El lugar de Galicia que maravilló a Julio Verne y fue su inspiración en 'Veinte mil leguas de viaje submarino

Playa de O Bao en Vigo.

Andrea Blez

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“Pues bien, señor Aronnax, estamos en la bahía de Vigo, y sólo de usted depende que pueda conocer sus secretos”. Este es tan solo un pequeño fragmento del capítulo ‘La Bahía de Vigo’ de 20.000 leguas de viaje submarino, la novela de Julio Verne, que en parte está ambientada, como bien reza el título, en esa zona específica de Galicia. Un lugar que el escritor no había visitado, pero que, animado por una leyenda de un tesoro, decidió que sería allí mismo donde el capitán Nemo encontraría sus riquezas. Años después, el francés se enamoraría de la localidad.

La Batalla de Rande: cómo la Bahía de Vigo apareció en la obra de Julio Verne

Julio Verne no había visitado nunca la Bahía de Vigo, pero tras conocer la leyenda de un tesoro escondido en sus aguas, tuvo claro que sería el lugar donde su capitán Nemo encontraría el suyo propio. El hecho es que se creía que había unos galeones españoles en el fondo del mar tras hundirse en la Batalla de Rande, que ocurrió en el contexto de la Guerra de Sucesión en 1702.

Esta leyenda era conocida en la época, y el escritor francés la había descubierto al leer que un compatriota, Hipólito Magen, llevó a cabo una expedición para encontrar el famoso tesoro que se escondía en la bahía, cargado de oro y plata de América. De ahí tomó su inspiración para Veinte mil leguas de viaje submarino.

Los dos viajes de Julio Verne en Vigo

En 1869 se publicó Veinte mil leguas de viaje submarino, la que sería una de las grandes obras de Julio Verne, y no sería hasta casi diez años después cuando el francés visitaría Vigo por primera vez, quedando maravillado. Repitió en una segunda ocasión, y en ambas fue por casualidad, sin planearlo, pero de la que tenemos detalles gracias a que la prensa se hizo eco del tiempo en la zona del autor, ya entonces reconocido.

La primera visita de Julio Verne a Vigo tuvo lugar en 1878, cuando un temporal le impidió seguir por su travesía hacia el Mediterráneo y le obligó a tomar tierra. Algo similar le sucedería cuando volvió en mayo de 1884, pero en esta ocasión por una avería en su barco, el Saint Michelle II, que sería arreglado en un taller que, curiosamente, construiría un submarino años después.

“Es un verdadero fiordo”, escribió el autor francés en una de sus cartas sobre la Bahía de Vigo, donde había ambientado su famosa novela. “No podéis imaginar nada más prodigioso que esta bahía, lago inmenso rodeado de montañas”, relataba en su diario, a la vez que también le contaba a un amigo que “todo es verdaderamente hermoso” a través de una carta fechada el 6 de junio de 1878, unos días después de su primera visita cuando se encontraba en suelo portugués.

Las huellas de Julio Verne en Vigo

Del paso de Julio Verne por la Bahía de Vigo tenemos la crónica de la época que hizo la prensa entonces. Por eso se sabe algunas de las cosas que hizo el escritor, que fue gran acogido en la ciudad, donde llegó a participar en sus fiestas grandes, que tenían lugar en junio en ese tiempo, y también se tiene huella de los lugares que visitó.

Así, desayunaba y leía el periódico en el Hotel Continental, acudió a bailes en La Tertulia, y subió al monte O Castro, desde donde en lo alto pudo admirar toda la belleza de la Bahía de Vigo al completo.

Gracias a su ambientación de una de sus novelas más famosas en la zona, en el centenario de su muerte en 2005 se construyó una estatua en su honor. También se puede apreciar una del capitán Nemo, el personaje ficticio protagonista de la historia, frente a la isla de San Simón, donde encontró su tesoro.

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