En los últimos tiempos, la hospitalización a domicilio (HAD) se ha convertido en una clara alternativa al ingreso en el hospital para personas que, por su estabilidad clínica, ya no necesitan toda la infraestructura de los servicios hospitalarios, pero sí precisan aún una vigilancia activa.
La hospitalización en casa permite atender en el hogar a determinados pacientes bajo el control de un equipo asistencial, formado en la mayoría de los casos por un médico y un enfermero, que los visitan cada día.
Este modelo lo que hace es trasladar al entorno familiar del paciente la atención especializada que necesita con todas las garantías sanitarias. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la atención especializada en el domicilio como “un sistema eficaz de asistencia domiciliaria que exige que el enfermo reciba en su casa una atención equivalente, en cuanto sea posible, a la proporcionada a los enfermos en un hospital”.
Este modelo de asistencia, además de brindar la oportunidad al paciente de estar en su entorno familiar y de seguir implicado en las actividades de la vida diaria, ha demostrado tener más ventajas. Según un estudio publicado en Annals of Internal Medicine, los pacientes tienen un índice de “reingreso un 16% menor” que con la hospitalización convencional y la estancia es un “38% más económica”. El estudio también corrobora que los pacientes se recuperan antes y pasan menos tiempo en la cama.
Las ventajas de tener el hospital en casa
Con el fin de mejorar no solo la calidad de vida de los pacientes (y la de sus familiares) sino también disminuir la tasa y la gravedad de las infecciones nosocomiales, el Hospital General de Villalba, perteneciente a la red sanitaria de la Comunidad de Madrid, acaba de implementar el servicio de atención domiciliaria. El objetivo es dar a sus pacientes la posibilidad de permanecer en su entorno familiar, con sus horarios de rutina en cuanto a comidas, sueño, etc. y, a la vez, ofrecer al enfermo todos los servicios y atenciones que tendría si estuviera ingresado en el hospital, aseguran sus responsables, María Teresa Cerdán y Rebeca Muñoz, jefa y supervisora de Enfermería, respectivamente, del Servicio de Urgencias de este centro hospitalario.
El hecho de estar en casa posibilita una mejora en la calidad de vida, intimidad y bienestar y ofrece una atención personalizada y más humanizada. Además, los pacientes tienen un menor riesgo de sufrir lo que se denomina síndrome confusional agudo derivado del ingreso en el hospital, que se da sobre todo en pacientes mayores.
Otra de las grandes ventajas de este tipo de atención es que entorno familiar y atención médica se complementan. Todo suma: la atención está enfocada en las necesidades sanitarias y las sociales. Los enfermos, aunque estén en casa, continúan siendo pacientes del centro a todos sus efectos hasta su alta médica. El seguimiento es el mismo que se hace si estuviera ingresado en el hospital, incluyendo también todas las pruebas diagnósticas que sean necesarias.
En España, según el proyecto HAD 2020, una propuesta para consolidar la hospitalización a domicilio, existen unas 110 unidades de hospitalización domiciliaria que atienden entre 90.000 y 120.000 pacientes al año, de los cuales entre el 15-20% sufren enfermedades respiratorias crónicas.
Criterios para recibir este servicio
Para poder ser atendido a través de la hospitalización a domicilio deben darse una serie de condiciones: el consentimiento por parte del paciente; apoyo familiar las 24 horas; tener un diagnóstico establecido; contar con una situación clínica estable; ausencia de problemas sociales o psíquicos; por último, que el paciente viva en el área de cobertura del hospital. En este caso, el Hospital General de Villalba incluye ColladoVillalba, Alpedrete, Moralzarzal, Cercedilla, Navacerrada, Los Molinos, Becerril de la Sierra y Collado Mediano.
El servicio, que ha tenido muy buena acogida por parte de los usuarios, ofrece una atención constante. Y para ello, el hospital cuenta con un equipo multidisciplinar formado por tres enfermeras y dos médicos que, en turnos de mañana y tarde, de lunes a domingo, visitan a los pacientes en sus domicilios entre una y dos veces al día, en función de los cuidados que necesita. Además, los cuidadores y pacientes tienen a su disposición un número de teléfono móvil y una dirección de correo electrónico las 24 horas del día para cualquier emergencia.
El paciente recibe la atención médica hasta que su mejora lleva al equipo de profesionales sanitarios a darle el alta. También puede darse el caso que sea el mismo paciente o el cuidador el que solicite la hospitalización de nuevo en la modalidad convencional.