Los sindicatos harán cinco días de huelga en febrero contra el ERE de Iberia
Los peores augurios se han materializado en el largo conflicto de Iberia. El consejo de administración de IAG celebrado el viernes por la mañana vivió un duro cruce de acusaciones. Tras una votación nada pacifica, optó por aceptar las tesis del consejero delegado, Willie Walsh, para plantear de manera inminente un ERE para más de 4.500 trabajadores de la plantilla utilizando la legislación laboral española aprobada hace un año.
Los sindicatos dieron el jueves un preaviso de conflictividad y prevén cinco días iniciales de huelga a partir de la segunda mitad de febrero.
En un clima de nerviosismo entre los miembros españoles y no españoles del órgano de dirección del holding que nació tras la fusión de Iberia y British Airways, se ha dado un mandato expreso al consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano, para aplicar un ERE de 4.506 despidos, así como una reducción de capacidad del 15%.
Del proceso de negociaciones que se ha vivido desde el 17 de diciembre (fecha del preacuerdo en el SIMA), hasta el 31 de enero, han salido muy mal parados los dos principales ejecutivos de Iberia, Antonio Vázquez y Rafael Sánchez Lozano. El poder real de IAG, representado por Walsh, les reprocha su incapacidad para recabar los apoyos necesarios en el Gobierno y los accionistas españoles con el fin de imponer su ajuste de máximos.
La parte social, representada por los siete sindicatos (CCOO, UGT, CTA, Sitcpla, Asetma, USO y Sepla) con mayor presencia en la plantilla de los 20.000 trabajadores de Iberia, les acusan de ser “hombres de paja” y haber dejado en manos de los intereses británicos el futuro de la fusión de British e Iberia, pese a que todavía existe un plazo de tres años en que las partes se comprometieron a respetar la autonomía de las dos aerolíneas fusionadas.
Los trabajadores de tierra
Los sindicatos que representan a los trabajadores de tierra y a los tripulantes de cabina de pasajeros han emitido un comunicado en el que, tras anunciar las movilizaciones, aseguran que “es lamentable constatar que la dirección de Iberia ha dejado de tener la autonomía necesaria para llegar a acuerdos con los representantes de los trabajadores”. Indican igualmente que “a pesar de reconocer los esfuerzos que realizamos de nuestra parte, valorándolos muy positivamente, los negociadores de la empresa han sido incapaces de ofrecernos ninguno de los elementos imprescindibles para dotar de futuro a Iberia, porque ya no está en sus manos hacerlo”.
Señalan que “lo más preocupante del documento que nos presentó ayer la dirección de Iberia radica en el tremendo desequilibrio entre las detalladas exigencias que transmiten a la parte social, y la profunda inconcreción de sus desvaídos compromisos”
La posición del Sepla
El sindicato de pilotos ha querido mantener hasta el último momento abierta una posición negociadora. Con este fin hizo llegar a la dirección de Iberia el jueves por la noche una última plataforma “con diversas cesiones” según fuentes de la central. Plantea una reducción salarial del 26% a través de un recorte del 10% de la masa salarial de 2012, y del 16% a través de congelación de los sueldos de 2010 a 2015. Ofrece igualmente una reducción de costes unitarios para la operación de la flota de de Iberia Express en el entorno del 59%. Según afirma el sindicato, la nuevas tablas salariales supondrán en el futuro un 20% adicional de reducción salarial para toda la clase de los pilotos. En productividad ofrecen un incremento del 15% en corto radio y del 10% en toda la compañía.
Aceptan una reducción de la plantilla de un mínimo de 330 pilotos desde 2010 a través de medidas voluntarias. Para el tema conflictivo de la operación de Iberia Express, los puestos de comandante serán ocupados por copilotos de Iberia, como dispone el laudo instado por Fomento. Los actuales comandantes de Iberia Express ocuparán las plazas que se están generando en Vueling, de donde proceden en su mayoría.