Junto con el ritmo cardíaco, la temperatura corporal y la frecuencia respiratoria, la presión arterial es una medida que suele utilizarse para controlar el corazón y la salud en general.
La presión arterial mide la presión que la sangre ejerce en los conductos por los que discurre, esto es, arterias, venas y capilares. Es decir que mide en cierto modo el grado de esfuerzo que el corazón hace a la hora de bombear la sangre en el sistema, pero también depende de la elasticidad de venas y arterias.
Si la presión arterial es normal, normotensión, quiere decir que el corazón no va estresado, incluso puede ir algo lento, pues no necesita dar tanto impulso a la sangre para mover la sangre por el sistema.
En algunas personas, la presión es algo más baja de lo normal, hipotensión, como reflejo de una muy buena salud cardiovascular, ya sea por factores genéticos o por una práctica deportiva continuada, que provee a la sangre de mayor capacidad de almacenar oxígeno y a las venas y arterias de una elasticidad extra.
Si la presión arterial es como norma alta, hablamos de hipertensión y de personas hipertensas, y refleja una mala salud cardiovascular en la que el corazón tiene que hacer un gran esfuerzo para mover la sangre por el cuerpo.
La hipertensión puede ser debida a malos hábitos de alimentación y vida durante muchos años, y explica por qué muchas personas ancianas, especialmente hombres, son hipertensas, pues han abusado del tabaco, el alcohol y la comida cargada de azúcar, sal y grasas saturadas.
No obstante, también pueden intervenir factores genéticos que hagan que la persona tenga tendencia a la hipertensión sin tener unos hábitos de vida especialmente abusivos o perniciosos.
En estas personas persisten problemas vasculares ocultos y conviene que estén bien vigiladas porque pueden tener subidas de tensión sin causa aparente, como el consumo excesivo de sal, alcohol o tabaco.
No obstante, si su problema está desligado de las malas costumbres, deben mantenerse alejadas de ciertos alimentos, pues si incurren en su consumo, aumentan el riesgo de sufrir un episodio de hipertensión.
¿Qué alimentos debo evitar si soy hipertenso o hipertensa?
🥩 Carnes rojas: la razón está en la acumulación de sustancias inflamatorias de estas carnes, como el hierro hemo, las nitrsaminas, las acrilamidas o trimetilamina. Si a ello le sumamos que es una carne rica en grasas saturadas, es mejor probarlas muy eventualmente.
🟠Snacks: olvidémonos de los chips de patata, berenjena, alcachofa, Cheetos, fritos y toda clase de aperitivos cargados de sal y grasas saturadas. En general deberemos evitar cualquier aperitivo, pero en especial los que van en bolsa de plástico.
🫒 Encurtidos: no importa que sean aceitunas, banderillas, alcaparras, berenjenas de Almagro, etc., son una bomba de sal que nos puede desestabilizar.
🣠Anchoas y otros pescados en salmuera: su porcentaje de sal es altísimo, por lo que nos abstendremos.
🥓 Ahumados: por similares motivos no son recomendables, además de sumar a ello los aditivos que contiene la mezcla de adobo y que pueden tener nitritos con efectos inflamatorios.
ðŸ°ðŸ§ Reposteria y bollería: cualquier producto que sea rico en azúcares libres debe ser evitado en una dieta, porque incide en el aumento del colesterol malo, LHL, que es el que transporta por las venas y arterias un exceso de grasa rechazada por las células. En personas hipertensas, esta grasa es altamente susceptible de depositarse y taponar estos conductos, provocando un accidente cardiovascular.
🧀 Quesos curados y semicurados: por su alto porcentaje en grasa animal, además de por su elevada cantidad de sal.
🜠Sopas de sobre o de brick: siempre que no podamos calcular su cantidad de sal a partir del etiquetado, las evitaremos.
🕠Platos procesados: siempre que no podamos calcular su cantidad de sal a partir del etiquetado, los evitaremos.
🗠Embutidos: tienen aditivos nitrosamínicos y nitritos, de alto poder oxidante e inflamatorio, junto con una salinidad desaforada.
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