Biodiésel y fotovoltaica, en lugar de derivados del crudo: así será la transición de esta compañía del sector petrolero

Tomás Muñoz M.

La transición energética es un camino imparable, pero que necesita la colaboración de todos los agentes involucrados para alcanzar el éxito. También de las industrias relacionadas con el petróleo y los combustibles fósiles, ya que todos los pasos que se den desde estos sectores hacia la sostenibilidad serán verdaderos saltos hacia un futuro más verde. Dado que, actualmente, las posturas de las compañías implicadas son muy variadas —el abanico abarca desde estrategias negacionistas hasta la reducción drástica de emisiones, pasando por la diversificación—, cualquier decisión clara e inequívoca en la línea ecológica convertirá a quién la adopte en un referente y un ejemplo a seguir.

Alexander Bezzina es CEO de MarTankShip, compañía dedicada a la importación y distribución de productos petrolíferos que opera en el Mediterráneo y que ha decidido iniciar ya esta transición. Bajo su punto de vista, “la importación de productos petrolíferos y las inversiones en energías renovables no son polos opuestos”. De esta forma, en su opinión solo hay un futuro posible: “El sector energético debe guiarse principalmente por las renovables y las políticas europeas orientadas en esa dirección. Por esta razón, muchos grandes grupos en el sector petrolero llevan años invirtiendo en energías renovables”, asegura el ejecutivo.

Estas palabras coinciden con las del reconocido sociólogo y economista estadounidense Jeremy Rifkin, quien lleva varias décadas pronosticando el colapso de los combustibles fósiles. Tanto es así que, en su última obra, El Green New Deal global, establece un rango de fechas que va desde este 2023 hasta 2030. Por lo tanto, cabe preguntarse qué están haciendo ya las firmas petroleras más comprometidas y, para sorpresa de muchos, los ejemplos son numerosos: Royal Dutch Shell está acelerando su migración a las renovables, como también lo hace Cepsa que aspira a ser net zero en 2050. Por su parte, Equinor ya es el mayor desarrollador de energía eólica marina de todo el mundo y Blackrock abrazó la bandera de la sostenibilidad hace unos años, hasta el punto de exigir los mismos estándares a todas sus filiales, partners y socios.

Todo, en medio de un entorno que todavía sigue siendo muy rentable, lo que dignifica más este tipo de decisiones. Según un informe elaborado por el observatorio de la Universidad Francisco Marroquín, publicado en agosto de 2023, “se espera un aumento de la demanda de petróleo de 1,9 millones de barrilles al día en 2023 y un millón en 2024”. Dado que la capacidad de los países productores y exportadores crecerá por diferentes razones geopolíticas, “se incrementará la demanda de barcos que transportan petróleo refinado”, concreta el mismo texto.

Precisamente, una de las compañías dedicadas al transporte de esta materia prima y que está experimentando un crecimiento importante, pero que ha decidido dar el paso hacia la sostenibilidad, es la mencionada MarTankShip, que acaba de sellar un preacuerdo estratégico con dos importantes fondos internacionales, atraídos por la orientación de la marca hacia las energías renovables. Sergio Pellerey, CEO de SharingTheFuture y promotor del acuerdo, confirmó que las inversiones se centrarán en el sector fotovoltaico y del biodiésel. Además, este asesor italiano explicó que el proceso irá acompañado de una reorganización total de la estructura del grupo, “incluida una nueva gestión a nivel internacional, así como una precisa estrategia comercial y de posicionamiento en el mercado europeo”. 

La transición se culminará con un cambio de web y de logotipo, que se encuentran ya en marcha, según fuentes de la compañía. El nuevo portal contará con datos y gráficos actualizados para reflejar con transparencia el compromiso con la sostenibilidad. Respecto al biodiésel que operará la firma será, concretamente, aceite vegetal hidro tratado elaborado con hidrógeno en lugar de metanol, también conocido como biocombustible HVO. Se trata de una alternativa al diésel convencional de origen fósil, que tiene bajo impacto ambiental y se obtiene a partir de residuos y aceites de base vegetal.

Hasta el momento, en los cinco años de existencia de la compañía —fundada en 2018 y con sedes en Sofía (Bulgaria) y Madrid— MarTankShip ha sido un actor destacado en el sector de la importación de productos petrolíferos y derivados, “logrando establecer una amplia red de servicios de transporte de carga y construir una cartera comercial sólida en el Mediterráneo, con especial énfasis en España, Italia, Croacia, Bulgaria, Grecia y Eslovenia”, apuntan sus portavoces. Para conseguir esta posición, su enfoque empresarial “se ha centrado en el cliente, a través de un compromiso constante con la fiabilidad y la seguridad”, precisan. En la actualidad, opera su propia flota de buques cisterna y cuenta con instalaciones de almacenamiento estratégicas que refuerzan este liderazgo.

Con el nuevo rumbo enfocado a la descarbonización, y como prueba de que este tipo de decisiones hacia la transición energética no son fáciles, la firma se ha enfrentado a discrepancias internas: “Ha habido distintas visiones sobre la gestión y el futuro del grupo. En consecuencia, aquellos que tenían una opinión diferente han tomado otro camino”, sentencia Alexander Bezzina para confirmar que no hay vuelta atrás, ni más opciones para el planeta.