“El día 24 de marzo 2016 Johan Cruyff (68) ha fallecido en Barcelona, rodeado de su familia después de una dura lucha contra el cáncer. Os pedimos con gran tristeza que se respete la privacidad de la familia durante su tiempo de duelo”. Este es el mensaje oficial de su página. A las 13.27, también su cuenta de twitter daba noticia del suceso.
El propio Cruyff confirmó el 22 de octubre que padecía un cáncer de pulmón. Tan solo hace un mes, el 13 de febrero, decía esperanzado que los resultados de su tratamiento estaban siendo “muy positivos”. Sin embargo, finalmente ha fallecido a los 68 años.
El holandés fue el primer técnico que llevó al Barcelona a la victoria en la Copa de Europa (1992). Como futbolista llegó a Barcelona en la década de los setenta procedente del Ajax de Amsterdam, equipo en el que marcó una época. Ganó ocho Ligas y tres Copas de Europa desde 1964 hasta 1973. También fue entrenador del Ajax entre 1985 y 1988, ganando una Supercopa de Europa y dos Copas de Holanda. En el Barça, las diferencias las marcó desde el banquillo con la consecución de cuatro Ligas consecutivas (de 1991 a 1994), además de la citada Copa de Europa en Wembley, entrenando al que se llamó 'Dream Team'.
Johan Cruyff fue intervenido a corazón abierto en 1991, tras sufrir una insuficiencia coronaria en fase aguda. Después de pasar por el quirófano se puso en la lucha de dejar de fumar e incluso protagonizó una campaña publicitaria en contra del tabaco, con el lema: “En mi vida he tenido dos grandes vicios: fumar y jugar a fútbol. El fútbol me ha dado todo en la vida y, en cambio, fumar, casi me lo quita”.
Desde que se informó sobre su estado de salud, Cruyff fue informando esporádicamente sobre sus progresos desde su columna en el diario holandés De Telegraaf, además de en una presentación de su fundación en la Universidad Autónoma de Barcelona. Entonces admitió sentirse abrumado por las muestras de cariño que recibía procedentes por los aficionados del Barça y también de su país. En Holanda, en el minuto 14 de cada partido se producían aplausos esporádicos de los aficionados animándole a continuar en su lucha contra el cáncer.