paralizado”, asumió Alberto Delgado, director general de negocio de Aedas Homes. “Estamos en un momento de buscar estabilidad en el coste de la deuda y de las construcciones. Cuando tengamos los números claros será más fácil para todos”.
Ley de “obligado cumplimiento”
Este es el primer salón inmobiliario que se celebra después de la aprobación definitiva en el Senado de la Ley de Vivienda, que aún tiene pendiente su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) lo que marcará su entrada en vigor. Algo que pasará “esta semana”, según declaró a los medios el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, David Lucas, durante su visita a SIMA.
Una Ley que, según han declarado en varias ocasiones administraciones gobernadas por el Partido Popular, no tienen intención de aplicar en lo que no estén obligadas. “En el ámbito de nuestras competencias y sin incumplir la ley, pero tomando las decisiones que legalmente nos corresponden, no aplicaremos las medidas que están previstas en esa ley y seguiremos con una política de vivienda que prime la oferta y que prime que pueda haber viviendas en alquiler en la ciudad de Madrid”, aseguró hace unas semanas el el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
“La Ley de Vivienda es de cumplimiento obligatorio, para todo el mundo”, respondió David Lucas. “Es verdad que las áreas tensionadas las declaran las comunidades autónomas. Tendrán que dar explicaciones a los ciudadanos de por qué no quieren controlar los precios del alquiler allí donde hay movimientos especulativos, por qué no quieren generar en esas zonas políticas de oferta, de vivienda asequible, de políticas fiscales que van a ayudar a los propietarios”.
También afirmó que los inversores y promotores no le critican la nueva legislación. “Me han trasladado ilusión por las 184.000 viviendas que estamos impulsando”, indicó Lucas. “Lo que he detectado es que a pesar de muchos agoreros que dicen que el sector puede entrar en crisis, veo al sector con mucha salud, con muchas ganas de hacer vivienda, con muchas ganas de hacer viviendas de protección y asequibles y con la tranquilidad que da la legislación española para poderlo conseguir”. En este artículo, desglosamos de dónde salen las 184.000 viviendas que ha prometido impulsar el Gobierno de coalición.
Cohousing, coliving, build to rent, glamping…
En la primera jornada de SIMA, sobre todo, se ven promociones inmobiliarias que o bien están en desarrollo o están por desarrollar. “¿Por qué hay más interés? Pues no es diferente a otros años, viviendas en Madrid, en la costa de Levante y en la de Andalucía”, explicaba a elDiario.es un comercial de una de las promotoras presentes en la feria. Compañías que, si se reservan pisos en este salón inmobiliario, ofrecen descuentos.
“Sí, este año se habla de tipos de interés y de condiciones de financiación pero las ganas de comprar no son diferentes a las de otros simas. Bueno, salvo los de la crisis”, matiza una representante de otra inmobiliaria. En eso, SIMA es una concentración de propuestas de casas de toda tipología y ubicación. Mucha promoción urbana, sobre todo, en Madrid; pero también las citadas costas del Este y el Sur de la península o en Asturias y en Cantabria.
Este año, también, muchas expresiones anglosajonas, como mix use, cohousing, coliving, build to rent o glamping. Este último hace referencia al camping con glamour, pero no en España, sino en Indonesia, en un concepto inmobiliario pensado para nómadas digitales. No es la única oferta en otros países. También, por ejemplo, propiedades en Punta Cana y Samaná (República Dominicana) por algo más de 90.000 euros, villas en Barichara (Colombia); o casas unifamiliares en Estados Unidos, donde se prometen ingresos anuales de más de 10.000 euros a quienes compren para alquilar en Detroit o Cleveland.