El Consejo de Ministros ha aprobado la puesta en marcha de una línea de avales valorada en 2.500 millones de euros con la que busca que comprar una casa y acceder a una hipoteca sea más fácil para jóvenes y para familias que tengan menores a su cargo.
Se trata de una de las primeras medidas en materia de vivienda de esta legislatura que ha abierto un nuevo cisma en el Gobierno de coalición porque Sumar ve prioritarias otras cuestiones, como regular los alquileres de temporada o los turísticos y ampliar el parque público en arrendamiento social y asequible.
La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ya adelantó hace unas semanas en el Congreso de los Diputados que los avales iban a aprobarse en breve y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo confirmó el pasado fin de semana durante un mitin en Vigo, donde aseguró que la entrada “es la que dificulta a los jóvenes y a las familias de nuestro país el poder comprar una vivienda y el poder hipotecarse”.
Analizamos en qué consisten estas líneas de avales, quién podrá pedirlos y cuándo, aunque hay detalles que aún están por concretarse.
¿Qué son los avales que ha aprobado el Gobierno?
Lo que ha aprobado el Gobierno es una línea de avales por valor de 2.500 millones de euros, que ofrecerá el Estado a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y que tiene que canalizarse a través de las entidades financieras con las que se sellen las hipotecas. La ministra de Vivienda ha defendido esta medida asegurando que se trata de un “problema complejo que necesita de instrumentos concretos para abordarlo” y que “no tienen una única solución”.
Básicamente, el Estado será el avalista a la hora de que los jóvenes y familias con menores a su cargo, con trabajo y solvencia económica, puedan evitar que el banco les diga que no les da una hipoteca. La condición es que sean viviendas habituales y sea el primer piso que se adquiere.
El ICO avalará hasta el 20% del importe del crédito, salvo que la vivienda tenga una calificación energética D o superior, en cuyo caso se podrá llegar hasta el 25%.
El Gobierno indica que el plazo del aval otorgado por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana a la entidad financiera con la que se selle la hipoteca y que será gestionado por el ICO será por un plazo máximo de 10 años y que tendrá que ser la vivienda habitual del solicitante durante ese mismo plazo, es decir, una década.
Rodríguez ha asegurado que muchos jóvenes y familias de este país, no han podido hacer frente al ahorro suficiente para poder cubrir los gastos asociados a la compra de su primera vivienda y abonar la parte no cubierta por el préstamo.
También ha apuntado que el Ministerio ha observado un aumento considerable en los tipos de interés, que llegaron a un pico el pasado mes de diciembre, del 4,5%, en niveles que no se recordaban desde la anterior burbuja del ladrillo.
¿Quién los puede pedir?
Los avales están pensados para jóvenes menores de 35 años y familias con menores a su cargo, según ha indicado Isabel Rodríguez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y habrá una línea de avales diferente para cada una de las situaciones.
Tienen que ser siempre personas físicas y mayores de edad, con residencia legal en España, debiendo acreditarla de manera continua e ininterrumpida durante los dos años anteriores a la solicitud del préstamo.
El cálculo de posibles beneficiados ronda las 50.000 personas, que tendrán que cumplir un criterio de edad y de renta. Respecto a esta, los ingresos individuales de quienes accedan a los avales no podrán superar los 37.800 euros brutos al año (el equivalente a 4,5 veces el IPREM). Y, en el caso de que la vivienda sea adquirida por dos personas, el límite de ingresos se elevará al doble.
La medida cuenta con factores de mejora en función del número de hijos y de si se trata de una familia monoparental o monomarental. De esta forma, el anterior límite de 37.800 euros se incrementará en 0,3 veces el IPREM (2.520 euros brutos anuales) por cada menor a cargo y, además, en el caso de familia monoparental, el límite se podrá incrementar en un 70% adicional.
También hay una cuantía límite a estas ayudas, porque el valor del patrimonio inmobiliario que se tenga no podrá superar los 100.000 euros.
No podrá acogerse a esta línea de avales quien ya sean propietario de otra vivienda con anterioridad. Pero hay excepciones. La primera, cuando el derecho de propiedad recaiga sobre una parte alícuota de la vivienda y esta se haya obtenido por herencia o transmisión por causa de fallecimiento sin que medie un testamento. La segunda, aquellas personas que, siendo titulares de una vivienda, puedan acreditar su no disponibilidad por causa de separación o divorcio o por otras ajenas a su voluntad, así como en los casos en los que la vivienda resulte inaccesible por razón de discapacidad de su titular o de las personas que formen parte de su unidad de convivencia.
¿Cuándo se podrán solicitar?
Aún no se sabe. El Gobierno ha aprobado este martes los avales, pero esas dos líneas de respaldo económico para jóvenes y familiar aún se tienen que concretar a través de un convenio con el ICO. Luego, las entidades financieras tendrán que adherirse.
Los préstamos para avalar la compra de casa con esta línea se formalizarán mediante un contrato entre la entidad financiera y quienes compren las casas y el aval se considerará concedido en el mismo momento en el que se selle el préstamo. No tendrá coste ni para el comprador de la casa ni para el banco con el que selle la hipoteca.
El plazo para formalizar los préstamos que se acojan a la línea de avales que hoy ha aprobado el Gobierno finalizará el 31 de diciembre de 2025, según ha indicado el Ejecutivo, También ha apuntado que el convenio entre el ICO y el Ministerio de Vivienda permite que ese plazo pueda ser prorrogado por dos años más.
¿Por qué hay discrepancias dentro del Gobierno con esta medida?
Las medidas para incentivar la compra de vivienda provocan discrepancias en la izquierda y dejan ver las distintas sensibilidades a la hora de poner en marcha mecanismos con los que facilitar el acceso a un inmueble, sobre todo en un contexto donde los precios de los pisos en venta no bajan y los alquileres siguen subiendo.
Sumar critica esta medida al entender que puede tener un efecto inflacionario y terminará beneficiando a los bancos, sobre todo en contextos con tipos de interés elevados como el actual. También, porque puede derivar en que los promotores inmobiliarios “absorban toda la ayuda”.
En cambio, ven prioritarias otras medidas como la regulación de los alquileres turísticos y de temporada, la creación de un parque público de vivienda social y accesible y poner fin a las golden visa, que abren la puerta al permiso de residencia a los inversores extranjeros que puedan comprar casas que valgan más de medio millón de euros.
También Podemos criticó el lunes esta medida de avales. Su secretario de Organización, Pablo Fernández, mostró su “rechazo frontal” por ser “una idea de la banca” que en lugar de solucionar los problemas de la vivienda “ha fracasado donde se ha aplicado”.