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Endometriosis, algo más que un fuerte dolor menstrual

Mercè Palau

La endometriosis, una enfermedad ignorada durante mucho tiempo con la que suele ser  difícil convivir a diario. Se define como la condición en la que las células endometriales que se encuentran en el interior del útero se implantan en otras zonas del abdomen. Cada mes, estas células endometriales en localizaciones extrauterinas reaccionan de la misma manera que las del útero y tienen pequeñas reglas, produciendo dolor en la mujer y adherencias en el abdomen.  

Qué es la endometriosis y cuáles son las causas 

La endometriosis es una enfermedad crónica que puede afectar desde la pubertad hasta la menopausia. En todo el mundo esta enfermedad está presente aproximadamente en 190 millones de mujeres en edad reproductiva, es decir, cerca del 10% de este grupo de población, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Durante el ciclo menstrual de la mujer hay cambios hormonales cada mes. Las hormonas se liberan de forma natural, lo que hace que el revestimiento del útero se engrose para prepararse para la implantación de un óvulo fertilizado. Si no hay embarazo, el endometrio se descama y la mujer tiene el periodo.  

En la endometriosis, las células endometriales implantadas en otras zonas de la cavidad abdominal responden a los cambios hormonales mensuales y también producen pequeños periodos. Las células endometriales también pueden viajar por el torrente sanguíneo o linfático y llegar a localizaciones fuera de la pelvis: “Estas células endometriales se adhieren a cualquier zona, produciendo una reacción en el organismo en forma de fibrosis e inflamación, lo que se traduce en dolores intensos durante la menstruación”, reconoce la Doctora Mercedes Andeyro, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario General de Villalba, integrado en la red pública madrileña. 

Aunque se desconoce con exactitud cuáles son las causas de la endometriosis, sí se observa que aparece más en mujeres que han tenido la primera menstruación muy jóvenes, de complexión delgada o en las que la menopausia ha llegado muy tarde. Para la Doctora Andeyro, “muchas veces tiene un componente genético y está relacionado con una alteración de la inmunidad que hace que las células del endometrio tengan la capacidad de implantarse fuera de su sitio habitual”. 

Una enfermedad compleja que no solo se manifiesta con fuertes dolores 

A pesar de que esta enfermedad no se desarrolla de la misma manera en todas las mujeres y de que puede manifestarse de distintas formas en función de la persona, suele ubicarse sobre todo en los órganos reproductivos, como en los ovarios y las trompas de Falopio pero también en el tejido que recubre la pelvis o el abdomen. Aunque es menos común, también puede suceder que se implante en la vejiga, los intestinos, el recto o la vagina e incluso en localizaciones a distancia como a nivel pulmonar.  

Estas células endometriales ectópicas provocan, sobre todo, dolores muy intensos durante la menstruación. Este dolor adopta distintos patrones, como dismenorrea severa (dolor con la regla), dispareunia intensa (dolor con las relaciones sexuales), dolor pélvico crónico,  disquecia (dolor con la defecación) o disuria (dolor al orinar). 

La clave: no retrasar el diagnóstico  

Uno de los problemas de la endometriosis es que acostumbra a ser una enfermedad compleja que tarda años en diagnosticarse —a menudo pueden producirse retrasos de hasta siete u ocho años—. La dificultad en el diagnóstico se debe al solapamiento con otros procesos, a la variabilidad sintomática o la aceptación por parte de la mujer de que es normal que la menstruación duela, aunque este dolor les incapacite para hacer su vida con normalidad. 

Para evitar esta demora en el diagnóstico los expertos recomiendan realizar un estudio ginecológico completo si hay un fuerte dolor menstrual. Como admite la doctora Andeyro, para algunas mujeres “suele pasar desapercibida como un dolor menstrual fuerte”. Actualmente el diagnóstico suele realizarse mediante pruebas de imagen como la ecografía vaginal o la resonancia nuclear magnética.

Endometriosis y embarazo 

El embarazo tiene un efecto beneficioso sobre la endometriosis, pero conseguirlo puede ser algo más complicado porque puede provocar problemas de fertilidad. En palabras de la doctora Andeyro, “no es una contraindicación quedarse embarazada en pacientes con endometriosis, sino todo lo contrario; lo que sí es cierto es que puede costar un poco más”.  

Según la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), la mayoría de las mujeres diagnosticadas con endometriosis no son infértiles; se calcula que el 60-70% de las mujeres con endometriosis son fértiles y pueden quedar embarazadas de forma espontánea y tener hijos. 

Tratamientos personalizados a cada mujer 

Una de las buenas noticias es que la endometriosis dispone de varios tratamientos que pueden adaptarse a cada paciente. El objetivo es poder ofrecer un abordaje apropiado a cada paciente según la extensión de la enfermedad y los síntomas que presente, ya que como hemos visto, no solo afecta a los ovarios y el útero sino también a otros órganos como la vejiga o el recto. 

En muchos casos, “hay reglas dolorosas que responden bien a un tratamiento antiinflamatorio, pero en otros casos son especialmente dolorosas e incapacitan mucho a la mujer, impidiéndole realizar la actividad habitual y afectando a su calidad de vida”, reconoce Andeyro. Por tanto, la combinación de tratamientos hormonales suele ser necesaria para tratar los síntomas de cada paciente. Además, hay pacientes que precisan de un tratamiento quirúrgico o de un tratamiento combinado médico-quirúrgico. “El objetivo es mejorar la calidad de vida de la mujer”, admite la doctora.