La policía carga contra trabajadores de Coca-Cola que denuncian prácticas ilegales de la empresa

El conflicto entre los trabajadores de Coca-Cola y la empresa se ha recrudecido, si cabe, aún más. Un despliegue policial de decenas de antidisturbios (había, al menos, diez vehículos) ha permitido la entrada de dos furgonetas con trabajadores externos a la planta de Fuenlabrada. La plantilla despedida y Comisiones Obreras denuncian que se trata de una estrategia de Coca-Cola para desmantelar la fábrica y evitar así el cumplimiento de la sentencia que declaró nulo su ERE, una práctica que sería ilegal. Los trabajadores se han concentrado alrededor del cordón policial y los antidisturbios han llevado a cabo cargas en las que han resultado heridas varias personas y otra ha sido detenida.

Los trabajadores que permanecen en el campamento a las puertas de la fábrica de Coca-Cola en Fuenlabrada han advertido un fuerte despliegue policial a primera hora de la mañana. Dos furgonetas blindadas conseguían entrar a la factoría, unos vehículos que, según denuncia la plantilla, transportan trabajadores externos que llevan a cabo labores para desmantelar la fábrica. No es la primera vez que CCOO denuncia un hecho parecido: a finales de octubre evidenciaron movimientos similares que denunciaron ante la Inspección de Trabajo, tal y como contó eldiario.es.

Varios representantes de los trabajadores han intentado entrar en la planta para comprobar qué estaba sucediendo, pero les han denegado la entrada. El sindicato se prepara para denunciar este hecho, ya que la sentencia que dictó la Audiencia Nacional dejaba claro que los representantes de la plantilla debían tener acceso a las instalaciones siempre que lo consideraran oportuno. De no ser así, decía, podrían tomarse medidas contra la empresa.

La policía cortó el acceso al tráfico en una de las entradas de la fábrica, mientras que en la otra situó un fuerte dispositivo policial de varias decenas de antidisturbios. Allí se concentró un numeroso grupo de trabajadores al que se fueron sumando miembros de otros colectivos y representantes de varias formaciones políticas. La tensión fue creciendo y la policía cargó con dureza en varias ocasiones contra el grupo. Según la Delegación del Gobierno, los antidisturbios cargaron porque los trabajadores intentaron entrar en la fábrica. La entrada se encuentra, sin embargo, a decenas de metros detrás del cordón policial que se había establecido.

Entre los heridos se encontraba la concejala de IU en el Ayuntamiento de Getafe María Luisa Gollerizo, que ha tenido que ser trasladada al hospital, y la diputada de la misma formación en la Asamblea de Madrid Carmen Villares. Otros trabajadores han tenido que ser atendidos en el lugar, al que han llegado tres ambulancias. Asimismo, la policía ha detenido a uno de los trabajadores que se encontraba fuera del cordón policial.

Según varias fuentes, el despliegue policial no ha sido ordenado por la Delegación del Gobierno en Madrid, sino por el propio Ministerio del Interior. Los antidisturbios no tenían orden de cargar contra los trabajadores, un hecho que no ha evitado el tumulto. Izquierda Unida está a la espera de recibir el atestado policial y pedirá explicaciones al ministro de Interior por lo ocurrido. “Lo que ha sucedido es completamente ilegal”, señalaba la diputada de IU Ascensión de las Heras, que se encontraba en la concentración.