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Los supervisores del Banco de España desprecian los correos sobre Bankia

El supervisor del Banco de España durante la salida a Bolsa de Bankia, Pedro Comín, han asegurado que los correos que alertaban sobre los riesgos de esa operación eran “opiniones de futuro” que no cuestionaban la situación contable de la entidad, así que no los reenvió a la cúpula del supervisor y tan solo debatió su contenido con su superior inmediato. Así se ha explicado durante su declaración en la Audiencia Nacional ante el juez Fernando Andreu, que investiga si hubo delito en esa operación.

Comín y su entonces jefe Pedro González, en aquel momento director de departamento de inspección del Banco de España, han declarado este martes por la investigación de los correos internos del Banco de España, en los que se advertía de los riesgos de la salida a bolsa de Bankia. Comín, entonces supervisor jefe, fue el receptor de los emails en los que un subordinado suyo alertaba de que la entidad acabaría quebrando y tendría que ser rescatada con dinero público.

Comín ha estado unas dos horas y media declarando, la mayor parte del tiempo respondiendo a las preguntas del abogado de la acusación popular que ejerce la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), Andrés Herzog. Ni el fiscal, Alejandro Luzón, ni el abogado del FROB, ni el juez han preguntado nada a este supervisor, que ha admitido que no rebotó los correos porque no es una práctica habitual, y que se limitó a analizar y debatir su contenido con su superior inmediato, según han informado fuentes judiciales.

Sobre las advertencias que contenían, ha dicho que se trataba de “opiniones de futuro” que versaban sobre la viabilidad financiera y que no cuestionaban la contabilidad de Bankia. Ha admitido que cometió errores durante aquel proceso, pero ha señalado que también cometió errores el inspector que redactó los correos, por ejemplo en lo relativo al margen de explotación.

Unos correos espontáneos y poco rigurosos

Así, según fuentes presentes en su declaración, ha dicho que los correos del inspector José Antonio Casaus “no estaban suficientemente pensados”, y los ha desacreditado por ser opiniones precipitadas que no coincidían con el resto del equipo de inspectores. No se referían a la situación concreta de las cuentas de Bankia, sino a su futuro. Ha pedido a la sala que sean analizados en el aquel contexto y no haciendo una lectura sesgada de ellos.

Los pronósticos de esos emails se confirmaron más tarde, cuando la entidad tuvo que ser rescatada con 23.000 millones de dinero público, tras un hundimiento en Bolsa del que ya se advertía en los correos.

Tras Comín ha declarado Pedro González, en condición de jefe del departamento que supervisó la salida a Bolsa. Él y Comín avalaron frente a sus superiores esa operación en varios informes, en los que no reflejaron las advertencias del autor los correos. González ha dicho que discutió ampliamente con Comín su contenido, pero que no le sorprendieron esas advertencias. Eran temas de los que ya se habían hablado muchas veces, ha añadido, según fuentes judiciales.

González ha dicho que, aunque esos correos no se reenviaron a la cúpula del Banco de España, sí que se les hizo partícipe de las advertencias. En especial al subgobernador, Javier Aríztegui, porque el máximo responsable del supervisor, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, “estaba a otras cosas”.

Su declaración se ha producido en los mismos términos que la de Comín, insistiendo en que los correos reflejaban una opinión “espontánea” del inspector, y han dado mayor importancia a los informes de seguimientos sobre Bankia, más rigurosos que los emails. Ambos han aportado un documento, al que no han tenido acceso aún las acusaciones, que recoge información sobre la salida a Bolsa.

Los dos también han señalado las dificultades en las que se produjo esa operación, las dificultades para controlar todos los aspectos de la salida a Bolsa. A pesar de las dificultades, Comín ha asegurado bankia gozaba de una buena situación financiera a pesar de los ajustes.

Comín y González han declarado un día después de que lo hicieran el exvicepresidente de la CNMV, Fernando Restoy -que también fue subgobernador del Banco de España-, y el expresidente esta entidad Julio Segura. Ambos descargaron la responsabilidad de vigilar la conveniencia de la salida a Bolsa de Bankia en el Banco de España.

Según fuentes judiciales, ambos dijeron que el papel de la CNMV se limitó a dar el visto bueno al folleto informativo que emitió Bankia, pero que la labor de vigilar sus cuentas eran del Banco de España.