Supermercados y fabricantes alejan una bajada del precio de los alimentos por “la presión fiscal y los costes laborales”

En plenas protestas del campo por los problemas que vive desde hace años el sector primario, los otros eslabones de la cadena, los fabricantes y los supermercados, apuntan a que una bajada de precios está lejos de poder visualizarse en el corto plazo.

“La situación de costes pervive”, ha indicado Ignacio García Magarzo, director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), durante una jornada sobre el sector alimentario. En esa asociación están cadenas como Mercadona o Lidl, entre otras.

El motivo, que la bajada de los precios de los carburantes y la energía está siendo “más lenta” de lo previsto y que a eso se suman “nuevos costes regulatorios, medioambientales y fiscales”. “Los costes de la regulación laboral también están influyendo, en costes de la cadena en general, añaden presión” a unos sectores que “están afectados por dos años de fuerte competencia y tensión de márgenes, cada una de las medidas aprobadas afecta de forma distinta. Podemos decir que esta nueva regulación no ayuda a normalizar el precio de los alimentos”, ha concluido.

También Mauricio García de Quevedo, director general de la Federación Española de Industria de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha indicado que “nuevas medidas fiscales” tendrían un efecto negativo.

En cuanto a esos costes, el responsable de la patronal de los fabricantes, también ha señalado “elementos fiscales, costes laborales” y “regulaciones que aumentan” esa presión que indican sobre los márgenes. “La nueva legislación no ayuda”. en referencia al “impuesto al plástico” o la nueva regulación sobre envases, ha señalado. En cambio, ha apuntado “ayudaría la bajada del IVA”.

No “asustar al consumidor”

Sobre las protestas del sector primario, el director general de Asedas ha asumido que “nadie puede negar los problemas” del campo, pero que “no hay un mal funcionamiento de la cadena en su conjunto, es falto, asusta al consumidor y pone en riesgo la confianza”.

“Parte de las movilizaciones viene de demandar una regulación más acorde. Hay desconexión del regulador europeo y nacional con los sectores económicos. El sector quiere lo mismo que el regulador, cero residuos, cero emisiones, pero garantizando la seguridad alimentaria”, ha señalado García de Quevedo. “El reglamento de envases es claro, si no sabes el impacto que va a tener. Se ideologiza la política y se va con normas que hacen mucho daño al sector económico”.

En ese mismo foro, el director financiero y de Relaciones Institucionales de Cooperativas Agroalimentarias, Tomás Rojas, ha reclamado que “la sociedad no demonice” al campo y ha reclamado una reunión con el Ministerio de Transición Ecológica. “Llevamos cinco años sin que nos reciba, que pone todas las leyes climáticas sin que nos escuche”. También ha apuntado que “el mayor problema del campo, del que no nos hemos ocupado en 40 años, es el relevo generacional”.

Sobre la Ley de la Cadena, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez se ha comprometido a reforzar, el director general de Alimentación en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Miguel Herrero, ha defendido que se trata de una legislación que “está completa” y en “operatividad”. Y que es necesario que “el sector conozca este instrumento”, porque la administración puede actuar con “denuncias concretas” o “de oficio cuando hay indicios de inclupimiento”. La próxima semana, ha adelantado, habrá una reunión ordinaria del Observatorio de la Cadena, que se reúne dos veces al año, “para conocer y estudiar el precio de los alimentos, contar las medidas que estamos haciendo”.

Herrero también ha defendido que “no hay prácticas generalizadas abusivas” y ha defendido el “valor de los eslabones intermedios” de la cadena.