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Saludable, sostenible, eficiente y equitativa: así será la movilidad en la metrópolis de Barcelona

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La aprobación del  plan del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) supone la consolidación de la gran hoja de ruta de de las políticas y líneas de actuación sobre movilidad para los próximos años. Este instrumento de planificación y programación en la materia supone tanto un nuevo punto de inflexión y un nuevo horizonte de la movilidad urbana como la consecuencia lógica del trabajo de sostenibilidad que se ha llevado a cabo en los últimos años en los 36 municipios metropolitanos.  

Con la intención de fijar la movilidad en la era post-covid, que se tiene que caracterizar por ser saludable, sostenible, eficiente y equitativa, el Plan Metropolitano de la Movilidad Urbana (PMMU) 2019-2024 recoge medidas que podrían reducir un 7 % las emisiones de CO2, el 35 % de las emisiones de dióxido de nitrógeno, el 30% la emisión de partículas, y rebajar un 50 %  la población expuesta a una baja calidad del aire y un 10 % la mortalidad anual vinculada a estas causas. 

Un modelo con cuatro objetivos estratégicos

En el ámbito de la salud, el PMMU busca reducir los accidentes asociados a la movilidad y el transporte, así como minimizar el impacto de la contaminación atmosférica local y de la acústica. Con la intención de que se mejore el bienestar de las personas, pretende incrementar los desplazamientos a pie y en bicicleta.

La apuesta de la movilidad sostenible contempla la reducción de los impactos ambientales y la contribución al cambio climático del sistema de transporte. Por ello es necesario disminuir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la movilidad, al tiempo que se fomenta el traspaso a los vehículos de bajas emisiones. 

Por su parte, la implementación de la eficiencia pasa por la reducción de la congestión y la mejora eficiente del sistema de transporte de pasajeros, la calidad integral de los servicios de transporte público y el fomento de una mejor distribución de las mercancías. Para conseguirlo, el plan tiene el propósito de, por ejemplo, aumentar en un 10 % la velocidad comercial de la red de autobuses o extender las microplataformas de distribución urbana de mercaderías a nivel metropolitano. 

La promoción de un sistema de movilidad justo y equitativo es otro de los grandes objetivos. En este aspecto, se pretende prácticamente duplicar el número de paradas de autobuses adaptadas y finalizar el proceso en el caso de las estaciones ferroviarias. También se quiere mantener el precio del transporte público como máximo según sea el incremento del IPC.. 

Medidas innovadoras 

El amplio plan, que incluye un total de 102 acciones englobadas en 6 ejes estratégicos y 26 líneas de actuación, dispone de medidas innovadoras para conseguir los objetivos de movilidad sostenible. 

En el terreno del transporte público destaca el impulso y la mejora de la red de Bus metropolitana (con los servicios AMB Exprés o Metrobus) o de la intermodalidad, mediante el desarrollo de un plan de intercambiadores de autobuses metropolitanos y la ampliación del número de aparcamientos de intercambio metropolitanos (P+R), que facilita dejar el coche para coger el transporte público. Asimismo, el Plan recoge el establecimiento de una red viaria prioritaria para los servicios de autobuses, mediante  el fomento de carriles bus-VAO en los principales accesos a Barcelona - como por ejemplo, en la B-23 o C-31- y otros urbanos. 

La ampliación de red pedaleable comportará la implantación de más de 500 km nuevos de  la Bicivia, la red metropolitana de carriles bici que conecta la metrópolis de Barcelona mediante nueve grandes ejes. El objetivo es alcanzar los 2.000 km en el año 2024. También se continúa el despliegue de los aparcamientos seguros para bicicleta privadas (Bicibox) y del servicio de bici eléctrica compartida metropolitana (e-Bicibox).

De la misma manera, el plan sigue el impulso y expansión de las zonas de bajas emisiones iniciado con la ZBE Rondas BCN. Ésta establece un ámbito restringido de circulación para los vehículos sin distintivo ambiental de la DGT de lunes a viernes laborables de 7 a 20h. Se trata de la zona de bajas emisiones más relevante del sur de Europa.

Para optimizar el transporte urbano de mercancías se quieren establecer nuevos puntos de recogida de mercancías, se favorece la distribución nocturna y en horas de menor tráfico y se crean nuevas microplataformas de distribución urbana, impulsando asimismo el uso de vehículos más sostenibles en esta última etapa. De igual manera, se regula el aparcamiento de Distribución Urbana de Mercancías (DUM), se impulsa plataformas metropolitanas de aparcamiento –como  la app metropolitana SPRO—, y se subvenciona la renovación de flotas hacia  vehículos más sostenibles. 

Por último, el impulso del vehículo eléctrico se materializará en 48 nuevas electrolineras, puntos de recarga semirápidos que se sumarán a los diez rápidos existentes. 

Un caso de éxito: T-verde metropolitana

En los dos años de su implantación, ya casi se han tramitado 10.000 T-verde Metropolitana, la tarjeta del AMB que ofrece viajes ilimitados durante 3 años para la red de transportes públicos del sistema tarifario integrado: metro, bus, Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña (FGC), Tram y Cercanías. Para conseguirla solo hay que acreditar haber desguazado un vehículo privado de los más contaminantes, aquellos que no han recibido la etiqueta ambiental de la DGT. Una medida original que demuestra el compromiso constante de la AMB con el impulso de una movilidad cada vez más sostenible.