El Estado tiene entre sus objetivos reducir los desequilibrios que todavía arrastran sus cuentas, como el caso de la deuda pública, que cerró en 2018 en el entorno del 97% sobre el PIB. Para ello, el Tesoro Público, responsable de las emisiones, cuenta con aprovechar entre otras cosas la situación de la economía, las menores necesidades de financiación de las Comunidades Autónomas y, en un futuro, la reducción de los préstamos a la Seguridad Social.
Este último punto será en los próximos años, puesto que para este curso ya está presupuestada la concesión de un crédito de 15.000 millones de euros para la Seguridad Social destinado al pago de las pensiones. Esta cifra se suma, según la información del Tesoro Público, a los 13.830 millones prestados en 2018 y los 10.192 millones del curso 2017, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy comenzó con esta vía de financiación.
Pese a estas cifras, el Tesoro se muestra confiado en reducir tras este año los créditos a la Seguridad Social. “Estamos convencidos de que habrá una senda descendiente de las necesidades de tesorería de la Seguridad Social”, defendió Carlos San Basilio, director general del Tesoro. El responsable del organismo considera que las necesidades de la Seguridad Social se irán reduciendo en la medida en la que se camine a la consolidación del sistema.
De este modo, San Basilio restó importancia al hecho de tener que realizar estos préstamos y defendió que “es un tema que no preocupa a los inversores” en deuda española. El dirigente apuntó que lo que genera más incertidumbre a estos inversores son las necesidades presupuestarias del Estado y “nos estamos esforzando en trasladar que en la Seguridad Social se están tomando medidas para reducir las desigualdades y los desequilibrios, pero con un compromiso muy claro con la consolidación”.
San Basilio defendió que el Tesoro es “el principal interesado en reducir la deuda pública” y que está trabajando “siempre” en busca de la consolidación. En este sentido, apuntó que “creemos que la senda de Seguridad Social tras las necesidades de ajuste nos va a permitir seguir ese camino”. Por tanto, confía en que la evolución futura de la Seguridad Social permita ayudar a reducir la deuda.
El Gobierno ha acudido en estos tres ejercicios a esta línea de crédito para financiar las pagas extra de 2017 y 2018 de los pensionistas de verano y navidad. Esta medida fue inicialmente criticada por el PSOE, aunque finalmente ha sido utilizada por la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, en una medida superior a lo previsto inicialmente. El proyecto de presupuestos generales del estado, que incluye este nuevo préstamo, plantea una previsión de gasto en pensiones de más de 153.800 millones de euros, un 6,2% más que en 2018.
Menos deuda y más barata
La intención de reducir los préstamos a la Seguridad Social se encuadra en la nueva estrategia del Tesoro en lo que a deuda pública se refiere. El organismo que dirige San Basilio prevé que ésta tenga un peso del 95,4% respecto al PIB, el dato más bajo desde que en 2014 se alcanzara el máximo, superando el 100%.
Así, este ejercicio prevé menos emisiones netas de deuda, que se estiman en unos 35.000 millones de euros, frente a los 40.000 millones que se pronosticaban en 2018. De ese montante, San Basilio confía en no utilizar el conjunto si se cumple el cuadro macroeconómico trazado en los presupuestos generales. El Tesoro asume esta estrategia tras haber cerrado el pasado año con el menor coste medio de la deuda pública de la historia, en el 2,39%. Además, las nuevas emisiones se hacen al 0,64% de media.