“El mayor esfuerzo de modernización que va a hacer España en los próximos años” o la “gran reconversión de los vectores de la economía durante los próximos años”. Con estas palabras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha explicado este martes la hoja de ruta, las reformas y parte de las inversiones del Plan de Recuperación que España debe enviar a Bruselas antes del próximo día 30 de abril.
Pedro Sánchez ha señalado que el Plan diseñará “el mapa económico” que marcará el camino del desarrollo del país hasta 2026, pero que tendrá repercusión más allá. El plan está diseñado con una arquitectura en tres niveles: Cuatro ejes de transformación (transición ecológica, la transformación digital, la cohesión social y territorial y la igualdad de género), diez políticas palanca, determinadas por su gran capacidad de influencia sobre la actividad y el empleo a corto y medio plazo, y , treinta componentes repartidos entre las distintas políticas palanca, que articularán los proyectos específicos acogidos al Plan.
El presidente ha anunciado las 20 principales inversiones para los próximos tres años que ha aprobado la comisión interministerial que se creó para abordar el Plan de Recuperación y que se ha reunido este martes por segunda vez. La inversión conjunta para esas 20 grandes áreas superará los 50.000 millones de euros.
De esa cifra, 20.000 millones serán para las dos áreas más importantes: la Estrategia de Movilidad Sostenible, Segura y Conectada, a la que se destinarán más de 13.200 millones y que permitirá electrificar las vías públicas e instalar vehículos de recarga e impulsar el coche eléctrico, y un Programa de Rehabilitación de Vivienda y Regeneración Urbana, “para instalar paneles solares o hacer más eficientes las viviendas”, que estará dotado con 6.820 millones, según ha explicado Sánchez en una rueda de prensa en Moncloa. El presidente ha apuntado que los sectores intensivos en creación de empleo, como este, serán de “máxima prioridad”.
Dentro de las 20 principales inversiones enumeradas por Sánchez, figura un plan de Modernización de las Administraciones públicas con una inversión de 4.315 millones para hacer una “auténtica revolución” y reducir también la temporalidad laboral de los empleados públicos; a continuación, un Plan de Digitalización de Pymes dotado con más de 4.060 millones; la Hoja de Ruta del 5G, casi 4.000 millones, y la Nueva Política Industrial España 2030 y Estrategia de Economía Circular, con más de 3.780 millones, que el presidente ha destacado por su capacidad para crear “mucho empleo de calidad en los próximos años”.
El Plan Nacional de Competencias Digitales recibirá más de 3.590 millones; el de Modernización y Competitividad del Sector Turístico, 3.400 millones; el Desarrollo del Sistema Nacional de Ciencia e Innovación, 3.380 millones de euros. Y el despliegue e integración de energías renovables, una inversión de 3.165 millones.
El plan prevé movilizar 70.000 millones de euros de inversiones públicas. El 39% de las inversiones estarán ligadas a la Transición Ecológica; el 28%, a la digitalización; el 10,5% de los recursos estarán vinculados a la educación y a la formación, y el 7%, a la I+D+i.
El presidente Sánchez también ha destacado la apuesta por una “nueva economía de los cuidados”, con las lecciones aprendidas durante la pandemia sobre la atención de las residencias de mayores, entre otros ámbitos.
Tras dar el visto bueno esa comisión al plan, Sánchez lo presentará el miércoles en el Congreso para que el Consejo de Ministros lo apruebe definitivamente “en breve” para enviarlo a Bruselas antes del 30 de abril. La vicepresidenta Nadia Calviño lo presentará el miércoles a los agentes sociales. El plan contendrá un total de 212 medidas, de las que 110 serán inversiones y 102, reformas. El objetivo es que 72.000 millones de euros de los 140.000 millones que le corresponden a España se inviertan en el primer periodo -hasta 2023-. De ellos, 27.000 ya están consignados en los Presupuestos Generales del Estado.
Reformas
El presidente del Gobierno ha explicado que es el momento adecuado para realizar “las reformas económicas tantas veces aplazadas” en ámbitos como el sistema energético, la enseñanza y formación profesional, la demografía empresarial o, muy especialmente, el mercado laboral.
La agenda de reformas estructurales planteada en el Plan se basa en la Agenda 2030 de Naciones Unidas y en las recomendaciones específicas para España dentro del semestre europeo en 2019 y 2020.
Sánchez ha apuntado al efecto directo de la pandemia como factor que ha acelerado cambios que ya estaban en marcha en nuestra sociedad. “La pandemia hace más urgente una transformación que era necesaria. Ahora además de necesaria es urgente”, ha apuntado.
Son 20 las principales reformas que contempla el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Y entre las 10 primeras están:
- Ley de Cambio climático, que se acaba de aprobar.
- Nuevo sistema energético y despliegue de renovables.
- Hoja de ruta del hidrogeno renovable.
- Resiliencia, adaptación de ecosistemas e infraestructuras verdes.
- Ley de Aguas y plan de depuración, saneamiento, eficiencia, ahorro y reutilización.
- Modernización de la política agrícola y pesquera. Suelo y uso eficiente de agua.
- Política de residuos e impulso de economía circular.
- Estrategia de movilidad sostenible y conectada.
- Reforma del sistema nacional de ciencia y apoyo a la innovación
- Y una nueva política de vivienda.
Sánchez ha insistido en que tanto las inversiones como las reformas se van a traducir en “un crecimiento adicional del PIB de en torno a 2 puntos porcentuales al año a partir de 2021, la creación de más de 800.000 puestos de trabajo en su periodo de ejecución, y la mejora de la vertebración del país mediante la fijación de población en todo el territorio. Además, su impacto sobre el crecimiento potencial de la economía española se sitúa por encima del 2% del PIB a partir de 2030”.
“El Plan de Recuperación es la mayor oportunidad para España desde su entrada en la UE”, ha recalcado Sánchez.