A dos días de la primera huelga que afronta Amazon en España, los representantes de los trabajadores denuncian “coacciones y represalias” desde la dirección de la compañía en el centro logístico de San Fernando (Madrid). Desde CGT, sindicato con mayor apoyo en el comité de empresa, aseguran que Recursos Humanos ha preguntado “a casi todo el personal temporal” si van a secundar los paros convocados para el 21 y 22 de marzo. “Son compañeros cuyos contratos finalizan unos 10 días después de la huelga”, advierte Marc Blanes, miembro del comité, que considera este hecho como una maniobra de la dirección para “escarmentar y desanimar a la gente de hacer la huelga”. La compañía niega que haya preguntado a sus empleados: “La decisión de ir o no a huelga es un derecho individual”.
En el centro madrileño, el primero que Amazon abrió en España, trabajan 1.100 personas de plantilla y otras 900 temporales, según los sindicatos, que defienden el mantenimiento del convenio colectivo propio frente al del sector en la región, así como mejoras laborales acordes al crecimiento del gigante del comercio electrónico.
Por ello, el comité de empresa –con delegados de CGT, CSIT Unión Profesional, CCOO y UGT– convocó una huelga de dos días, secundada por el 75% de la plantilla, y ha llamado a boicotear a la compañía durante la semana previa a la huelga, coincidiendo con el Día del Padre.
Los sindicatos advierten de que Amazon funciona como una red “anti-huelgas”, con la que puede mantener su actividad casi inalterada a pesar de las acciones de los trabajadores gracias a los centros logísticos que tiene en España y el resto de Europa. Ante esta situación, desde el comité de empresa piden a los empleados del resto de almacenes de Amazon que no refuercen sus turnos durante los días de paro. “No permitáis que os utilicen para dinamitar la justa y legítima huelga que tendremos en los próximos días”, piden.
Los temporales, el eslabón más débil
Marc Blanes (CGT) explica que la empresa está “coaccionando” a los trabajadores temporales, el eslabón más débil del personal, a través de Recursos Humanos, desde donde “están preguntando uno a uno si van a hacer la huelga”. Muchos trabajan a través de Empresas de Trabajo Temporal con contratos que van desde los días, “hasta puede que un año”, afirma el sindicalista. Los periodos de mayor demanda de empleados temporales es “el verano, para cubrir vacaciones, e invierno, para los picos de actividad”.
Desde la empresa niegan que hayan consultado a sus empleados qué van a hacer en los días de huelga. Además, aseguran que “las acciones que podamos tomar para cumplir con la demanda de nuestros clientes respetan todas las regulaciones”. En cuanto al conflicto, Amazon asegura que cree “continuaremos dialogando diariamente con nuestros empleados y asegurando que ofrecemos las mejores condiciones laborales y un paquete competitivo de beneficios, buen ambiente de trabajo y oportunidades de desarrollo”.
El sindicato CSIT Unión Profesional denuncia por su parte que varias personas que han trabajado con contratos temporales en el centro de San Fernando les han notificado que han sido llamados desde ETTs –las que colaboran con Amazon son Adecco y Manpower– para acudir los días de huelga. “Pagándoles unos 150 euros el día, cerca del doble” de lo habitual, explica Juan Manuel Rosado, miembro del sindicato y del comité de empresa. Rosado insiste en que, de llegarse a materializar esos contratos, el sindicato los denunciaría a los tribunales. “Se aprovechan de los temporales, que tienen miedo de que les hayan llamado durante la huelga pero no pueden decir que no a las ETTs porque no les llamarían”, explica.
Además, el comité de empresa subraya que la dirección ha notificado a los empleados de todos los turnos que tienen que trabajar “entre 9 y 18 horas” en el fin de semana posterior a la huelga, en virtud de las 150 horas flexibles obligatorias que marcaba el convenio propio. Los representantes de los trabajadores también amenazan con llevar esta medida a los tribunales, si se llega a cumplir, porque entienden que “vulnera el derecho a huelga”. Marc Blanes cree que es una medida de desgaste, para evitar que se realicen más huelgas como la de San Fernando. “No sé ni cómo van a hacer para tener a toda la gente trabajando, unas 1.600 personas, que nunca coincidimos todos a la vez”. El representante de CGT añade que durante la semana pasada la empresa ha ido derivando las mercancías a otros almacenes y llevando el volumen de trabajo a otros centros. “Quieren escarmentar al personal”, denuncia.
El convenio propio VS el sectorial
Representantes de los trabajadores y de la empresa negocian desde hace meses la renovación del convenio propio del centro firmado en 2015, que expiró el 31 de diciembre de 2016 y fue prorrogado mientras duraban las negociaciones. Los sindicatos critican que Amazon quiere imponer el convenio sectorial sin ofrecer garantías de incremento salarial y pretende abaratar puestos de especialista, con la supresión de cargos y el reparto de sus tareas entre puestos de inferior categoría.
Además, los trabajadores advierten de que la compañía pretende reducir el precio de las horas extraordinarias y eliminar la cobertura del 100% durante 18 meses por una baja asociada al puesto de trabajo, entre otras cuestiones.