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El big data contra los desastres naturales
¿Puede el análisis de la actividad económica ayudar a mejorar los programas de preparación, recuperación y reconstrucción ante catástrofes naturales? La respuesta puede ser afirmativa y para averiguarlo la división de análisis de datos de Naciones Unidas, Global Pulse, y la de BBVA, BBVA Data & Analytics, han puesto en marcha un proyecto para entender la solidez económica de las personas que se enfrentan a desastres naturales analizando los datos de las operaciones financieras y comprobando cómo se comportan antes y después. El objetivo es mejorar la respuesta de la ayuda humanitaria cuando se producen estas catástrofes.
La primera investigación se realizó sobre el impacto económico que produjo el huracán Odile hace dos años en el estado mexicano de Baja California. El proyecto dio a conocer que en el ámbito familiar las personas gastaron un 50% más de lo habitual en productos como alimentos y gasolina como forma de prepararse para la llega del huracán. También demostró que las mujeres gastaron el doble que los hombres en los días previos.
El estudio BBVA Data analizó los datos de pagos realizados a través de terminales en punto de venta (TPV) y las retiradas de efectivo en cajeros que realizaron más de 100.000 clientes de BBVA Bancomer, que registra 25.000 operaciones diarias. Con el análisis de los datos se obtuvieron indicadores aproximados del impacto económico y la resistencia de las personas de la región.
Menos actividad económica
La actividad económica se redujo en toda la zona tras el paso del huracán. Los cajeros tardaron una semana en recuperar su actividad normal, dos, en el caso de los pagos con tarjetas en comercios. El estudio, que midió el nivel de operaciones 30 días después del impacto, mostró que se había registrado un 30% menos de operaciones en los terminales y un 12% menos de retiradas de efectivo en comparación con un periodo normal.
Para Elena Alfaro, responsable de BBVA Data & Analytics, el estudio “ha permitido crear un enfoque replicable y demostrable para entender la vulnerabilidad y sus conclusiones pueden ayudar a las autoridades a mejorar la resistencia de las comunidades, lo que beneficia a las personas afectadas y es bueno al mismo tiempo para la continuidad de la actividad”. Alfaro subraya que los desplazamientos forzados por inundaciones, terremotos, huracanes o epidemias “representan un riesgo para la sostenibilidad económica”.
Miguel Luengo-Oroz, científico jefe de Datos de Global Pulse de la ONU, explica que “este tipo de datos cuantitativos en tiempo real sobre cómo se preparan las personas para una catástrofe podría utilizarse para promover un abastecimiento selectivo de suministros o de transferencias monetarias a las poblaciones más vulnerables y con mayor riesgo”.
Esta nueva alianza entre la ONU y la entidad financiera servirá de base para desarrollar las herramientas y los métodos necesarios para pasar de los casos prácticos a una aplicación operativa en el terreno durante las catástrofes. El objetivo es estudiar con más detalle el potencial de estas iniciativas en la promoción de ayuda humanitaria y labores de socorro.
¿Puede el análisis de la actividad económica ayudar a mejorar los programas de preparación, recuperación y reconstrucción ante catástrofes naturales? La respuesta puede ser afirmativa y para averiguarlo la división de análisis de datos de Naciones Unidas, Global Pulse, y la de BBVA, BBVA Data & Analytics, han puesto en marcha un proyecto para entender la solidez económica de las personas que se enfrentan a desastres naturales analizando los datos de las operaciones financieras y comprobando cómo se comportan antes y después. El objetivo es mejorar la respuesta de la ayuda humanitaria cuando se producen estas catástrofes.
La primera investigación se realizó sobre el impacto económico que produjo el huracán Odile hace dos años en el estado mexicano de Baja California. El proyecto dio a conocer que en el ámbito familiar las personas gastaron un 50% más de lo habitual en productos como alimentos y gasolina como forma de prepararse para la llega del huracán. También demostró que las mujeres gastaron el doble que los hombres en los días previos.