Cómo funciona un banco solo para móviles

En apenas un mes conquistó a 30.000 usuarios. Ninguno tuvo que firmar ningún contrato ni acercarse a ninguna sucursal para abrirse una cuenta bancaria. Solo necesitaron descargarse una app en su móvil o tableta y en poco más de 5 minutos ya podían operar en Atom Bank, el primer banco nacido por y para dispositivos móviles que opera en Reino Unido. La startup, en la que que BBVA tiene una participación del 29,5%, emplea el reconocimiento facial y de voz como sistemas de seguridad y crea experiencias de usuario únicas que abren un camino pionero para los servicios financieros. Así funciona un banco ideado sólo para móviles.

El primer paso en un banco 100% ideado para dispositivos móviles es precisamente descargarse su app. La de Atom, de momento, sólo está disponible para IOS, pero pronto estará también para Android. Antes de convertirse en cliente, el banco permite al usuario probar sus funcionalidades.

El proceso de alta se realiza exclusivamente a través de la app en apenas seis minutos. Atom utiliza un software que hasta ahora solo se había empleado en videojuegos, lo que convierte el diseño de la aplicación en una experiencia novedosa que nunca antes se había visto en una entidad financiera. Para arrancar la configuración personal de la cuenta, sólo bastará introducir el nombre, apellido, teléfono y correo electrónico.

Tecnología biométrica

La seguridad e identidad del usuario son dos elementos esenciales en una app de banca móvil. En el caso de esta startup, se utilizan tres sistemas de seguridad que combinan un código PIN de acceso tradicional y dos soluciones basadas en tecnología biométrica, como es el reconocimiento facial y por voz, y muy pronto también añadirá la huella dactilar.

Para activar el sistema de reconocimiento facial, la aplicación requiere que el usuario se haga una foto de sí mismo, es decir, un selfie. La app ayuda a enfocar la cara de forma adecuada y situarla en el espacio correcto. La tecnología utilizada por Atom, muy similar a la que se emplea en los controles de los aeropuertos europeos, escanea los ojos del usuario y mide la distancia entre las distintas facciones, como por ejemplo entre la nariz y la boca, parámetros que son casi irrepetibles de una persona a otra.

Quien desee incorporar una medida más de seguridad puede crear una contraseña de voz. Es necesario grabar una frase tres veces: “Mi identidad está segura porque mi voz es mi pasaporte. Verifícame”. Las repeticiones ayudan al sistema a registrar las distintas entonaciones para poder reconocer los diversos tonos de voz que puede tener una persona. Esa misma frase será la contraseña para acceder a la cuenta o validar una operación.

Comprobaciones de seguridad

Este proceso de alta apenas requiere seis minutos y el cliente ya puede acceder a su cuenta eligiendo uno de los tres métodos de autentificación. Si se opta por el reconocimiento facial, el sistema pide al usuario que parpadee para comprobar que no se trata de una foto o un muñeco. En el caso del reconocimiento de voz, la app compara la frase que dicta el usuario con los registros previos y usa un algoritmo capaz de diferenciar entre una posible grabación fraudulenta y las palabras pronunciadas al momento.

Cuando el usuario realiza una operación más compleja o por una cantidad más elevada de la habitual, la aplicación puede exigir un sistema más de comprobación para validarla. El contacto con el servicio de soporte se puede hacer con una llamada o a través de un chat desde dentro de la app, de modo que el agente sabe exactamente con quién está tratando. El cliente no tiene que volver a facilitar todos sus datos de identificación.