¿Compartir datos de salud en un espacio común europeo? La sanidad privada española habilita una plataforma que abre este camino

Tomás Muñoz M.

El año pasado, la Comisión Europea puso en marcha el Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS) como eje central de la política de salud de la unión y con el objetivo de garantizar la continuidad en la atención y mejorar la eficiencia de sus procesos. Sin embargo, los estados miembros presentan distintos grados de madurez en lo que a salud electrónica se refiere. Precisamente, el sector privado español acaba de dar un paso importante en la dirección marcada por Europa con la puesta en marcha de la denominada plataforma de interoperabilidad. Promovida por la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), la tecnología que permite la compartición de datos de la biografía clínica ya ha sido puesta a disposición de todas las partes interesadas. Hasta el momento, un total de 15 entidades la han incorporado: Adeslas, Asisa, Caser, DKV, Grupo Catalana Occidente, HLA, HM Hospitales, Hospiten, Mapfre, Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Quirónsalud, Ribera, Sanitas y Vithas.

“Con esta tecnología, los pacientes, los facultativos y todo el sistema saldrá beneficiado”, asegura Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, para poner en valor “el salto cualitativo que hemos dado en nuestro país y que nos coloca como pioneros en esta materia”. Bajo su perspectiva, “la plataforma mejora la accesibilidad a la información clínica, aumenta la corresponsabilidad y asegura la continuidad asistencial y movilidad del paciente. Desde el punto de vista del profesional mejora la práctica clínica y se amplía el conocimiento sobre la biografía de salud. Finalmente, desde la perspectiva del sistema sanitario se reducen los costes asociados a repetición de pruebas diagnósticas innecesarias, también disminuyen las demoras en la toma de decisiones y los trámites administrativos”, apunta.

Pero cuando se habla de datos, la seguridad es siempre una cuestión sensible. Por esta razón, desde IDIS explican que las medidas adoptadas por su plataforma son numerosas: “Por un lado, las entidades adheridas han desarrollado sus propias restricciones, ya que cada organización integra esta tecnología desde sus webs y aplicaciones. Además —continúa Villanueva—, la propia plataforma cuenta con sus capas de seguridad adicionales, junto a otros niveles de protección en lo que a gestión de los consentimientos se refiere”. Para lograrlo, hemos trabajado con Accenture como proveedor tecnológico, para colocar al paciente en el centro como propietario de sus datos, a través de cifrados y protocolos específicos“. En este sentido, la directora general de IDIS precisa que ”el usuario es la única persona que puede acceder y/o autorizar expresamente la compartición de sus datos con el hospital, médico o centro especializado que él o ella decida“.

Respecto a las características más relevantes del proyecto, Villanueva confirma que “es absolutamente pionero y garantiza que no haya brechas en el proceso asistencial”. De esta forma, “la arquitectura de la plataforma es completa, ágil y de fácil uso. Además, está totalmente alineada con las exigencias del Reglamento general de protección de datos y, como no podía ser de otra manera, con el EEDS”. En referencia a las directrices de la UE, subraya que “antes o después, todos los sistemas de salud de los estados miembros, independientemente de su titularidad, deberán incorporarse al espacio europeo de datos. Por esta razón, nosotros hemos querido adelantarnos”.

Pasos hacia una sanidad inteligente y común

Desde el sector público, algunas comunidades españolas ya permiten el intercambio de historia clínica y han apostado por la sanidad electrónica: “Lo han hecho de forma voluntaria, pero la obligatoriedad llegará irremediablemente —remarca Villanueva—. Por esta razón, hemos querido poner a disposición de cualquier interesado nuestra plataforma y no solo circunscribirse a los miembros de la fundación. El objetivo es dotar de continuidad a la historia clínica de cada paciente, al margen del modelo sanitario, el país donde se encuentre o el tipo de centro al que asista”. Tanto es así que otros agentes involucrados en la historia clínica también pueden sumarse, según detallan desde IDIS, tales como “fundaciones y aseguradoras, facultativos que trabajan desde casa o las propias farmacias. Siempre con la mirada puesta en asegurar la trazabilidad de nuestra biografía clínica desde que nacemos hasta que morimos”.

En plena expansión de los usos de la inteligencia artificial (IA), es inevitable relacionar la gestión, administración y compartición de datos con el potencial de estas tecnologías emergentes. En este sentido, Villanueva destaca que “sin duda, se trata de un primer paso para, posteriormente y de forma progresiva, ir haciendo más eficiente esta tecnología mediante la generación de historias clínicas resumidas con el fin de agilizar diagnósticos, por ejemplo, o la personalización de la medicina gracias a la aplicación de la inteligencia artificial”. Desde IDIS creen en las posibilidades y oportunidades que se abren paso en la quinta revolución industrial e insisten en que “a la base que ya hemos creado con la plataforma de interoperabilidad se podrán incorporar capas de tecnología para que los facultativos aborden de forma individual cada patología, su casuística y, por supuesto, puedan asignar tratamientos ad hoc”.

Para concluir, Villanueva reconoce que “estamos en un punto de no retorno y consideramos que se debe avanzar en esta dirección” y añade que “España acaba de dar un paso muy importante para normalizar y estandarizar esta forma de trabajar. Solo es el principio de una nueva sanidad personalizada que mejorará la calidad de vida de los ciudadanos”.