Siete supermercados en menos de un kilómetro. El eje madrileño que une las calles Fuencarral y Bravo Murillo se ha convertido en el mejor ejemplo de la estrategia que siguen las cadenas de supermercados en los últimos meses. Una suerte de 'milla de oro' de las tiendas de alimentación, como la definen desde el sector.
En ese eje están presentes cadenas como Carrefour Market y Express, Mi Alcampo, Mercadona, Aldi y, desde hace unas semanas, el grupo vasco BM y el alemán Lidl, con su tienda urbana más grande de España. Enseñas que han convertido este recorrido, una distancia de apenas 900 metros, en una de las zonas con más superficie comercial de alimentación de la capital. Es la prueba de que hay apetito por abrir tiendas y, sobre todo, por abrirlas en el centro de las ciudades.
“Vemos un aumento de aperturas en el entorno urbano, con locales nuevos”, señala Augusto Lobo, director de retail de la consultora inmobiliaria JLL. No significa que en los últimos años no se hayan abierto establecimientos sino que el foco se está poniendo, cada vez más, en tener más presencia en grandes núcleos de población. En 2020, en el año epicentro de la pandemia, se inauguraron 1.250 establecimientos, según datos recopilados por Retail Data. De ellos, casi el 80% en localidades de más de 5.000 habitantes.
Precisamente, la evolución de la pandemia, los confinamientos y la necesidad de comprar cerca de casa han sido factores determinantes.
“En todo el periodo hemos visto la resiliencia del formato supermercado y que a la gente le gusta comprar en su barrio”, argumenta Augusto Lobo. El responsable de JLL apunta que, en este momento, no hay ningún operador del sector que no esté buscando nuevos emplazamientos. Algunas enseñas, como Dia, necesitan locales relativamente pequeños; y otras, como Mercadona, requieren que sus tiendas sean de mayor formato y cuenten con espacio para aparcamiento de clientes.
Se buscan “tiendas de cierto tamaño, entre 1.000 y 3.000 metros cuadrados, que son dominantes en su zona de influencia, pero de carácter urbano”, apuntan en la misma dirección desde la consultora Colliers.
¿Por qué quieren abrir en el centro?
Porque, sencillamente, las cadenas quieren estar donde haya más clientes, muchas viviendas y mucha rotación. No importa que sean zonas donde haya muchos operadores, una alta concentración de tiendas o cierta percepción de saturación.
Las empresas ven más importante tener capilaridad, sumar espacio y acaparar cuota de mercado. “Y es una forma de competir con el online porque a la gente le gusta comprar cada dos o tres días, sobre todo si son productos frescos”, explica el director de retail de JLL.
La distribución online de alimentación crece pero no triunfa en lo financiero porque se trata de un negocio donde los márgenes son muy estrechos, en el entorno del 3% sobre el volumen de ventas. Por eso a los operadores les interesa estar cerca con tiendas físicas y que los clientes vayan varias veces a la semana, aunque el ticket de compra no sea alto, explican desde el sector.
¿Qué cadenas están abriendo tiendas?
“Lo que estamos viendo es que operadores de un perfil más local, como BM o Froiz, están ampliando sus fronteras y expandiéndose en otras ubicaciones dentro de la geografía española”, indica Salvador González, director nacional de Inversión Retail en Savills Aguirre Newman.
Ese es un cambio porque la distribución de alimentación, en España, tradicionalmente, ha estado vinculada a operadores locales o regionales, afianzados en el concepto proximidad. Ya antes de la crisis del Covid, las empresas comenzaron a moverse. “Vemos que las cadenas regionales se están convirtiendo en supraregionales o nacionales”, apunta el responsable de JLL.
Mercadona, por ejemplo, pese a ser la mayor empresa de España por volumen de ingresos, hasta hace unos años no tenía excesiva presencia en la cornisa cantábrica. Fue en 2014 cuando abrió su primer 'súper' en Euskadi donde, actualmente, suma 26 establecimientos. Mientras, el grupo vasco BM, ha viajado hacia el sur. Uno de los últimos pasos, la apertura hace unos días en la calle Fuencarral de Madrid, en lo que era el antiguo cine Roxy y compartiendo fachada con Aldi.
Este pasado verano, la matriz de BM, el Grupo Uvesco, llegó a un acuerdo junto a la compañía Eco Mora (que opera con la marca La Despensa) para comprar supermercados de la cadena Condis en Madrid. Es un movimiento similar al que han dado las cadenas gallegas Froiz y Gadis, que también están desplegando su red de tiendas más allá de su mercado de origen. O Caprabo y Eroski que, tras cierto repliegue en los últimos años, están abriendo nuevos establecimientos.
En cuanto a marcas foráneas, las alemanas Lidl y Aldi también aumentan la capilaridad. Por ejemplo, esta última ha abierto 40 establecimientos en el último año. Entre ellos, Málaga y Sevilla. En Cataluña ya supera las 70 tiendas.
La última cadena en aterrizar en España ha sido el grupo Mere, aunque no se ajusta a esta estrategia de buscar locales en el centro de la ciudad -prefiere grandes tiendas en las afueras- y que está desplegándose más despacio de lo que se esperaba, según las fuentes consultadas. Su propuesta comercial está enfocada en los precios bajos y altos volúmenes, el conocido como 'hard-discount'.
El sector suele decir que los supermercados viajan mal fuera de sus mercados naturales, pese a que en las últimas décadas grupos como Carrefour, Alcampo, Lidl o Aldi se hayan convertido en empresas paneuropeas. Es un sector donde se “requieren estructuras de compras y logísticas muy engrasadas y que manejen grandes volúmenes. Todos estos factores son barreras de entrada muy importantes para nuevos operadores, salvo que se realice mediante la adquisición de un competidor”, argumentan desde Colliers.
Y hay más aperturas en el horizonte. El Corte Inglés, tras la compra de la enseña de alta gama Sánchez Romero, acaba de anunciar que va abrir locales a pie de calle bajo la marca Supermercados El Corte Inglés que, hasta ahora, tenían limitada su vida comercial al interior de los grandes almacenes. Mientras, Carrefour abrirá el próximo año 16 establecimientos bajo la marca Supeco, tras los 15 abiertos en 2021.
Las firmas de inversión buscan oportunidades
La evolución de las cadenas que operan en España va en paralelo a otra tendencia, centrada en la gestión inmobiliaria: la compra de los locales por parte de fondos y firmas de inversión, que se convierten en propietarios y que tienen a las enseñas como inquilinas a largo plazo.
A pocos días de que finalice 2021, ya se han registrado operaciones inmobiliarias en este segmento comercial que alcanzan los 580 millones de euros, según apunta Savills Aguirre Newman.
“Si en 2021 no se han cerrado más transacciones es por la escasez de producto, no por la falta de demanda”, apunta su director nacional de Inversión Retail, Salvador González. Y esa estrategia inmobiliaria, de comprar locales que luego ocupan los 'súper', puede continuar. “Es momento muy atractivo para vender esta tipología de activos y muchos operadores se lo pueden plantear”, concluye González.