Cristóbal Montoro pretendía repetir la misma jugada populista que ya hizo hace dos años: bajar los impuestos justo antes de las elecciones. Si coló una vez, ¿por qué no dos? Pero Ciudadanos también quiere aprovechar el tirón electoral de las rebajas fiscales y ha conseguido forzar al Gobierno a reducir en 2.000 millones el IRPF para el próximo año, en contra de lo que pretendía el ministro de Hacienda.
¿Cómo se repartirá ese regalo fiscal? Es una gran incógnita que por ahora no se ha concretado. Entre otras cosas, porque Montoro prefiere una rebaja generalizada, como la que aprobó hace dos años, y desde el partido de Albert Rivera dicen buscar una rebaja para limitada a aquellos que ganan entre 12.000 y 20.000 euros. A falta de conocer los detalles, los dirigentes de Ciudadanos dicen que será una rebaja para “la clase media trabajadora”, para “los que menos tienen” y para las “familias numerosas”. El problema es que estas tres categorías son completamente contradictorias.
Las familias con más hijos no suelen ser hoy las más vulnerables, y por eso son tan injustas y regresivas las deducciones fiscales para familias numerosas sin importar el nivel de renta. El origen de la palabra proletariado viene de prole –hijos–, de cuando las familias de los obreros eran tan grandes. Hoy sucede justo al contrario: son las familias más pobres quienes menos hijos normalmente se pueden permitir.
Esos españoles “que menos tienen” tampoco comparten gran cosa con la “clase media”, por mucho que se le añada a esta definición el epíteto de “trabajadora”. Entre otras cosas, porque “los que menos tienen” o no trabajan o cobran menos de 12.000 euros al año y por tanto están exentos en la declaración de la renta. Son ellos, la clase baja y no la clase media, quienes peor lo han pasado con la crisis y quienes también pagan más por los recortes y la debilidad del sector público español, que aún ha sido incapaz de atajar el déficit y que difícilmente podrá hacerlo con nuevos regalos fiscales.
Si la rebaja del IRPF que prepara el PP con Ciudadanos aumenta el mínimo exento de declaración –que es una de la opciones que se barajan–, el beneficio nuevamente será para todos, pero más aún para los más ricos. No es la primera vez que esto ocurre. La “clase media trabajadora” también iba a ser, según el PP, la más beneficiada por la última reforma fiscal. La realidad es que uno de los tramos favorecidos fueron aquellos que ganan entre 150.000 y 600.000 euros al año.
Los contribuyentes que ganan entre 12.000 y 21.000 euros anuales se ahorraron 295 euros anuales con la última reforma del IRPF, unos 25 euros al mes de media. Para los que ganan entre 150.000 y 600.000 euros, la rebaja fiscal de Montoro les supuso 8.229 euros anuales de media. Y para los que ganan más de 600.000 euros, el descuento medio en el IRPF fue de 26.656 euros.
La excusa de la precariedad para favorecer a los que más tienen también se usa en otro debate muy presente esta semana, el de los salarios. El presidente de la patronal acaba de descubrir que “es imposible llegar a fin de mes” con 800 euros, algo parecido a lo que también planteó la ministra de Empleo, Fátima Báñez, unas horas antes.
¿Acaso la CEOE y el Gobierno se han caído de algún guindo y quieren subir los sueldos para reducir los beneficios empresariales? Por supuesto que no. Lo que pretende la patronal es pactar con los sindicatos una subida algo mayor para los salarios más bajos a cambio de que no suban mucho los del resto de los trabajadores y que la factura final sea así más barata para las empresas. Un 3% en un sueldo de 800 euros al mes –lo que entre líneas propone la patronal– son solo 24 euros. Es justo el descuento a las rentas bajas en el IRPF de la gran rebaja fiscal para las “clases medias trabajadoras” que nos coló Cristóbal Montoro.
Actualización, 13:15
Albert Rivera y Luis Garicano han dado más detalles sobre la reforma fiscal que Ciudadanos ha pactado con el PP. Aseguran que la bajada de impuestos será solo para aquellas rentas por debajo de los 17.500 euros anuales. También han incluído una ayuda directa de 1.200 euros para todos los contribuyentes que tengan personas dependientes a su cargo –calculan un total de 700.000 personas–: un cheque que no tendrá topes por renta, por lo que esta nueva ayuda pública también será para los contribuyentes de rentas altas.
Por ahora, ni el Gobierno ni el Ministerio de Hacienda han confirmado que estás sean las condiciones del pacto, pero desde Ciudadanos aseguran que está ya cerrado, y que no apoyarán los Presupuestos Generales del Estado si Montoro les cambia estas condiciones.
Cristóbal Montoro pretendía repetir la misma jugada populista que ya hizo hace dos años: bajar los impuestos justo antes de las elecciones. Si coló una vez, ¿por qué no dos? Pero Ciudadanos también quiere aprovechar el tirón electoral de las rebajas fiscales y ha conseguido forzar al Gobierno a reducir en 2.000 millones el IRPF para el próximo año, en contra de lo que pretendía el ministro de Hacienda.
¿Cómo se repartirá ese regalo fiscal? Es una gran incógnita que por ahora no se ha concretado. Entre otras cosas, porque Montoro prefiere una rebaja generalizada, como la que aprobó hace dos años, y desde el partido de Albert Rivera dicen buscar una rebaja para limitada a aquellos que ganan entre 12.000 y 20.000 euros. A falta de conocer los detalles, los dirigentes de Ciudadanos dicen que será una rebaja para “la clase media trabajadora”, para “los que menos tienen” y para las “familias numerosas”. El problema es que estas tres categorías son completamente contradictorias.