Los cuentos del divorcio igualitario

Lo que comenzó como un cuento hecho en casa para explicarle a una niña de cinco años cómo sería su nueva situación tras el divorcio de sus padres se ha convertido más de un lustro después en una colección de libros infantiles que bajo el nombre de Carlota es feliz busca normalizar circunstancias diferentes a la familia tradicional. Los volúmenes, que se pueden leer por el principio o el final, según la protagonista esté con su padre o madre, promueven valores igualitarios en el reparto de tareas y cuidados.

“Me casé con mi ex mujer, tuvimos una hija y cuando tenía tres años nos divorciamos”, explica Guillermo Caballero, autor de los libros, aparejador de profesión y aficionado al dibujo desde que era niño. Decidió entonces crear un cuento para la niña que le explicara a través de dibujos y pequeñas historias cómo sería su vida a partir de entonces.

Ideó el personaje de Carlota, una niña pelirroja que seguiría haciendo las mismas cosas que antes de la separación de sus progenitores pero por separado. Si abría el cuento por una tapa veía lo que podía hacer con su madre: ir al dentista, de excursión por el campo o bañarse. Si giraba el cuento y lo abría por la tapa contraria se encontraba con las cosas que le pasaban cuando estaba con su padre: hacer la comida, ir al médico, al colegio o a la playa.

De juguete a libro

“Cuando lo terminé le puse un gusanillo y se lo di a mi hija, quien se lo llevaba de un lado a otro”, señala Caballero. Los padres de la niña veían cómo cuando estaba con uno de ellos les hacía leerle la parte del otro. El padre empezó entonces a plantearse colgar el libro en internet por si pudiera ser de ayuda a otros progenitores pero un amigo cuyo hermano pasaba por un proceso conflictivo de divorcio le animó a realizar una edición en papel.

Recorrió varias editoriales, algunas le decían que ya tenían proyectos parecidos en marcha, otras ni siquiera le respondían y algunas más directamente rechazaban la recepción de propuestas. Ante esas puertas cerradas decidió crear su propia editorial, Caballera, “por ser una perspectiva del dibujo técnico que da otro punto de vista”. Hace dos años logró editar el primer volumen y empezó a pergeñar el segundo.

“Iba creando en función de las situaciones que surgían con nuestra hija”, explica Caballero, quien relata cómo una de las primeras situaciones familiares que se plantearon tras la separación fue el tiempo de vacaciones. “En verano decidimos que la niña estuviera 15 días con cada uno pero nos dimos cuenta de que era demasiado tiempo y no le estaba yendo bien, y decidimos que pasara una semana con cada uno”, cuenta. De ahí que el segundo volumen, Navidades con papá, Noche de Reyes con mamá, trate precisamente situaciones que se platean en el reparto de los periodos vacacionales.

El tercer libro, La familia crece/Cambia la familia, que acaba de editarse, aborda situaciones que se producen cuando los padres rehacen sus vidas con otras parejas, que a su vez traen hijos propios o nuevos bebés. “Mi ex mujer se volvió a casar, tuvo otro hijo, y yo también he tenido otras parejas y son situaciones delicadas aunque también muy positivas”, subraya el autor, cuya hija tiene ahora 11 años. En el cuento Carlota descubre, por ejemplo, cómo la novia de su padre, quien es profesora, puede enseñarle a dibujar. Al darle la vuelta al libro se verá qué cosas puede aprender la protagonista de la pareja de su padre.

Caballero es consciente de que no todos los divorcios son igual de amistosos que por el que pasó su familia, y que es la experiencia en la que se basa “la biografía novelada ilustrada que es Carlota es feliz”. “Pero cuando ocurrió aspirábamos a una gestión de manera responsable de cara a la niña porque es verdad que también hay que hablar de quién se queda el coche o la casa pero lo principal es cómo hacerlo con los niños”, subraya. Y añade: “Si los padres son felices los hijos también lo serán”.

La colección aborda a lo largo de todas las historias particulares cómo el cuidado y la crianza de Carlota es una cosa de dos en igualdad de condiciones. “Son libros que también están recomendados a familias que no tienen por qué estar pasando por un divorcio, sino como forma de mostrar que estas situaciones existen y que tanto el padre como la madre hacen las mismas cosas”, explica Caballero. El cuarto y último volumen, que aún está en fase de boceto, precisamente tratará sobre la necesidad de hacer frente común en la crianza de los niños.