“Prefiero no tener pies y saber adónde voy, que tenerlos y estar perdida”
La historia de Sara Andrés no deja indiferente a nadie, no solo porque habla de superación, sino porque quienes la escuchan se sienten identificados. “Evidentemente a nadie le ha pasado lo que a mí, pero cada uno tenemos nuestro drama personal y enseguida conectan conmigo. No pretendo enseñar ni aleccionar, solo cuento mi historia por si a alguien le sirve de ayuda para un proyecto personal, o para sentirse mejor. Pensar ‘yo también puedo’, saber que querer es poder”.
Acaba de dejar su trabajo como profesora de Primaria para centrarse exclusivamente en la preparación de los próximos Paralímpicos. Sara Andrés competirá en Tokyo 2020 tras conseguir un diploma olímpico en los Juegos de Río 2016 y dos medallas de bronce en las pruebas de 200 y 400 metros del Mundial de Atletismo Paralímpico en Londres 2017. Desde que perdió los dos pies a los 25 años a causa de un accidente de coche, y abandonó la silla de ruedas y aprendió de nuevo a caminar, Sara ha dejado atrás las limitaciones para sentirse cada vez más libre, física y emocionalmente. ‘Prefiero no tener pies y saber adónde voy, que tenerlos y estar perdida’, asegura con frecuencia en las charlas que imparte.
¿Cómo está siendo la cuenta atrás para Tokyo 2020?
Parece que año y medio es mucho, pero queda muy poco. Estoy entrenando duro todos los días y dedicando el tiempo necesario también a descansar y recuperar. Ahora puedo estar centrada y focalizar mi atención en lo que importa ahora que es el deporte.
¿Qué importancia ha tenido el deporte en tu vida?
Antes del accidente solo era un hobby, después lo necesitaba para aguantar más con las prótesis, y ahora se ha convertido en mi vida. Pero yo no me agarré al deporte para salir del accidente, yo había estado en tratamiento psicológico y ya había pasado mi duelo. Fue al superar mi trauma cuando tuve ganas de hacer algo más. El deporte me aporta alegría, energía, positividad y el poder conocer gente.
¿Crees que has dejado una lección de vida a los que fueron tus alumnos?
Ojalá, pero tampoco era mi intención. Yo soy como soy y cada uno aporta la esencia de la persona que es. Al tener una discapacidad, si ven que voy a trabajar, que compito y me supero, pueden pensar “no me puedo rendir, tengo que luchar por lo que quiero”. Pero no me considero experta en nada y lo que les he enseñado son valores que todos tenemos como el cariño o el trabajo en equipo.
Dices que el accidente fue una segunda oportunidad, que te cambió la vida para mejor. ¿Crees que son muchos los que también se sienten perdidos?
Yo lo estaba y entiendo que a otros también les pasa. Muchas personas saben lo que quieren y tienen un camino muy claro, pero yo vivía un poco dormida en la vida. Cuando pierdes el tiempo sin saber qué es lo que de verdad te apasiona, y encuentras lo que te gusta y lo que te llena, no tienes miedo: todo se alinea y es cuando eres realmente feliz.
Sara Andrés: el triunfo de los valores
Por sus méritos deportivos, pero sobre todo por su actitud hacia la vida, Sara es uno de los cuatro ‘héroes anónimos’ elegidos por Calidad Pascual para celebrar su 50 aniversario junto al doctor Antonio Pérez, jefe del Servicio de Hemato-Oncología Pediátrica del Hospital La Paz; Mireia Badia, co-fundadora de Grow.ly; y Guillermo Martínez, creador de la ONG Ayúdame 3D. El pasado 14 de febrero compartieron experiencias en el Museo Reina Sofía de Madrid, en un debate titulado “Valores que aportan Calidad Vital”.
¿Hacen falta más héroes anónimos que inspiren a la sociedad?
En nuestro entorno hay muchas personas excepcionales a los que prestar plena atención. La sociedad nos impone un estado de evasión que nos impide fijarnos en personas interesantes cuya pasión, esfuerzo y constancia nos enriquecen y mejoran a toda la sociedad. Centrar la vida en valores te aporta mucho más a nivel personal y profesional.
¿Qué valores compartís entre vosotros cuatro?
Al conocernos hemos descubierto que tenemos muchas conexiones, y de encuentros como estos pueden surgir ideas y proyectos en el futuro. Da igual que Antonio, Mireia, Guillermo y yo seamos más o menos conocidos; lo que importa es que lo que hacemos tiene un sentido, y que Calidad Pascual se ha fijado en valores, no en personas. A nosotros nos dan visibilidad, nos hacen protagonistas y es muy reconfortante.
Calidad Pascual cumple medio siglo de historia ¿Los valores también valen como base en los negocios?
Me sorprende que una empresa tan grande sea luego tan cercana. Son una familia y llevan esa idea de familia y de valores a todo lo que hacen. Son un grupo, están juntos y trabajan unidos. Que una marca tan familiar llegue a tantas personas, y se haya convertido en lo que es, solo se consigue con unos pilares muy fuertes y porque van todos a una