Niñas y mujeres empoderadas: un nuevo futuro a 3.800 metros de altitud
Perú es un país de contrastes, y al mismo tiempo que posee un potente motor turístico, también esconde un mundo rural alejado, desconocido y marcado por las desigualdades. Perú, de hecho, registra la brecha de género más alta de América Latina, principalmente motivada por un menor acceso de las mujeres a la educación. Y eso provoca, por tanto, que el 8,3% de las mujeres mayores de 15 años no sepa leer ni escribir. Una cifra tres veces mayor que la de los hombres.
Para luchar contra las desigualdades y facilitar un futuro mejor, Ayuda en Acción lleva presente en el país andino desde hace 35 años, y trabaja para facilitar herramientas de socialización y espacios donde las mujeres fortalezcan su autoestima y mejoren sus conocimientos. Poniendo a su alcance oportunidades de empleo y emprendimiento que permitan cambiar sus vidas y alcanzar una estabilidad socioeconómica.
“Las niñas son las más vulneradas. Si una mujer va a una asamblea comunitaria, no tiene voz ni voto”, explica Rozana, especialista de protección de infancia y juventud de la Fundación. Pero con ejemplos de superación como los que protagonizan chicas como Rusbiña y Yovana en Ollantaytambo, en pleno Valle Sagrado de Perú, se escribe el quinto capítulo de la docuserie La Oportunidad realizada por Ayuda en Acción.
Rusbiña y su futuro como emprendedora
“Yo no pude estudiar. Cuando era niña mi infancia ya era triste. Mi madre enfermó, mi padre era alcohólico, y yo tenía que lavar a mi hermanita y llegar tarde a la escuela”, cuenta Rusbiña, de 25 años, desde la comunidad de Patacancha a 3.800 metros de altitud. “Si mi padre me hubiera educado como debería ser yo sí habría estudiado, habría sido algo en la vida, pero yo no tuve esa oportunidad”. Para dársela, Ayuda en Acción lleva a cabo proyectos de acceso al mercado laboral con el que se motiva a las jóvenes a alcanzar su autonomía, fortalecer sus capacidades y a ser capaces de provocar cambios que transformen sus vidas y la de sus comunidades.
“Ya tengo una meta. Voy a estudiar alguna profesión y a educar a mis hijos también. Tengo el presentimiento de que sí lo puedo lograr”
Este proyecto de intervención Oportunidades lleva en marcha en el distrito de Ollantaytambo desde mayo de 2022 y hasta el momento ha logrado constituir siete asociaciones nuevas y ha capacitado a 220 beneficiarias, de las cuales el 90% son mujeres. Como Rusbiña, las mujeres usan técnicas ancestrales y productos naturales para la elaboración de productos a base de tejidos en fibra de alpaca. Chalinas, gorros, guantes, caminos, individuales y bolsas son fruto de un trabajo manual basado en recursos naturales, como los propios tintes, y el resultado de un trabajo que va desde la crianza de las alpacas hasta el tejido de la lana. Pero la producción de estas características y coloridas prendas se queda ahí, y no da mayores resultados.
“Nuestra labor principal es empoderarlas a ellas, y a todas las emprendedoras artesanas que sean independientes. Ellas han aprendido a explicar, a cómo fidelizar un cliente, a cómo cerrar una venta y a hacer exitosos sus negocios”, explica Miltón, especialista de oportunidades de negocios de la Fundación. Por lo que a través de la capacitación, la formación y la implementación de espacios en los que incrementar sus ingresos es posible multiplicar sus beneficios y facilitar que las mujeres logren su independencia económica.
Una Yovana que mira al mundo a los ojos
“Acá antes había mucho machismo, solo había oportunidades para que los varones estudiaran”, dice Yovana, de 15 años desde la comunidad de Huilloc. “Yo siempre estaba al lado de mi mamá, no salía de casa. Cumplía con mis deberes y era la primera alumna de mi salón, así que siempre me tenían envidia, me pegaban, me insultaban y me iba a mi casa llorando”. Por eso ella, como otras, participa de los proyectos de la línea de intervención Protección de la infancia y juventud que lleva a cabo Ayuda en Acción.
“Antes yo era tímida, no quería hablar en público, me tapaba la boca con mi manta. Ahora ya no, hablo fluidamente y ya no tengo miedo”
Con ellos la Fundación trabaja en el fortalecimiento de sistemas de protección comunitarios y locales mediante el desarrollo de estrategias de participación de niñas, niños y adolescentes, para lograr una reducción de las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres. Y lo hace con iniciativas como el Programa Radial, en el que se desarrolla un programa de radio en quechua llamado Kawsayninchista, Yuyayninchista Awarispa Kuska Wiñarisum que apela a construir futuro basado en nuestra voz y decisiones responsables, y en el que los participantes cumplen diferentes roles como conductores, productores, corresponsales y guionistas. Una idea que promueve la construcción de una ciudadanía responsable y la participación activa.
Además, Ayuda en Acción tiene también en marcha escuelas de ciudadanía con las que promueve el liderazgo de las niñas, niños y jóvenes, la prevención de embarazos adolescentes y la protección integral contra todo tipo de violencia. Así como programas de fortalecimiento de capacidades en los que hombres y mujeres participan para promover la distribución equitativa de las tareas del hogar, conocer sus derechos, fortalecer sus capacidades de liderazgo y autoestima y, en definitiva, aprender y promover nuevas masculinidades.