Un centenar de empleados de vehículos de alquiler con conductor (VTC) –representados por UGT– se han congregado este martes en el centro de Madrid para protestar contra “los abusos y el maltrato” que sufren por parte de un determinado sector del taxi. La movilización ha tenido lugar ante la sede de Podemos donde han gritado “tenemos tanto derecho a trabajar como los taxistas”, como respuesta a las declaraciones de Rafael Mayoral sobre las VTC y su “tributación en paraísos fiscales”.
Conductores en activo del sector han tomado la palabra para dar visibilidad a sus reivindicaciones y para contar en primera persona algunas de sus “desafortunadas” experiencias con los taxistas mientras desempeñaban su trabajo. Francisco, del Grupo Auro, ha insistido en que “no quieren paralizar Madrid”, y, por este motivo, “no están presentes todos los compañeros que quieren manifestar su derecho a trabajar”.
“Los ciudadanos de Madrid no merecen quedarse sin servicio”, ha puntualizado el conductor y, en este sentido, se han pronunciado también sus compañeros y compañeras. “Me bajé del coche a ayudar a una persona invidente a salir del vehículo y fui increpado por un taxista”, cuenta Arnoldo, de Moove Cars.
“No somos responsables de que la población española nos elija”, explica Francisco. Los conductores de VTC lamentan que el Ejecutivo de Madrid “gobierne para la minoría, ”todos pagamos impuestos en España, los políticos tienen que defendernos ante los ataques los votemos o no“, subraya.
“Estoy cansada de salir a trabajar con miedo”
“Me duele enfrentarme a mis iguales”, dice Arnoldo. El grupo de trabajadores llama a la “coherencia” y pide a los taxistas “respeto” y, sobre todo, “que no les agredan”. Una conductora de Uber grita al megáfono que “está cansada de salir a trabajar con miedo”. El pánico crece cuando convocan huelga indefinida, “nos sentimos amenazados y maltratados”, precisa.
“El taxi obliga a nuestros clientes a dejar de utilizar este servicio”, señala un conductor de Cabify. El lema “en el futuro cabemos todos”, puede verse en las pancartas que sostienen y escucharse desde la Gran Vía de Madrid. En esta línea, los conductores piden “que escuchen a la ciudadanía y que los dejen elegir” y defienden a sus trabajos: “somos empleados que pagamos impuestos en España”.