Lo que no tiene nombre, no existe. Así debieron pensar los responsables del proyecto LIBERA, una iniciativa auspiciada por SEO/BirdLife, en colaboración con Ecoembes, cuyo objetivo es erradicar el abandono de desperdicios en los ecosistemas; de ahí que, en 2018, LIBERA propusiera un término para visibilizar la grave amenaza que, de forma sigilosa, está alterando los entornos naturales de todo el planeta: 'Basuraleza'.
“El abandono de residuos en entornos naturales se ha convertido en una catástrofe ambiental de dimensiones abrumadoras que afecta, no solo a la flora y fauna, sino también al ser humano. Con 'basuraleza' queremos intentar llegar a toda la ciudadanía, que comprendan la gravedad de esta problemática que ya está presente en cualquier ecosistema del planeta”, aseguran desde LIBERA.
Desde su lanzamiento hace tres años, 866 asociaciones, entidades públicas y privadas, y 60.000 voluntarios se han sumado al proyecto. Todos animados por una preocupación común: el cuidado del medioambiente. Gracias a todos en ellos, en 2019, 126 toneladas de residuos abandonados fueron retirados en 1.000 puntos de toda España y más de 140.000 objetos fueron clasificados y analizados.
Desde la organización señalan que el objetivo final de la iniciativa es “el abandono cero de residuos, que la palabra 'basuraleza' desaparezca”. Para contribuir a ello, LIBERA ha creado el ‘Barómetro de la Basuraleza’, un documento accesible en la web proyectolibera.org donde se pueden consultar los datos de las diferentes campañas de recogida, y resultados de todas las ediciones pasadas desde el inicio del proyecto hace tres años.
“LIBERA es un movimiento social que lanza un grito al civismo para solucionar uno de los problemas ambientales más grave que tiene el planeta. Pero no queremos traer solo la denuncia, también queremos aportar la solución”, ha contado Óscar Martín, consejero de Ecoembes, durante el acto de presentación del barómetro.
El documento tendrá carácter evolutivo y se irá actualizando a medida que se desarrollen todas las futuras campañas de ciencia ciudadana y participación, como '1m2 por los ríos, embalses y pantanos' (del 7 al 15 de marzo) o '1m2 por la naturaleza' (13 de junio), la gran movilización ciudadana que en 2019 logró reclutar a 13.000 voluntarios que retiraron 83 toneladas de 'basuraleza'. El objetivo es obtener una visión detallada de este fenómeno en los distintos entornos naturales de nuestro país y así contribuir a luchar de manera más eficaz contra él.
En este sentido, LIBERA lleva a cabo otras grandes acciones como la que está desarrollando junto con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para conocer el impacto de contaminantes en 140 Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad. A través de la toma de muestras de agua, suelo y heces de animales, el proyecto, punta de lanza de LIBERA, quiere identificar y cuantificar la presencia de productos contaminantes provocados por la 'basuraleza'.
La lucha contra la ‘basuraleza’, en datos e imágenes
En las zonas más visitadas del Mediterráneo, más del 75% de la producción anual de residuos se genera en la temporada de verano y tiene su origen, en gran parte, en actividades recreativas como el consumo de comida rápida, picnics, o festivales. Solo en 2019, 91 ayuntamientos se han sumado a LIBERA para mejorar la situación de los espacios naturales afectados por el abandono de basuras.
El váter es la puerta de entrada de diversos residuos de pequeño tamaño, de consumo rápido y frecuente, que pueden terminar en los entornos marinos y fluviales, suponiendo un alto impacto ecológico y económico. A veces, incluso los propios inodoros acaban entre la maleza.
Anualmente, se fuman 6 billones de cigarrillos en todo el mundo y, de estos, 4.5 billones son abandonados en espacios públicos. Estos desechos pueden llegar a viajar miles de kilómetros y contaminar diferentes ecosistemas, encontrándose muy a menudo en zonas urbanas, pero también en playas y océanos. Diversos estudios muestran que su efecto contaminante puede durar entre 7 y 12 años, aunque autores afirman que pueden llegar hasta los 25 años.
Según Reforesta, las colillas de cigarro mal apagadas se encuentran detrás del 3,25% de los incendios forestales que se produjeron en España entre 2004 y 2013. Para concienciar del peligro que suponen acciones como esta, LIBERA centra buena parte de sus esfuerzos en llevar a cabo iniciativas de sensibilización que ayudan a comprender el verdadero impacto de la 'basuraleza'.
El plástico es el material más empleados del mundo y, por ende, uno de los más abandonados. Cada año, llegan a los océanos 8 millones de toneladas de plásticos. Sin embargo, los residuos más comunes encontrados en las campañas de LIBERA en 2017 y 2018, fueron las toallitas y las colillas (ambas compuestas de plástico), además de las latas de bebida.
Con el paso del tiempo, muchos de los plásticos abandonados en la naturaleza se fragmentan en porciones más pequeñas. Son los conocidos microplásticos, con un tamaño menor a 5mm. Se estima que entre 5 y 50 billones de microplásticos plagan nuestros mares y océanos.
Las cunetas no son un cubo de basura, aunque a veces lo parezcan. Se calcula que en Europa la cantidad de desperdicios recogidos anualmente en dichos espacios ronda los cientos de miles de toneladas, con un coste cercano a mil millones de euros. No hay datos oficiales, pero se estima que más del 90% de los deshechos corresponden a objetos de pequeño tamaño (colillas, papeles y plásticos).