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El edificio que limpia la polución

Edificio de Especialidades Médicas en Ciudad de México. / Ellegant Embellishmets. A. Cartagena

Isaac Altable

La contaminación es uno de los peajes más evidentes y dañinos que pagamos por el estilo de vida occidental. Según un estudio de la asociación Ecologistas en Acción –basado en las mediciones de los organismos medioambientales de la comunidades autónomas–, el 37% de la población española respira un aire con concentraciones de polución superiores a las permitidas por la ley de la Unión Europea. Este porcentaje representa una cifra de 17,3 millones de personas. La mayoría de la contaminación tiene su origen en los tubos de escape de los vehículos con motor de combustión.

Iniciativas para lograr una atmósfera más limpia existen de muchas formas. Transporte ecológico, mensajería en bicicleta, casas que funcionan con energía solar… Y son proyectos que acuden a la causa primigenia: evitar la producción de humos tóxicos. Pero también hay algunos emprendimientos que buscan destruir la polución que ya está en el aire antes de que se aloje en los pulmones. Es el caso de Elegant Embellishments, una idea de Allison Dring y Daniel Schwaag, dos arquitectos alemanes que han dado con un material de construcción que se come la contaminación.

Se trata de un revestimiento de edificios pensado para limpiar el aire que lo circunda. Con un nombre propio de elemento químico en una película de espías, el prosolve370e es un material a base de dióxido de titanio. Sin entrar en complejos procesos, el sistema funciona de la siguiente manera: cuando la luz del sol atraviesa la nube de contaminación e incide en una fachada vestida con este titanio, los rayos ultravioleta provocan una secuencia de complicadas reacciones químicas que descomponen la nube tóxica en otros componentes menos dañinos. El dióxido de nitrógeno de la nube (el smog) que sale de los tubos de escape, cuentan estos arquitectos, “es un contribuidor clave en la polución del aire y un precursor principal del ozono troposférico”.

Los lugares de concentración de tráfico como “las entradas o salidas de túneles o los aparcamientos es donde esta tecnología descontaminante desarrolla su gran potencial”. La cerámica de este revestimiento se come la suciedad ambiental equivalente a la que provocan “8.700 coches diarios”, aseguran en Embellishments. La apariencia de este elemento recuerda a una especie de aplicada colmena que filtra el aire.

Para ver una aplicación práctica, hay que cruzar el Atlántico. El exterior de la Torre de Especialidades del hospital Manuel Gea en Ciudad de México es uno de los ejemplos que el emprendimiento ofrece como aplicación del prosolve. Completado en abril de 2013, cubre 2.500 metros cuadrados de fachada. Recordemos que el edificio está ubicado en una de las megalópolis más contaminadas del mundo donde la calidad del aire es una amenaza directa para la salud.

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