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Unos tragos nacidos de la artesanía

Vayamos a por un alipús. Es una buena manera de solventar una discusión, un negocio o...de iniciarlo. Un trago, vaya. Un sello o una banderazo de salido. Esta fórmula universal, lleva esta etiqueta de vocablo, especialmente en México. Un rincón donde ese trago corto es como la firma en un papel.

Dicho esto, la materia prima que viene rápidamente a la cabeza es el famoso tequila. Pero no. No vamos a contar una historia de tequila sino de su hermano mayo y artesanal: el mezcal. Porque para desarrollar un proyecto que inspire un plan de unión entre el mundo indígena y la economía, la artesanía está en primera línea de salida. Pero no tiene porqué ser la artesanía de los objetos. Puede ser, y así es, la de los sentidos.

La agricultura ecológica está avanzando en lugares como España para dotar al mundo rural de viveza. Tambíén hay otros campos que explorar que vienen de otras pares del planeta (como México). Los Danzantes es un emprendimiento de buen tamaño empresarial que une el trabajo de productores de maguey y las destilerías que surten de mezcal de alta calidad en el país norteamericano. El director, Jaime Muñoz, explica que Los Danzantes funciona en dos vías y siempre en colaboración con los agricultores locales de la zona de Santiago Matatlán, Estado de Oaxaca, poblado conocido como la capital mundial del mezcal. “Por una lado producimos nuestro mezcal de alta calidad y por otro compramos la producción a los oaxaqueños para darles una viabilidad comercial”.

El impacto de este proyecto -inscrito en Momentum Project de BBVA y Esade-, de esa manera, sigue dos cursos lógicos, como especifica el director: “O bien compramos al maguey a los campesinos de la zona para destilar nuestra bebida o bien adquirimos la producción de mezcal de cuatro destiladores locales”. En ambos casos, se va de la mano en la técnica, lo comercial y la distribución. Más que “compra-venta, forjamos una alianza”.

Muñoz cuenta que “hay muchas historias que proporciona esta alianza con el mundo indígena”. Y destaca “el regreso a México de dos hermanos desde Estados Unidos que llegaron para ayudar a su padre a cultivar maguey y han terminado siendo productores en lugar de trabajadores sin cualificación en California”. Los Danzantes sobrevive y se expande por el éxito de su licor ( calculan que facturaron 108.300 euros en 2012 y unos 142.000 este curso). “Pero nuestro plan en más de integración que de crecimiento económico acelerado”, calcula. “Nuestro proceso artesanal en más lento”.