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Internet abre una tercera vía en el campo de la salud

Las plataformas de salud en internet, bajo el modelo conocido como “tienda de salud”, han irrumpido con fuerza entre los consumidores en los últimos años. Con una filosofía de negocio basada en poner en contacto directo a médico y paciente eliminando intermediarios, que les permite ofrecer servicios a costes más asequibles, portales como ClinicPoint, pionero y líder del sector, Smartsalus, o Bonomédico se han erigido como la gran alternativa frente al oligopolio de las mutuas.

Se autodenominan “servicios de salud privada a la carta” porque permiten escoger puntualmente determinados productos sanitarios, pero no obligan a pagar un fijo mensual, como ocurre en las mutuas, y su lema de partida es que no tiene sentido pagar durante todo el año por unos servicios que a lo sumo vas a usar tres o cuatro veces.

ClinicPoint y el resto de plataformas quieren ser una tercera vía en el debate sobre la salud en España, que ha permanecido demasiados años polarizado entre dos únicas opciones: la salud pública y la privada. La primera se ha visto en la última década sometida a severos recortes que han mermado su legendaria eficacia. La segunda, que estaba tradicionalmente representada por el médico de consulta, fue progresivamente conquistada por las mutuas y sus paquetes de salud a bajo coste. 

En las últimas décadas, estos productos “low cost” de las mutuas han constituido un oligopolio en el campo de la salud privada. Lo han hecho gracias a las políticas agresivas de los grandes conglomerados, que se han lanzado a una guerra de precios destinada a captar clientes y ahogar la competencia. Apoyadas en su gran tamaño, han reventado las tarifas para forzar a mutuas menores a reducir sus márgenes de beneficio. 

Salud 'low cost': un negocio solo para las mutuas

Pero aunque esta situación pueda parecer beneficiosa para el consumidor, que puede ver sus cuotas mensuales sensiblemente disminuidas, en realidad no lo es. Un reportaje revelaba el pasado septiembre que la mayoría de los médicos deriva los pacientes que les vienen de las grandes mutuas a largas listas de espera, que en ocasiones pueden superar a las de la salud pública. En cambio, atienden inmediatamente a los que vienen por consulta privada y “tarifa estándar”. Parecido les sucede a los fisioterapeutas, que están viendo como las mutuas les pagan 2 euros por cliente, lo que hace que se resienta su atención y tiempo de dedicación a los pacientes.

La razón de esta actitud radica en los mínimos márgenes de beneficio que les deja el negocio 'low cost' de las mutuas. Este coste, muy por debajo del precio de su tiempo, les obliga a optimizar la visita de los pacientes con seguro médico y limitarla a un máximo de cinco minutos por paciente. De este modo pueden atender un número suficiente de pacientes que les compense las bajas ganancias obtenidas por cada uno, aunque sin duda redunda en una mala calidad de la atención que reciben. 

En cambio, el paciente que acude por su propia cuenta paga tarifas superiores, con precios por consulta que, en función de la especialidad oscilan entre los 50 y los 100 euros, lo que implica una mayor atención y dedicación por parte del médico, que sí ve beneficio en este tipo de clientes. Así que el consumidor se encuentra entre la espada y la pared: servicios de bajo coste, que conllevan una mala atención, o servicios con precios demasiado elevados para gran parte de la población.

La alternativa reside en internet

En consecuencia, la dinámica de una salud “low cost” en la salud privada durante la última década ha perjudicado tanto a médicos como a pacientes; los primeros por verse forzados a aceptar un servicio que les obliga a tratar una gran cantidad de pacientes para hacerlo rentable y los segundos por ser tratados casi a peso, lejos de lo que debe ser un servicio óptimo de salud, ya sea privada o pública.

Sin embargo, la expansión de Internet y de los móviles ha propiciado una revolución en el campo de la salud similar a la que en su día sacudió sectores tradicionalmente inmovilistas como la banca o el turismo: empresas como ClinicPoint han puesto en jaque el modelo de las mutuas y abren una vía a tener mejor atención médica sin necesidad de pagar cuotas todo el año. 

Importantes descuentos en servicios de calidad

Estas plataformas de servicios de salud funcionan como tiendas online -por ejemplo, en la web de ClinicPoint podemos encontrar más de 30 especialidades- y permiten el acceso a consultas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas a precios inferiores a los de las consultas privadas y sin listas de espera. 

Así, el consumidor puede acceder directamente a los mismos médicos y a la misma garantía de calidad en la atención, ahorrándose lo que cobra un intermediario que aporta poco valor real. Revisiones ginecológicas, implantes dentales, ecografías 4D y resonancias magnéticas son algunos de los productos más requeridos por los clientes en este nuevo modelo de salud. También las operaciones de miopía y de estética y las técnicas de reproducción asistida son muy solicitadas. En cuanto a la consulta privada, dermatólogos, traumatólogos, oftalmólogos y ginecólogos son los profesionales más demandados.

Adicionalmente, estas plataformas suponen un buen complemento para el consumidor en relación a la salud pública, ya que ofrecen algunos tratamientos y servicios profesionales que la Seguridad Social no contempla con cobertura total, como las ya citadas ecografías 4D, las técnicas de reproducción asistida o las consultas de los nutricionistas, un campo que cada día suscita mayor interés en los pacientes a medida que se descubre la importancia de una buena alimentación. 

Este contenido es posible gracias a la tienda de salud ClinicPoint. 

 la tienda de salud ClinicPoint. ClinicPoint

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