“BBVA comenzará a incorporar el precio de las emisiones de CO en todas sus áreas de negocio”. El pasado 12 de diciembre el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, realizaba estas declaraciones en el marco del panel New Finance Leadership celebrado en la COP25, la Cumbre del Clima de Madrid, donde explicó las líneas de actuación de la entidad para hacer frente a los retos medioambientales presentes y futuros.
Con ello confirmaba que la entidad asignará un precio interno a sus emisiones de CO, teniendo en cuenta, de este modo, este factor en sus procesos de toma de decisiones. Ello incentivará a cada área a planificar el gasto en CO que tendrá cada una de sus acciones, favoreciendo así la reducción de las emisiones. Todo ello contribuirá al objetivo de ser neutro en emisiones directas de CO en 2020.
Cabe recordar que la entidad ya se comprometió en febrero de 2018 a que, en 2025, el 70% de la energía consumida por el grupo en todo el mundo sea renovable, y llegar al 100% en 2030, al tiempo que reduce las emisiones de CO en un 68% en 10 años.
“Las instituciones financieras somos agentes catalizadores de este cambio y debemos actuar rápido”, afirmó Torres Vila durante el encuentro, al que también asistieron la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado; la directora ejecutiva de UNEP, Inger Andersen; y el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez.
La transición ecológica: Compromiso 2025
Otro de los actos más relevantes de COP25 tuvo lugar el pasado día 10, cuando el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, participó en un panel dedicado al sector financiero y la sostenibilidad, donde advirtió que “estamos en una situación de emergencia climática; es el mayor reto que la humanidad ha de enfrentar hoy y tenemos que ser rápidos en pasar a la acción”.
En el encuentro, que tuvo lugar en el Pabellón de la Comisión Europea, Genç también señaló que “estamos ayudando a nuestros clientes a convertirse en más sostenibles, más verdes y estamos poniendo mucho esfuerzo en que esa transición suceda. No podemos perder esta oportunidad”. Pero, ¿cómo logrará la entidad que suceda esa transformación? ¿Cómo conseguirá esa tan ansiada transición ecológica? El camino a seguir lo define el Compromiso 2025, una estrategia de desarrollo sostenible basada en tres pilares:
- Movilizar recursos (100.000 millones de euros) en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera. De momento, se han alcanzado los 22.000 millones entre enero de 2018 y junio de 2019.
- Gestionar los riesgos medioambientales y sociales para minimizar su impacto negativo directo e indirecto
- Involucrar a todos los grupos de interés para promover de forma colectiva una mayor contribución de la industria financiera al desarrollo sostenible.
Dentro de esta estrategia de sostenibilidad también se encuentra el proporcionar asesoramiento a sus clientes para mejorar su salud financiera, ayudándoles en su transición hacia una economía más verde. En este sentido, la entidad tiene previsto ofrecer una alternativa sostenible en todos sus productos en España a lo largo de 2020.
“Uno de los pilares que hemos identificado para nuestra estrategia en los próximos años se centra en la sostenibilidad. Y lo aplicamos en dos dimensiones. Por una parte, acompañar a nuestros clientes y grupos de interés en este viaje. Y la segunda es la gestión de los riesgos, tanto los físicos como los de transición, de tal forma que los incorporamos en nuestro proceso de toma de decisiones”, explica por su parte el consejero delegado.
Con estos encuentros el BBVA cerró su agenda en la COP25, dos intensas semanas en las que la entidad quiso mostrar su responsabilidad con la protección del medio ambiente y su implicación en la lucha contra la emergencia climática.