La sostenibilidad es la única receta para garantizar el futuro ecológico, económico y social del planeta. El desafío principal de las empresas ha de ser el desarrollo de estrategias que se traduzcan en actividades socialmente responsables. La primera misión de cualquier corporación que se precie ha de ser contribuir al progreso de las comunidades en que opera.
La compañía suiza RobecoSAM, uno de los grupos de inversión más grandes del mundo, que sólo invierte en empresas sostenibles, lleva 18 años desarrollando el llamado Dow Jones Sustainability Index (DJSI), un índice que cada año revela cuáles son las compañías, las industrias, los continentes y los países con las mejores políticas de sostenibilidad y, por lo tanto, que merecen una atención especial por parte de los inversores, de las políticas gubernamentales y de los ciudadanos en general.
Estar dentro del DJSI, formar parte de la lista de empresas que componen el índice mundial global o uno de sus subíndices continentales, es extremadamente exigente. Caerse del índice puede ser un drama. No haber estado nunca dice mucho de una empresa, de su incapacidad para mostrar solidaridad con las dificultades económicas, ecológicas, sociales e incluso fiscales de los países donde operan.
La única compañía española que lleva 18 años consecutivos siendo evaluada por el DJSI es el Banco Santander. En la última medición del índice, publicado por RobecoSam la semana pasada, el Santander obtuvo los mejores resultados de su historia: tercer mejor banco del mundo en sostenibilidad, primero de Europa y, por octavo año consecutivo, también de España. Este año, RobecoSAM analizó a 133 entidades financieras de todo el mundo y sólo 27 consiguieron entrar en el DJSI World. En total, las empresas investigadas de todos los sectores fueron unas 3.400. Compañías que este año han conseguido formar parte del índice mundial han sido, por ejemplo, Salesforce, Schlumberger y Diageo; algunas de las que se han “caído” han sido, entre otras, Samsung Electronics y Bayer. De todas las grandes corporaciones digitales de Internet, en el DJSI World sólo ha entrado Microsoft.
Una puntuación de 86 sobre 100
La metodología que se utiliza para realizar el índice incluye la investigación de alrededor de 600 parámetros distintos de cada compañía, relacionados con el gobierno corporativo, la solidez financiera, las políticas medioambientales y algunas otras de sostenibilidad, a los cuales otorga una puntuación de 0 a 100, y con todos ellos conforma posteriormente una puntuación final global. Este año, el DJSI ha valorado con la máxima puntuación (100) aspectos del Banco Santander tales como sus programas de inclusión financiera y eficiencia energética y otros elementos relevantes de la gestión corporativa de la sostenibilidad interna. Su valoración total ha sido de 86 puntos sobre 100.
Santander forma parte de otros índices bursátiles que analizan y valoran las actuaciones de las empresas en sostenibilidad, como son FTSE4Good o Bloomberg Gender-Equality Index, que analiza la igualdad de género. Adicionalmente, otros analistas y ratings relevantes en la evaluación de aspectos no financieros y la sostenibilidad en Santander, como Sustainalytics, Vigeo Eiris, MSCI, o ISS-oekom, muestran en su mayoría una mejora de los resultados en el último año y un desempeño por encima de la media del sector.
Según el último informe de sostenibilidad del banco, el Santander realizó una inversión social en las comunidades donde está presente de 183 millones de euros, pagó casi 8.000 millones de euros en impuestos, de los cuales 4.137 fueron en concepto de impuestos sobre beneficios; retornó a sus accionistas 3.540 millones; concedió crédito, en volumen neto, por casi 850.000 millones de euros, y prestó apoyo a 250.000 microempresas, especialmente en Latinoamérica. Su valor en bolsa está próximo a los 80.000 millones de euros.