José Carlos Díez (Palencia, 1971) se autodenomina así mismo “el economista observador”. Esta fue la figura que creó tras dejar su trabajo en el banco de inversión Intermoney y comenzar una andadura en solitario. En estos últimos tres años ha escrito dos libros, uno de ellos superventas, ha impartido clases en diferentes universidades de España (ahora mismo en la de Alcalá de Henares), está terminando la tesis (“me queda echarle 30 horas”), y ha explotado su capacidad de comunicación siendo contertulio habitual de televisión y radio, columnista, conferenciante y hasta organizador de eventos.
En medio de esta vorágine, le ha dado tiempo a descubrir a José Luis Rodríguez Zapatero (“yo antes de 2012 no era zapaterista”) y a enganchar con una parte muy importante de PSOE y UGT, pese a no tener carnet del partido ni haber sido nunca militante.
Se ha recorrido España para dar charlas, invitado por muchos gobernantes socialistas. Una conexión que ha terminado con la designación esta semana para ser coordinador del programa económico en el Congreso que decidirá el futuro del PSOE. Acérrimo defensor de Susana Díaz, es palpable el cariño que Díez se ha granjeado fuera de Madrid dentro del PSOE. Locuaz y espontáneo, dice que se siente libre para trabajar para Patxi López.
Va a ser el coordinador del programa económico del PSOE para el Congreso. ¿Eso qué significa?
Voy a hacer un equipo de trabajo muy amplio en el que contaré con los anteriores responsables económicos del PSOE y también con el grupo parlamentario y cargos electos, sobre todo alcaldes de ayuntamientos. Habrá también gente que han sido ministros en anteriores gobiernos socialistas o que han tenido cargos en organismos internacionales. También gente de la sociedad civil como yo. Sobre la base de este equipo contaremos con la militancia. El PSOE que queremos tiene que transformar la sociedad.
Por lo que dice, contará con Valeriano Gómez, Pedro Saura, Jonás Fernández, Manuel de la Rocha…
Sí, pero también voy a incorporar a mucha gente joven que he ido conociendo a lo largo de los tres últimos años. He tenido la oportunidad de viajar mucho fuera de Madrid y descubrir todo el talento joven que tenemos. Como el alcalde de Ibiza, de Alcalá de Henares, de El Bierzo…
¿Llamará también a gente del periodo de Pedro Sánchez como Luz Rodríguez o Jordi Sevilla?
Por supuesto a Luz la voy a llamar. A Jordi Sevilla no lo conozco personalmente. Quiero hacer un equipo de gente que conozco y en el que confiar. Gente solvente. Y primar a los que están en responsabilidades de gobierno. El objetivo es explicar lo que estamos haciendo. El PSOE ha sido el partido que ha modernizado España y hay que recordárselo a la gente. Vamos a centrarnos en políticas de empleo, en conseguir unos salarios razonables y en políticas sociales.
¿Qué debe ser irrenunciable en el programa económico del PSOE?
La lucha contra la precariedad laboral, el desempleo y la desigualdad.
¿Eso significa que está a favor de la derogación total de la reforma laboral del PP? ¿Recuperaría el despido de 45 días?
No volvería a ese modelo, pero sí al de ser flexibles sin caer en la flexiprecariedad. En Suecia el coste del despido es cero pero cuando la gente se queda en el desempleo tiene un colchón de seguridad. Tenemos que entrar en un nuevo modelo de mercado laboral. No nos gusta cómo está la formación de salarios ni la negociación colectiva. Tenemos que estar del lado de los trabajadores siempre. Ese fue el pilar esencial por el que Pablo Iglesias creó el partido socialista. Buscaremos el pleno empleo, con una economía competitiva y buenos salarios.
¿Cuándo le hicieron esta propuesta?
Me llevan tanteando tiempo pero esta semana me llamó Mario Jiménez para hacerme la oferta. También había hablado antes con Javier Fernández.
¿Cómo se defiende de quienes dicen que le ha puesto Susana Díaz cuando va a haber otros socialistas en liza para ser secretario general?
Tengo excelentes relaciones con Patxi López. Ahora lo que tengo es un mandato del partido. No voy a hacer oposición, vengo a aportar ideas. Vamos a escribir la partitura y la melodía entre todos. No he pedido nada (no va a cobrar). Pero siento que debo mucho al partido socialista y ahora me toca devolverlo.
Supongo que se imagina ministro de un hipotético Gobierno socialista.
Mi compromiso es ahora con el Congreso y con lo que digan los militantes. Quien salga elegido y quiera contar conmigo tendrá mi apoyo.
¿Eso quiere decir que aceptaría ser el próximo secretario de Economía de la Ejecutiva?
No, no. Yo estoy en el lado de las ideas, del debate. Me gustaría ayudar a regenerar la política y volver a sentir que el PSOE cuenta en la sociedad.
El equipo que plantea, ¿es una especie de comité de sabios?
No. Será un equipo muy amplio, integrador, que defienda el municipalismo. Pero será un equipo operativo en el que hablaremos de políticas sociales. Sé que lo vamos a hacer bien, si no, no me metería en esto. Vamos a trabajar por un país posible. Cuando la gente me habla por la calle me habla de empleo y de problemas concretos. A eso le vamos a dar respuesta.
¿Va a tener despacho en Ferraz?
No, y eso lo he dicho específicamente. Voy a continuar con mi trabajo y mis clientes. Vengo sin pedir nada, a aportar y a ayudar.
Hasta el Congreso tendrá tiempo de que en el PSOE le pregunten por su opinión en cuestiones como el apoyo a los presupuestos. ¿Qué les va a recomendar?
Vaya por delante que soy amigo personal de Pedro Saura y de Julián López. El PSOE no debe apoyar las cuentas de Montoro.
¿Y abstenerse?
Yo no lo haría.
¿Se siente independiente de Susana Díaz?
Sí. Me limito a lo inorgánico y las ideas. Esto es un proyecto para el PSOE. Vamos a hacer un proyecto que yo estaría orgulloso de votar. No vamos a dejar a nadie por el camino. El PSOE tiene que volver a ser un instrumento útil. Tenemos que aspirar a los once millones de votos que se consiguieron en 2008.
Para lograr ese objetivo necesita recuperar a votantes de Podemos. Usted ha sido muy duro con ellos en los últimos tiempos. ¿Cómo espera llegar a ellos?
He criticado sus políticas. En la Comunidad Valenciana gobiernan con el PSOE y no hay ningún problema. Si Nacho Álvarez (el responsable de Economía de Podemos) me llama para hablar de política, por supuesto nos vamos a sentar. Vamos a recuperar la socialdemocracia del siglo XXI. Podemos puede derivar al anticapitalismo y al comunismo 3.0. Nuestro proyecto en cambio será mayoritario e ilusionante.