La Unión Europea (UE) ha solicitado al Gobierno canadiense la revisión del Acuerdo Global Económico y Comercial (CETA, por sus siglas en inglés) que finalizaron en septiembre del año pasado, para reformar una cláusula sobre protección de inversiones.
La televisión pública canadiense, CBC, que citó como fuente a la embajadora de la Unión Europea en Canadá, Marie-Anne Coninsx, dijo hoy que la UE solicitó de forma discreta al nuevo Gobierno del primer ministro Justin Trudeau la revisión de la cláusula ante el temor que el Parlamento Europeo rechace la ratificación del acuerdo cuando se vote a finales de este año.
CBC señaló que la UE teme que la controvertida cláusula de protección de inversiones provoque el rechazo del CETA porque sienta un peligroso precedente en las negociaciones que la Unión Europea mantiene con Estados Unidos para la firma de un acuerdo económico similar.
Coninsx reconoció a CBC que “puede haber algunos ajustes legales a la cláusula y tenemos indicaciones que ambas partes están dispuestas a hacerlo”.
La cláusula permite a inversores demandar a los Gobiernos si consideran que sus decisiones afectan a sus operaciones. La protección a las inversiones es una de las cláusulas más controvertidas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en vigor entre Estados Unidos, Canadá y México.
Desde entonces, empresas estadounidenses han presentado demandas por valor de centenares de millones de dólares contra Ottawa en los tribunales especiales que se establecen temporalmente y que no siguen las normativas jurídicas habituales.
La negociación del CETA, un acuerdo calificado como “histórico” por el anterior Gobierno canadiense del primer ministro conservador Stephen Harper, ha estado marcada por la confusión y controversia.
El entonces Gobierno de Harper, que negoció durante años el acuerdo sin consultas públicas, anunció en varias ocasiones la finalización del CETA, primero en 2013 y posteriormente en 2014.
Finalmente, en septiembre de 2015, poco antes de las elecciones generales canadienses de octubre, Harper organizó una cumbre con los entonces presidentes del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, para celebrar en la capital canadiense la finalización del acuerdo.
Pero a pesar de las ceremonias y anuncios oficiales, el acuerdo no se ha firmado ni ratificado y no se sabe cuándo entrará en vigor.
La nueva ministra de Comercio Internacional de Canadá, Chrystia Freeland, reconoció la semana pasada que a pesar de las declaraciones del anterior Gobierno y de Barroso, Ottawa y Bruselas siguen negociando la finalización de CETA.
“No voy a dar una agenda específica porque estamos negociando ahora y, quizás negociar es la palabra equivocada, estamos pasando con los europeos la última milla antes de la línea de llegada”, declaró Freeland a los medios de comunicación cuando se le preguntó sobre las negociaciones.