El 'negacionismo' histórico de la matanza de Badajoz y los crímenes del franquismo
La tapia del cementerio de Badajoz es uno de los iconos de la represión del franquismo. Una impactante imagen elegida como arranque del documental ‘La causa contra franco’, que pone en evidencia los crímenes que se cometieron durante la guerra y la dictadura.
Para los historiadores Badajoz representa uno de los crímenes fundacionales del franquismo, perpetrado a sangre y fuego. Unos hechos que se producen en agosto de 1936 con la llegada de más de 4.000 legionarios y regulares africanos bajo las órdenes del general Yagüe. Hasta 1.500 personas fueron víctimas de una represión brutal, con nombres y apellidos. De la mano de paseos, asesinatos y desapariciones múltiples tal como narraron en sus crónicas los corresponsales, entre ellos el portugués Mario Neves. Puede hablarse sin embargo de que la cifra se multiplicó.
Lucía Palacios y Dietmar Post, directores del documental ‘La Causa contra Franco’, solicitaron una entrevista con la hija del general Yagüe. Fue una conversación sincera, en la que no ocultaron el contenido de su trabajo. Su objetivo era abordar los crímenes que aún están sin juzgar. También plantean qué puede ocurrir con la querella que la jueza argentina María Servini mantiene abierta contra más de una veintena de altos cargos de Franco.
María Eugenia Yagüe los recibió. Les enseñó el archivo familiar con una vasta documentación de la época que guarda como responsable de la fundación que lleva el nombre del militar franquista. Les abrió las puertas y dio su versión de los hechos: la matanza no existió. “Me parece interesante que ella rechace la figura de su padre como un asesino, y que niegue los crímenes de Badajoz”, comenta el documentalista Dietmar Post.
Yagüe es conocido popularmente como el ‘carnicero de Badajoz’, aunque la familia niega todo por completo. Ofreció la misma versión que ya dio en una carta abierta, en la que señalaba que los fusilamientos de la ciudad extremeña son “un mito que pesa sobre el general, que han sido sobradamente desmontado por distintos historiadores”.
Los lugares de la memoria
'La causa contra Franco' fue presentada la semana pasada por sus autores en las ciudades de Cáceres y Badajoz. Llega después de 'Los colonos del Caudillo'. Ahora centran su mirada en el presunto plan de eliminación organizado contra los adversarios políticos que tuvo lugar durante el golpe, la guerra y la dictadura encabezada por Franco, explica la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura (ARMHEX). “Hasta el día de hoy nadie ha sido juzgado por los crímenes cometidos ni se ha reparado a las víctimas del franquismo. Miles de personas continúan desaparecidas”.
Junto a Badajoz presentan otros muchos lugares de la memoria relegados al olvido durante décadas, como los campos de concentración de presos republicanos. Se suman la gran fosa común del cementerio de Málaga con miles de víctimas o las carreteras que fueron testigo de la ‘desbandá’, la inmensa columna de refugiados que fue bombardeada por los alemanes e italianos.
De todas las personas acusadas en la causa argentina sólo han logrado ser atendidos por José Utrera Molina. Sobre él la jueza dictó una orden de detención, con solicitud de extradición, por firmar la sentencia de muerte del joven anarquista Salvador Puig Antich. Cuentan los autores del documental que al preguntarle por su imputación éste mantuvo la tesis 'negacionista' de los hechos. Sentenció con un rotundo 'no' que como ministro y vicepresidente en diferentes Gobiernos de Francisco Franco no se sentía culpable de nada.
El 'negacionismo'
Junto a la negativa de familiares y los propios presuntos protagonistas de los crímenes existen otros actores que auspician las tesis ‘negacionistas’. Son personas que afirman que éste y otros capítulos de la guerra nunca ocurrieron. Puede resultar un trampantojo, pero tienen sus adeptos. Muchas veces por propio desconocimiento, porque “hay mucha gente que opina, pero no se ha metido en un archivo para contrastarlo, o que no se ha leído ni un libro al respecto”, explica el documentalista alemán Dietmar Post.
Hace hincapié en que hablar de tesis revisionistas no es un tema baladí. Las apoyan personas de renombre, que cuestionan tanto a la II República como el golpe de estado que desembocó en la dictadura. Se suman a ellas hasta un expresidente del Gobierno, José María Aznar, que sugirió que la Guerra Civil arrancó en 1934, y no el 18 de julio de 1936 con el golpe de estado de Franco.
“Históricamente es una mentira. Una intervención así en otro país democrático no estaría permitido. Es como negar que el 1 de septiembre de 1939 las tropas alemanas de Hitler invadieron Polonia”.
La colaboración alemana e italiana en Badajoz
Entroncando con ese revisionismo histórico también resulta recurrente hablar de quienes cuestionan que Franco tuviera como colaboradores a Hitler, Mussolini y Salazar. En el caso de Badajoz la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica extremeña explica que sin la ayuda alemana e italiana los legionarios y los regulares marroquíes no hubieran llegado tan pronto a Badajoz, una tesis que también comparte el director del documental.
Existía un bloqueo en el sur de la península que se rompe con la ayuda italiana y alemana, cuando en el mes de agosto pasan casi 13.000 legionarios y regulares (4.500 de ellos se dirigen a Badajoz con Yagüe al frente). Para el alemán Dietmar Post se trata por tanto de una matanza con un cariz internacional de la que no se habla, que ha pasado en muchas ocasiones desapercibida.
Los protagonistas
En el documental no llegan a conclusiones cerradas. Apuestan por que el espectador saque sus propias ideas del conjunto de entrevistas, datos y documentos que se contraponen. Para ello hacen una composición de 15 entrevistas que dan voz a víctimas y familiares, historiadores y científicos.
Resulta fundamental el trabajo de forenses y arqueólogos que intentan aportar evidencias y pruebas de la violencia que sufrieron las víctimas del franquismo que son rescatadas de las cunetas. Entre ellos nombran a Francisco Echevarría y René Pacheco.
Al perfilar los huesos con las espátulas sacan a la luz valiosa información. Reconstruyen un contexto de violencia en el que los cuerpos presentan balas o traumatismos peri-mortem, atados y arrojados. Una información determinante para poder hablar de crímenes de lesa humanidad.