José, socio de eldiario.es nos propone que indaguemos si la pasta de dientes con flúor es recomendable o tiene contraindicaciones para los dientes y para la salud en general. En primer lugar, conviene dejar claro que el flúor es un elemento de la tabla periódica del que se ha comprobado tanto científica como empíricamente que previene contra las caries por diversas vías a la vez que repara el esmalte dental allá donde hayan actuado las bacterias.
El descubrimiento de las propiedades del flúor es bastante anecdótico y explica bien los pros y los contras de las pastas con flúor. Se remonta a principios del siglo XX con la llegada de Frederik McKay, un dentista estadounidense, a la ciudad de Colorado Springs, en el estado de Colorado. McKay descubrió dos características en la enorme mayoría de sus pacientes: una que tenían manchas marrones en los dientes y la segunda, que no tenían caries, lo cual en aquella época era la norma en el resto del mundo.
Tras varios análisis de la dieta de sus pacientes, halló que el agua de la zona presentaba unos altísimos niveles de flúor y que esta era la posible causa de las manchas, pero también de la ausencia de caries. Determinó así que el flúor era un potente protector frente a las caries, pero que también en exceso podía provocar, entre otros problemas, la llamada fluorosis dental.
Esta es una enfermedad que además de manchar los dientes, provoca cambios en su estructura por la pérdida de la capacidad de captación del calcio durante las primeras edades de la persona, por lo que la pieza se vuelve quebradiza y débil. Es decir que el exceso de calcio puede afectar, en este aspecto, sobre todo, a los niños.
Según la “La guía de práctica clínica para la prevención y tratamiento no invasivo de la caries dental”, documento de referencia del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Cataluña (COEC), hasta los ocho años de edad niñas y niños no tienen las piezas dentales totalmente formadas y por tanto son susceptibles a la fluorosis dental. Por lo tanto, se desaconseja a esas edades el uso de pastas de dientes con flúor.
A partir de los ocho años en principio no está desaconsejado el uso de pastas de dientes con flúor, pues como se ha dicho este elemento -en forma de fluoruro sódico, fluoruro estannoso o fluorofosfato sódico- actúa como protector dental al inhibir la formación de ácidos que facilitarían el pH bajo a las bacterias de la caries.
Pero también atacando directamente a algunas bacterias e incluso remineralizando el diente dañado por los microbios mediante la formación de fluorapatita, un mineral cristalino que forma parte del esmalte dental y que ayuda a consolidar el calcio en la pieza, es decir que la recalcifica. Hay que tener en cuenta que tras el cepillado se produce una baja temporal por unas horas de la concentración flúor en las piezas dentales, por lo que este aporte suplementado podría ayudar a protegerlas en este periodo; si bien algunos estudios indicarían que esta bajada de flúor podría ser un proceso natural y beneficioso.
Ahora bien, el exceso de flúor puede ser inconveniente para la salud tanto dentaria como en general a todas las edades, por lo que se debe mesurar la dosis de plasta fluorada aplicada, especialmente en niños, aunque sean mayores de ocho años, ya que concurre el peligro de fluorosis junto con el de que se traguen la pasta y el flúor entre en el organismo en exceso.
En principio en adultos, las dosis que se utilizan en las pastas comerciales ya están pensadas para no causar problemas tanto en el cepillado como en una hipotética ingesta. En concreto en la Unión Europea se fija un límite máximo de 1.500 partes por millón (ppm), y si la concentración en la pasta supera las 1.000 ppm, debe dejarse claro por escrito en el etiquetado para advertencia sobre su uso por parte de menores. Por supuesto, esto también incluye a la legislación española.
Ahora bien, otro enfoque a la pregunta sería si la pasta de dientes con flúor es necesaria desde el punto de vista de la higiene dental actual. Hace años, la aplicación del flúor llegó a incluir una propuesta para a las aguas de cata en España, tal como se hizo en Estados Unidos a lo largo del siglo XX y todavía se aplica en algunos estados. Finalmente la misma no se concretó.
Es una medida no exenta de polémica y que los expertos en higiene dental consideran que tuvo su sentido cuando el uso de la pasta no estaba extendido y no había la misma cultura de la salud. La aplicación sistémica de flúor al agua del grifo era una protección por defecto. Hoy en día, sin embargo, se considera innecesaria incluso la presencia del flúor en las pastas de dientes salvo en las edades en las que se consumen más azúcares, ya que la glucosa sirve de alimento de las bacterias.
Se recomienda evitar la ingesta de azúcar o su sustitución por los edulcorantes como método más eficaz y preventivo de salud dental y general, aunque la pasta fluorada no hace ningún daño, al menos demostrado. Por otro lado la propensión a la caries cambia con la edad, ya que la saliva se va volviendo menos ácida y aumentan los problemas de sarro, pero descienden las caries. Así, el flúor no se hace tan necesario, si bien es un o una dentista quien debe determinar este punto y aconsejarnos adecuadamente.
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