Los Patios de Córdoba, la espectacular fiesta de las flores
A Córdoba la primavera le sienta de maravilla. Si ya de por sí se puede considerar una de las ciudades más bonitas de España, en cuanto llega el buen tiempo los colores y los aromas brotan al unísono entre calles, callejuelas, plazas y plazuelas.
Flores y macetas inundan la ciudad, ya sea en ventanas, balcones, terrazas o paredes, pero son sus patios los verdaderos protagonistas que convierten Córdoba en un enorme reclamo turístico año tras año. Tanto es así que la Fiesta de los Patios de Córdoba fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012. Por lo que si aún no los conoces… quizá ya vaya siendo el momento de remediarlo.
Un poco de historia
Todos sabemos lo que es un patio pero quizá los veamos con otros ojos tras conocer los de Córdoba. Aquí los patios son herencia de las antiguas casas islámicas, esos espacios abiertos ubicados en el centro de las casas hacia los que dan puertas y ventanas de una o más viviendas. Lugares de convivencia en los que la luz, la vegetación y el agua en forma de fuentes y pozos dan vida a un espacio privado. Y claro, cuanto más encanto tenga, mejor.
La arquitectura, los estilos y las decoraciones han ido cambiando con el paso de los años pero esta costumbre se formalizó en la ciudad cuando en 1921 se proclamó el primer concurso de “Patios, Balcones y Escaparates”. Poco a poco, pero no sin interrupciones, el concurso de los patios de Córdoba fue tomando la forma que conocemos hoy día, aunque no fue hasta 1988 cuando se concretaron los aspectos que debían tener en cuenta el jurado: variedad floral, cuidado de macetas, arriates e iluminación natural. El reconocimiento y los premios en metálico hace que cada año los vecinos se esmeren al máximo para conseguir el patio más bonito de toda Córdoba participando en dos categorías: arquitectura antigua (construidos hasta la época de los años 70) y arquitectura moderna o renovada (de nueva construcción o muy modificados).
Patios decorados como jamás habrás visto
Los patios de Córdoba son de esos que dejan boquiabiertos a sus visitantes. La perfección hecha patio, podríamos decir. Paredes blancas inmaculadas, arcos de ladrillos, fuentes que juegan con el sonido del agua… y macetas, muchas macetas, hasta que la vegetación rebose por todos sus rincones y se refresque el ambiente en los días más calurosos. Los hay grandes y pequeños, espectaculares y modestos, recargados y sencillos, pero todos son fruto del esfuerzo y cariño de sus vecinos.
Los colores lo cubren todo. Podrás ver en pleno apogeo gitanillas, claveles, geranios, petunias, pensamientos, alegrías, begonias, pendientes de la reina, rosas, cintas, begonias, diamelas, helechos, jazmines, damas de noche y un largo etcétera. En el suelo, en las paredes, en el techo… todo vale. Exactamente esa estampa que te encantaría encontrar cada mañana al salir por la puerta de tu casa.
Cómo disfrutar la Fiesta de los Patios de Córdoba
Visitar los patios de Córdoba no tiene mucho misterio pero sí es importante que sepas a dónde vas y qué vas a encontrar. Para empezar, los patios siempre están ahí, pero es durante la Fiesta de los Patios de Córdoba en las primeras semanas de mayo (del 1 al 13 en 2018) cuando están abiertos al público, con horario de visita de 11:00 a 14:00h y de 18:00 a 22:00h. Ten en cuenta que los patios son en su mayoría propiedades privadas, la casa de muchas familias cordobesas, y que gracias a su amabilidad puedes disfrutar de semejante espectáculo de flores. Entrar en los patios es gratis, no tienes que sacar ninguna entrada, pero dentro encontrarás maneras de aportar donaciones si quieres colaborar con la conservación del patio.
Este año podrás visitar 50 patios participantes y otros 12 que no participan en el concurso. Están distribuidos por diferentes barrios de Córdoba y agrupados en los barrios de Regina-Realejo, Santa Marina-San Agustín, San Lorenzo, Santiago-San Pedro, la Judería y el Alcázar Viejo. Distinguirás la entrada a los patios del resto de las casas porque están señalados con dos pequeños cipreses a los lados de la puerta de acceso. Así de fácil. Dentro encontrarás a sus vecinos, los orgullosos dueños del patio, y con ellos podrás charlar y despejar todas las dudas que te surjan: cuántas macetas hay, qué planta es esta o aquella, qué antigüedad tiene el patio, cuántas personas se encargan de cuidarlo, etc.
La mejor recomendación que te podemos hacer es que tengas muy en cuenta la página oficial de la Fiesta de los Patios de Córdoba, donde encontrarás un completo y detallado mapa con la ubicación y características de cada patio, distinguiendo entre los que entran en concurso y no, además de señalar otros puntos de interés como oficinas de información turística referente a los patios. Altamente útil para consultarlo desde el móvil mientras callejeas por Córdoba.
Completa tu visita por Córdoba
Si ya que estás en Córdoba quieres hacer otras cosas además de ver patios y completar tu visita como es debido hay dos cosas que no te debes dejar de hacer: culturizarte y disfrutar de su comida.
Lo que no puedes dejar de ver
Si no has estado en Córdoba seguro que al menos te sonará su Mezquita-Catedral, aunque sea por cultura general o haberla estudiada en el colegio. Es sin duda el primer sitio que deberás visitar en cuanto puedas. Igualmente no te deberías perder el Alcázar de los Reyes Cristianos, el puente romano, la judería, el templo romano, las caballerizas reales, la plaza Corredera y por supuesto Medina Azahara, a 8 km de la ciudad.
Lo que no puedes dejar de comer
Córdoba está hecha para los amantes de la gastronomía. Ni se te ocurra irte de allí sin tomarte un buen salmorejo cordobés, y si es más de uno mucho mejor. Tampoco deberías perder la oportunidad de tomarte un buen flamenquín, unas berenjenas con miel de caña, japuta en adobo, rabo de toro… en fin, unas cuentas delicias que bien puedes acompañar con un vinito de Montilla-Moriles. Así seguro que querrás volver a Córdoba cuanto antes.