Tesla echa el freno en la construcción de su 'Gigafactory' en Berlín

Aldo Mas

Berlín —
26 de diciembre de 2020 21:43 h

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Se supone que el magnate canadiense Elon Musk iba a construir en su 'Gigafactory' de Berlín a partir del próximo mes de julio miles de sus coches eléctricos de su marca Tesla. Éstos, considerados productos de vanguardia de la movilidad eléctrica, pasan por ser un medio de transporte difícilmente mejorable en términos de respeto medioambiental.

Sin embargo, a Musk le ha salido un serio problema en tierras alemanas. Porque activistas germanos defensores del medioambiente pelean en los tribunales contra el avance de las obras de Tesla en las 300 hectáreas del municipio de Grünheide, situado en el Land de Brandeburgo, a las puertas de la ciudad-estado que es Berlín.

La Asociación de Protección de la Naturaleza de Brandeburgo (Nabu, por sus siglas alemanas) y la organización Liga Verde impedían a principios de este mes, al menos temporalmente, que Tesla prosiga con la tala de árboles en el área de Grünheide. Allí están las 300 hectáreas adquiridas por Musk para su 'Gigafactory' a cambio de unos 41 millones de euros, según ha trascendido en los medios de comunicación alemanes.

Las últimas acciones de la Liga Verde y Nabu han supuesto la protección de casi 83 hectáreas de bosque cuya tala estaba prevista estos días. Estas organizaciones actúan con el argumento de la protección de especies locales de reptiles que las obras ponen en peligro. “Tesla no está trabajando de forma limpia”, dicen a elDiario.es desde la Liga Verde.

Al parecer, el trabajo de traslado de los animales afectados ya realizado por Tesla en el marco de las obras de su 'Gigafactory' no ha sido el “adecuado”. Porque siguen en riesgo los reptiles del bosque. Tesla cae así en una “violación de la legislación federal y europea”, según los términos de la decisión del Tribunal Superior Administrativo de Berlín-Brandeburgo que reproducen estos días los medios de comunicación alemanes.

A esa instancia habían recurrido las organizaciones conservacionistas después de que en primera instancia, el Tribunal Administrativo de Fráncfort del Oder (este germano) aprobara la citada tala de los árboles. En Nabu y la Liga Verde no ocultaban a finales de la semana pasada, cuando se les dio la razón en segunda instancia, su satisfacción por haber frenado a Tesla en Grünheide.

“Estamos muy satisfechos con este resultado y esperamos, más allá de este caso, que la preocupación por la conservación de la naturaleza y la protección de las especie sea tenida más en cuenta por inversores, autoridades y políticos”, según indicaba en un comunicado Christiane Schröder, responsable de Nabu.

Por su parte, Michael Ganschow, responsable de la Liga Verde en Brandeburgo, hablaba de una decisión judicial que representa “una ruptura” que debería animar a “encontrar nuevos caminos para lidiar con los recursos naturales”.

Un proyecto jurídicamente “inseguro”

Sea como fuere, según ha constatado recientemente el semanario económico WirtschaftsWoche, las obras de Tesla en Brandeburgo “van algo más lentas de lo previsto”. Esta publicación también mencionaba problemas con los permisos de las obras de la 'Gigafactory'. Esto hacía que “la situación legal en Grünheide” del proyecto de Musk resulte “insegura”, según los términos de WirtschaftsWoche.

“Teóricamente, podría pasar que las obras estén listas este verano y que debido al rechazo de los permisos sea necesario demoler lo construido”, se llega a leer en WirtschaftsWoche. Imagen de solidez no da, en cualquier caso, que la empresa no lograra abonar a tiempo 100 millones de euros este mes en concepto de depósitos ante las autoridades para acceder así a otros permisos de obra, según ha informado recientemente el diario generalista berlinés Der Tagesspiegel.

Esto también ha supuesto que parte de las obras – independientemente la tala de árboles – fueran paralizadas temporalmente. Si Tesla abona los 100 millones de euros aquí al 4 de enero, según el nuevo plazo impuesto por las autoridades, podrá comenzar esa parte de las obras.

La intención de Elon Musk es crear en Brandeburgo, a las puertas de Berlín, su gran fábrica europea de coches Tesla. En un futuro, y a pleno rendimiento, dichas instalaciones podrían dar trabajo a 40.000 personas. Hasta dos millones de coches al año quiere Tesla producir en tierras germanas. A ese rendimiento se supone que se llegaría progresivamente, empezando por la producción de 150.000 vehículos a partir del año que viene.

Precisamente en Brandeburgo y a las puertas de Berlín, ya se han visto fracasar otros grandes proyectos. No lejos de Grünheide, a escasa media hora en coche, se encuentra el Aeropuerto de Berlín Brandeburgo, conocido aquí como BER.

El calendario “extremadamente apretado” de Tesla

Esta infraestructura, un fiasco que ha sido motivo de mofa internacional contra Berlín, Brandeburgo y Alemania en general, tendría que haber sido estrenado en 2011, cinco años después de que se iniciaran las obras. No obstante, el BER abría sus puertas a finales del pasado mes de octubre, con casi una década de retrasos y miles de millones de euros en sobrecostes. Costó unos 6.000 millones de euros, tres veces más de lo calculado inicialmente.

Nadie parece pensar aquí respecto a la 'Gigafactory' de Tesla que vaya a correr la misma suerte que el BER. De hecho, Musk cuenta con no pocos valedores en Alemania, país con una fuerte industria del automóvil muy interesada en mejorar a base de competir con los Tesla. De ahí que el proyecto de Musk en Alemania suponga una inversión estimada en 4.000 millones de euros.

Ahora bien, si “los primeros coches tienen que salir” de esa fábrica en julio de 2021, “el calendario está extremadamente apretado”, según ha apuntado Der Tagesspiegel. Los últimos reveses judiciales que le han traído a Musk los activistas locales comprometidos con la protección del medioambiente son un flaco favor para los planes europeos de Tesla.