CCOO y UGT darán la batalla para que el Gobierno finalmente acabe subiendo el salario mínimo interprofesional (SMI) este año, un tema que ha abierto un fuerte debate en el seno del Ejecutivo, con posiciones encontradas entre Nadia Calviño y Yolanda Díaz. Los sindicatos consideran esta reivindicación como una pieza fundamental y abren la puerta a salir a la calle si finalmente se mantiene congelado durante todo el ejercicio. “Va a tener que subirlo porque no hay ninguna razón para no hacerlo”, ha asegurado este miércoles Pepe Álvarez, secretario general de la UGT.
Álvarez ha coincidido en Santander con el líder de CCOO, Unai Sordo, en el contexto de los cursos de verano de la UIMP. Ambos han advertido de las consecuencias si el Gobierno no sigue con la senda de subida de este SMI. “Si no la hay, que quede claro que nos vamos a movilizar”, ha señalado Sordo, después de que la patronal señalase esta misma semana en el mismo foro que “no es el momento” para proceder a una nueva subida del SMI, que se pospuso a comienzos de año por la incertidumbre económica que había provocado la pandemia.
“No vamos a soltar esta pieza, este año tiene que subir el SMI”, ha defendido Sordo, señalando que ningún informe ha expuesto con claridad que esta medida sea mala para el empleo, si tan siquiera el publicado la pasada semana por el Banco de España. Sordo ha justificado esta firme postura por la subida que está teniendo la inflación, “que está por ver que sea coyuntural”; el fuerte crecimiento del PIB que se espera para este año y el crecimiento del empleo que se prevé este verano a medida que salgan de los ERTE los trabajadores que sigan en este sistema de protección. “Me parece insostenible que el Gobierno se mantenga en esta posición”, ha zanjado.
El otro representante sindical, Álvarez, se ha mostrado confiado en que el Gobierno acabe subiendo el SMI durante este año. “Si no se quiere perder poder adquisitivo, a las personas que cobran el SMI se les debe subir para que mantengan el nivel de vida”, ha defendido. “Contamos con nuestras fuerzas para que el Gobierno tenga en cuenta nuestras opiniones”, ha advertido, en línea con las movilizaciones que ha planteado Sordo en caso de que se opte por la congelación durante todo el año.
Garamendi se mostró escéptico sobre el comité de expertos que la pasada semana respaldó una subida del SMI ya este año y señaló que en este caso los agentes sociales solo son consultivos y no se precisa de su acuerdo para elevarlo. Álvarez ha reconocido que es así, pero ha apostado por que se pueda alcanzar un acuerdo que contemple ya las subidas para este año y los dos próximos, con el fin de alcanzar el programa del Gobierno de terminar la legislatura con el 60% del salario medio.
Pese a las discrepancias con el líder de la patronal, Álvarez y Sordo han salido este miércoles en defensa de Garamendi, tras los ataques sufridos por su postura favorable a los indultos, que posteriormente tuvo que acabar matizando. “No sé si igual va a en su contra mis palabras, pero creo que lo que ha ocurrido es un linchamiento indigno”, ha aseverado el responsable de la UGT. “Tiene todo el derecho del mundo a pronunciarse”, ha añadido. En la misma línea se ha posicionado Sordo, quien ha defendido que “hay una parte de la derecha que empieza a parecerse a la inquisición”. “Me consta que hay muchos agentes económicos que buscan una solución en nuestro país y creen en reconducir la situación política en Catalunya y creen que no conviene este grado de polarización”, ha enfatizado.
Ambos líderes sindicales han defendido que el acuerdo sobre las pensiones no está cerrado pero sí se espera que se firme la próxima semana. “Estamos cerca y necesariamente conllevaría la eliminación del factor de sostenibilidad”, ha defendido Sordo, que ha evitado entrar en los detalles que quedan pendientes para la firma. “Será un acuerdo pensando en las pensiones del futuro, no solo en los actuales pensionistas”, ha insistido el líder de CCOO. “El acuerdo es para desarrollar medidas que acaban de aclarar fuentes de financiación de la Seguridad Social”, ha apuntado, en referencia a la eliminación de algunos gastos que actualmente se imputan en la Seguridad Social y pasarían a formar parte de transferencias de los Presupuestos Generales del Estado. Además, ha apuntado a la necesidad de que las pensiones del futuro no solo se financien con las cotizaciones sino con los Presupuestos. “Habrá pensiones siempre que el país quiera que las haya”.